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jueves, marzo 28, 2024

La Guerra Cargada de Sangre, Sudor y Lágrimas

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Julio Scherer Ibarra seguramente aprendió de su padre la vocación por la adrenalina. 

Solo así se entiende que esté tan metido en la tarea de exhibir a Alejandro Gertz Manero. 

Por las venas de ambos corre sangre teutona. 

Según un famoso libro que estudia los orígenes de los apellidos,  el apellido de Julio Scherer proviene de Alemania. 

Los Scherer son descendientes del General Lacrua de Fol Sherer, quien a su vez proviene de  Unlainstain Scherer, creador del sable de caballería de punta curva. 

Por su parte, Gertz es un antiguo apellido de origen alemán y francés anterior al siglo VII. 

Se deriva de cualquiera de los nombres personales: Gerard o Gerald. 

Los Gertz, aunque no crearon sable alguno, también son buenos para la espada. 

Scherer y Gertz están metidos en un pleito personal que ya se volvió más público que un baño de mercado. 

Su affaire servirá a los historiadores del futuro para desentrañar los conflictos en la cumbre de la política nacional. 

No es la primera vez que ocurre un pleito de esas dimensiones, pero sí es la primera vez que los mexicanos nos estamos enterando hasta de los detalles más ínfimos. 

Algunos conflictos graves entre personajes de altos vuelos tuvieron como protagonistas, por ejemplo, a Luis Echeverría y José López Portillo. 

El segundo se le fue encima al primero desde el arranque de su gobierno pese a que éste lo nombró como su sucesor. 

Wikileaks reveló un cable del embajador Jova en el que éste hablaba de un plan de Echeverría para asesinar al entonces presidente electo. 

Dicho asesinato jamás se dio, pero gracias a Wikileaks todo México se enteró del plan. 

Echeverría venía de enfrentarse a otro ex presidente: Gustavo Díaz Ordaz, quien se arrepintió de haberlo elegido como sucesor. 

En un pasaje de sus memorias —publicadas en el libro La Presidencia Imperial, de Enrique Krauze—, Díaz Ordaz refiere que todos los días al mirarse en el espejo lo primero que se decía era “¡pendejo, pendejo, eres un pendejo!”. 

Ernesto Zedillo fue beneficiado por Carlos Salinas de Gortari con la candidatura del PRI tras el asesinato de Colosio. 

Durante su campaña, fue arropado por la familia Salinas en pleno. 

Comía con don Raúl Salinas Lozano y con Raúl Salinas de Gortari. 

Se llamaban todo el tiempo. 

¿Qué ocurrió? 

Una vez que llegó a la Presidencia, Zedillo dejó de comunicarse con ellos. 

Y algo peor: planeó todo —tras el célebre Error de Diciembre— para involucrar con alevosía y ventaja al hermano del ya ex presidente en diversas averiguaciones previas. 

¿Cómo olvidar a la Paca y al subprocurador Chapa Bezanilla en esa tragicomedia llena de basura y mentiras que culminó con la aprehensión de Raúl Salinas? 

A lo largo de los diversos sexenios hemos seguido viendo esos desencuentros, pero ninguno tan público y escandaloso como el que hoy estamos viendo. 

¿Quién será más diestro en el arte del sable? 

¿Gertz o Scherer? 

¿Quién cuenta con el aval y la confianza del presidente López Obrador? 

No es difícil imaginarlo. 

Algo es cierto: Scherer nada tiene que perder. 

¿Dejó de ser el hombre fuerte de Palacio Nacional hace algunos meses? 

En cambio el fiscal Gertz viene de escándalo en escándalo de un tiempo a esta fecha. 

Su traje, antes inmaculado, tiene una espantosa mancha de tomate. 

Y lo peor es que todos los días crece más. 

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