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sábado, abril 27, 2024

El gobernador y los aspirantes a Casa Aguayo (un daguerrotipo del viernes)

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Una imagen inédita recorrió las redes hace unos días: 

Sentados, en una larga mesa, estaban el gobernador Sergio Salomón Céspedes y los tres aspirantes más firmes a la candidatura de Morena a la gubernatura de Puebla. 

En orden alfabético: el senador Alejandro Armenta, el secretario (de Gobernación) Julio Huerta y el presidente de la Jucopo (en San Lázaro), Ignacio Mier. 

A la derecha del gobernador, Mario Delgado, dirigente nacional de Morena. 

Hasta el 13 de diciembre pasado esa imagen era impensable. 

Y es que el gobernador Miguel Barbosa Huerta estaba enfrentado públicamente a dos de los protagonistas: Delgado y Mier. 

La ruptura con ambos había sido brutal pese a que en el pasado reciente hubo una gran cercanía. 

Los agravios estaban sobre la mesa, y no se disimulaban. 

¿Qué ocurrió para que éstos ingresaran a Casa Aguayo? 

El arribo a la gubernatura de Sergio Salomón. 

La novela Guerra y Paz, de Tolstói, es un viaje de cincuenta años por la historia de Rusia a través de cinco familias aristocráticas. 

La novela poblana que trazó el gobernador Barbosa fue un viaje de una década por la historia política local a través de cinco gobernadores (incluido él). 

Tolstói va de la guerra a la paz. 

Su épica inicia, faltaba menos, con la invasión napoleónica. 

La épica del gobernador Barbosa arranca con el proceso de desmontar el modelo de negocios creado durante el morenovallismo. 

En ese lapso, sostuvo también una guerra intestina que culminó con la aprehensión de varios y diversos actores. 

Y cuando don Miguel se preparaba para disfrutar la paz, se le atravesó la muerte. 

A partir de la madrugada del 15 de diciembre, el gobernador Sergio Salomón ha venido activando los protocolos de la paz. 

No le toca a él la guerra, menos aún en el quinto año de un sexenio que ha visto pasar a dos gobernadores constitucionales, un gobernador interino y dos encargados de despacho. 

El quinto año es el más complicado de todos. 

Y es que —en el caso poblano—, a la sucesión presidencial le sigue la sucesión en Casa Aguayo. 

Y eso requiere de una alta cirugía política. 

Ante el llamado nacional de piso parejo, el gobierno de Puebla no puede taparse los oídos. 

Y eso es lo que el gobernador está haciendo. 

Ésta es la raíz de la imagen que todos vimos el viernes. 

Sergio Salomón terminó por ponerse por arriba de los conflictos y los actores interesados en la sucesión. 

Eso le da la autoridad moral necesaria en momentos como éstos. 

También lo dota de un liderazgo político a dos meses de haber asumido la gubernatura. 

Desde que inició sus reuniones con las dirigencias de los partidos se veía venir esta reunión de aspirantes morenistas. 

Y tenía que convocar a todos. 

La excepción hubiese roto el fondo y la forma. 

Venimos de una guerra brutal, pero necesaria. 

Estamos entrando a una paz que requiere diálogo y certidumbre. 

Hay dos antecedentes claves:  

Los encuentros con el presidente López Obrador y con el secretario de Gobernación. 

La reunión del viernes cerró la concha al mandar un mensaje de inclusión que llegó hasta Palacio Nacional. 

El piso parejo es la nueva realidad política en Puebla. 

No hay otra lectura de esta acción. 

 

Mensaje a Verónica Vélez. Querida Vero:  

El coro de ladridos y graznidos es también una forma de homenaje. 

Un gran abrazo. 

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