20.2 C
Puebla
viernes, abril 26, 2024

La escritura de la vida

Más leídas

I. Los rusos, invadidos

Tres de las más grandes novelas de la literatura rusa del siglo XX nos relatan cómo Rusia fue invadida por ejércitos extranjeros (o ejércitos propios, como veremos). 

La primera, por supuesto, es Guerra y Paz, de León Tolstoi, que nos relata cómo el ejército francés de Napoleón invadió Rusia hasta llegar a Borodinó, donde tuvo lugar una cruenta batalla que el emperador francés ganó. Sin embargo, el mariscal Kutúzov, a cargo de las tropas rusas, exclamó: “Gracias a Dios” porque sabía que, lo que no pudo hacer su ejército, lo haría el invierno ruso. 

La segunda es El Don apacible, de Mijaíl Shólojov, novela épica que narra la invasión de los bolcheviques a los territorios cercanos al río Don, donde viven los cosacos, quienes tienen un modo de vida rural y son espléndidos jinetes. El Ejército Rojo los invade y los somete, obligándolos a obedecer consignas que no corresponden a los valores cosacos. 

La tercera gran novela es Vida y Destino, de Vasili Grossman, escrita en 1959 que describe, entre muchas otras subtramas, la batalla de Stalingrado entre los nazis y los rusos. El autor señala que no hay diferencia entre ambos, porque los dos pertenecen a Estados totalitarios: “Cuando nos miramos uno al otro, no sólo vemos un rostro que odiamos, contemplamos un espejo. Ésa es la tragedia de nuestra época. ¿Acaso no se reconocen a ustedes mismos, su voluntad, en nosotros?”. 

 

II Los rusos, invasores 

La Premio Nobel Svletana Aleksiévich nació en la Ucrania socialista, pero se crió en Bielorrusia. Su padre es bielorruso y su madre ucraniana. En sus libros deja hablar a las personas, de modo que permite que se forme “un coro griego” (a la manera de Elena Poniatowska en Las voces de Tlatelolco). 

Los muchachos de zinc habla de la invasión sovietica a Afganistán. Comienza recordándonos que el 20 de enero de 1801, los soldados de Vasili Ordon, jefe de los cosacos del Don, recibieron la orden de dirigirse a la India. Fueron treinta mil… y que en diciembre de 1979 el gobierno soviético tomó la decisión de enviar sus tropas a Afganistán. “El total de pérdidas humanas de las fuerzas armadas de la Unión Soviética ascendió a 15,051 personas”. 

La novela se llama así porque los ataúdes se construyeron en zinc. Ataúdes para los rusos que perderán la vida en la guerra. Dice Svletana: “He subido a un helicóptero… Desde el aire he visto centenares de ataúdes de zinc, el suministro para el futuro, brillan bajo el sol, es bonito y terrorífico”. 

Y, a continuación, cita a Dostoyevsky, en Los hermanos Karamázov: “Una bestia jamás podría ser tan cruel como lo es el hombre, tan artística y estéticamente cruel”. 

 

III Michel de Nôtre-Dame  

En 1568 el célebre astrólogo publicó Las profecías, enigmáticas cuartetas proféticas que han vaticinado el futuro. Al ser crípticas -para evitar a la Inquisición-, sus críticos señalan que son tan ambigüas que pueden aplicarse a cualquier cosa. Sus defensores señalan lo contrario. Habrá que buscar sus referencias al “Oso”, alegoría de Rusia. 

Profecías o no, lo cierto es que Vladimir Putin (Sol en Libra, Luna en Géminis, Ascendente Escorpión) ha caído en el pecado de hamartía, palabra griega que tiene dos significados simultáneos: arrogancia y error de cálculo.  

Esa combinación, casi siempre fatal, está trayendo consigo muerte y destrucción. En el conflicto murió la escritora ucraniana Iryna Tsvila, autora de Voces de la guerra, historias de veteranos. Como ella, decenas, cientos de muertos… ¿Cuándo se detendrá este conflicto? ¿Hasta donde llegará? Lo sabremos, tristemente, pronto. 

Artículo anterior
Artículo siguiente

Notas relacionadas

Últimas noticias

spot_img
PHP Code Snippets Powered By : XYZScripts.com