La decisión de la dirigencia estatal del PAN de gastar casi ocho millones de pesos en la ampliación de oficinas y la renovación de las camionetas de sus líderes provocó una airada reacción del panismo militante en todo el estado. La razón es que no conciben las prioridades de Augusta Valentía Díaz de Rivera Hernández y el sujeto que dice llamarse Marcos Castro. ¿Es más importante tener más oficinas o invertir en el fortalecimiento de las estructuras de los municipios, sobre todo aquellos que ofrecieron muy buenos resultados en la elección de 2021? El enojo está muy bien fundamentado. Este año, Acción Nacional recibió mayores prerrogativas debido a que amplió su votación y la desaparición de partidos políticos estatales, pero en lugar en ponderar el financiamiento a los comités directivos municipales y los diferentes sectores panistas que fueron los responsables de movilizar y reunir votos, su dirigencia apueste por tener más oficinas para burócratas. ¿Un partido gana en las urnas con oficinas nuevas o con su base? Fue una de las tantas preguntas que hicieron los panistas en sus redes sociales al conocerse el presupuesto diseñado doña Augusta y el velador Marcos. Aunque éste último se vio obligado a subir un video en sus redes sociales para salir al paso de la inconformidad, la realidad terminará por confirmar que no habrá recursos para la base ni interés por fortalecer a los grupos. Tal vez, esta medida tenga su origen en que la votación más grande a favor de Genoveva Huerta Villegas para la elección de la nueva dirigencia estatal del PAN se encuentra en el interior del estado. Aun así, hay panistas que han llamado a una rebelión contra el Comité Directivo Estatal y hacerles ver que la fuerza de la base es más fuerte que los caprichos de la dirigencia. El desenlace a este problema está lejano y amenaza con radicalizarse.
Sueldos y aviadores
La ultraderecha poblana es muy buena en demostrarnos que no habrá día en que nos sorprenda con su doble moral: creyentes de rodilla pelada y Dionisio sumido en el caos. Uno de los discursos que tanto les gusta es la transparencia y el uso correcto de los recursos públicos. De hecho, ambos se han convertido en parte de sus agendas políticas, pero la demanda concluye cuando asumen el poder. Ese es el caso del gobierno municipal encabezado por Eduardo Rivera Pérez. Los yunquistas, que ven al alcalde como uno de los empleados, exigen, demandan que todo gobierno sea transparente y que no haya personas que se beneficien del erario. El problema es cuando los beneficiarios son sus jerarcas o amigos panistas y priistas. ¿Alguien nos puede explicar en qué consiste la “asesoría” que brinca Mario Iglesias García Teruel, exrector de la UPAEP, en la Comuna? ¿Acaso Rafael Von Raesfeld, más allá de ser amigo yunquista de Lalo Rivera, merece una lugar en la nómina en detrimento de otros panistas que se fletaron en la campaña del hoy edil? ¿En verdad es mejor premiar a priistas como Víctor Manuel Giorgana Jiménez que en cumplir el acuerdo que se firmó con el Comité Ejecutivo Nacional del PAN para ceder el 20 por ciento de las plazas de la Comuna para expresiones diferentes a las del munícipe? Para colmo, el portal MTP Noticias reveló que al alcalde también se subió el sueldo y lo hizo en la más absoluta opacidad. ¿Y así quieren cambiar el rumbo de Puebla?
Otra más de Nachito
Ayer se difundió en redes sociales que Ignacio Mier Velazco, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en la Cámara Baja, mandó a decir a sus homólogos de otros partidos que no habrá más concesiones, por lo que torpedearán todas las iniciativas que la oposición presente en el pleno. La instrucción no es una medida del poblano sino una instrucción que recibió de su patrón Mario Delgado Carrillo, dirigente nacional de Morena, y Citlalli Hernández, secretaria general de ese mismo partido. Este viraje en contra del sentido común solo provocará más tensión y divisiones en San Lázaro, una situación que a Mier Velazco no le interesa por una sencilla razón: desde hace mucho tiempo perdió el control de la Cámara y la coordinación de los morenistas recae en otros legisladores.
