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sábado, abril 27, 2024

Relaciones bilaterales entre el lenguaje y la escritura 

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¿Por qué decimos que la escritura no es una transcripción de la lengua oral, sino una representación?  

Una representación no necesariamente corresponde a un objeto físico del mundo.  

Se puede entender que un objeto representado que corresponde a un objeto 1 siempre va a estar en relación directa con el objeto que representa; objeto 2, entre ellos va a existir una relación bilateral que dialoga.  

En la medida en que un objeto y otro interactúan, se empieza a definir el mismo objeto. Pero el sistema de la escritura nos hace ver el objeto de una manera distinta y esto es lo más importante de una representación.  

El representante no toma todas las propiedades de lo representado porque sería una copia y la escritura no es así. El representante es activo porque impone sus formas a lo representado, por eso la relación es bilateral e interactiva y si lo que se representa es un producto de una operación intelectual, o sea un producto conceptual. Cada escritura va a conceptualizar el lenguaje de manera distinta; sistemas de escritura diferentes y no necesariamente alfabéticos, entonces cada sistema nos va a mostrar el objeto de una manera distinta. Esto corresponde a algo muy importante de la representación.  

En este sentido, la escritura está considerada como un sistema de signos gráficos, pero las escrituras fonográficas no son alfabéticas necesariamente. En el caso de las onomatopeyas, podemos comprender que una escritura no sólo depende de la simple transcripción de los sonidos. Además, por medio de la fonotáctica podemos saber que las onomatopeyas sonoras son representaciones lingüísticas que cambian de acuerdo a los hablantes y por ejemplo; las onomatopeyas escritas son dirigidas por la ortografía. Estos dos enfoques nos hacen comprender que el lenguaje no determina la escritura, sino que hay una interrelación entre escritura y lenguaje. Existen escrituras que son representadas por medio de la sílaba y otras por medio de los segmentos.   

En esta medida; es posible una definición de escritura que no se centre en el lenguaje. La escritura existe como objeto material, pero sólo va a entenderse su valor simbólico en la medida en que nosotros lo entendamos, se debe descifrar, tratar de entender los procesos de relación. Aquí es donde entran en juego los procesos de adquisición y los procesos de invención. Algunas de las propiedades de los sistemas notacionales; son la secuencialidad, un compuesto de símbolos finitos, la repetición; que es producto de la combinatoria. Estas características nos aportan particularidades específicas para saber diferenciar un sistema de escritura y un sistema de representación gráfica.   

En la medida en que un objeto y otro interactúan es cuando se empiezan a determinar, este es el punto de partida para ver la escritura, lo cual tiene que ver con el proceso de creación histórica de la escritura.   

Para entender estos conceptos se debe tomar en cuenta la noción de escritura silábica. Para esto tienen que ver las cualidades que se le atribuyen a los segmentos.  

La escritura alfabética caracteriza una marca por cada segmento vocálico o consonántico.  

En el periodo fonográfico, las letras surgen para representar la sílaba. Primero se hace un análisis cuantitativo y luego un análisis cualitativo. El pensamiento humano es silábico.   

Entonces el principio alfabético es una conceptualización. Para comprender las diferencias hay que tomar en cuenta que la escritura continua no es considerada una representación alfabética debido a esta condición de pensamiento silábico. Además, el ser alfabético implica una reconstrucción de conceptualización académica. 

Discutiendo la veracidad de la siguiente afirmación: “La fonetización guio la evolución de la escritura, de tal modo que su desarrollo alcanzó su punto culminante en el alfabeto”  

Podemos decir que en la medida que la escritura es parte de los símbolos, se necesita un proceso intelectual para procesar los símbolos presentados.   

Tomemos en cuenta que el ideal de la escritura no es fonético. La recuperación del significado es importante para la escritura, sin la capacidad de fonetizar o fonemizar.   

Las escrituras fonográficas no necesariamente son alfabéticas, la mayor parte de la humanidad sigue escribiendo por medio de escrituras silábicas. La noción de sílaba tiene varias maneras de pensarse. El hablante crea esquemas representativos y el desarrollo psicológico también tiene que ver con esto. Nos ayuda a aprehender el objeto, esto es el proceso de adquisición y el proceso de invención también.   

 El proceso de adquisición de la escritura tiene que ver con categorías.   

Por otro lado, lo que caracteriza a un sistema notacional es la secuencialidad, que está compuesto de signos finitos, asume una repetición sin patrón fijo que es producto de la combinatoria, es decir; La sintaxis.  

Que los signos sean finitos refiere a que existen diferencias entre un signo y otro, debe haber entre ellos ciertos rasgos que permitan ver la diferencia.  Las diferencias deben ser claras y discretas.  En el caso de los números sabemos sabe que se tiene un conjunto finito de signos que se distinguen y que son limitados, con esos números tenemos una combinatoria infinita.   

En el caso de los fonemas existen variaciones, pero no suficientes para confundirse con la variación del que le sigue.  

Si bien, la vía sonora es una de las maneras de entender el símbolo.   

El emblema es un signo en el que el nombre y el signo no se distinguen del todo. En este sentido; muchas veces se confundió el emblema con el token. En un comienzo eran representadas como marcas (tokens), como el caso de los quipus peruanos, es decir; comienza a existir un registro. De manera que existen cosas fáciles de dibujar. Luego surgen las necesidades de representar nombres, los nombres de las personas, especialmente. Así es que comienza a surgir la sintaxis, cuando se crean nuevos nombres. Entonces, a partir de una combinatoria surgen composiciones.   

Tomando en cuenta que la escritura es un sistema de representación, Ferreriro menciona que la escritura es un proceso de invención; ya que el niño redescubre. El proceso de creación de las escrituras es un proceso intelectual y lo mismo el proceso de adquisición de la lengua, para la persona que intenta entender esa escritura se manifiesta como si empezara el proceso histórico de la escritura misma, porque lo que hace es descubrir todas las condiciones de ello, esto está basado en la idea de piagetiana, una forma más constructivista.  

Un ejemplo que nos podría dar cuenta de la afirmación de Emilia Ferrerio puede ser que, en el caso de la escritura en el español, el conjunto de tipos de “A” (A, a, α) que son letras diferentes, para un niño no es evidente, él ve cosas diferentes, pero no sabe que es lo mismo. También para el caso del repertorio /p/b/d/q/, el niño no sabe que esas cosas son distintas.  Para poder descifrar esto se debe hacer una serie de operaciones intelectuales y no nada más conceptuales.  

  El niño que va a aprender una escritura alfabética no la va a inventar porque materialmente está allí, pero eso no quiere decir que está conceptualmente en la mente del niño, solo existe para uno en la medida que uno lo entiende. A esto refiere Ferreriro cuando menciona que el niño en el proceso de adquisición de la escritura reinventa.  

El símbolo como objeto material existe, pero solo es símbolo cuando lo entendemos.  

Por ejemplo; los símbolos patrios: Para entender la reproducción completa de la escritura nosotros tenemos que descifrarla, es decir; tratar de entender las condiciones de su producción y las relaciones que suceden, esto es el centro del proceso de adquisición.   

 Un ejemplo que nos puede apoyar para comprender este postulado de Ferreiro es tomando en cuenta los estudios de Harris en donde habla de la importancia del Emblema y el Token. El ejemplo claro podrían ser algunos códices donde se muestran los pagos con tributos en donde se colocaba el dibujo de las vestimentas y el conteo. En este sentido Harris menciona que este tipo de representaciones son una revolución intelectual, porque se coloca el conteo separado del token sin confundirse, lo mismo pasó con la escritura sumeria y este mismo fenómeno se emplea para hacer comprender al niño; las diferencias entre conteo y representación notacional del nombre; al niño se le enseña en la escuela que coloque en su cuaderno “tres manzanas” y que se represente de la siguiente manera:  

 

“TRES MANZANAS” 

Ahora bien: ¿Por qué decimos que ni los sonidos ni las letras son evidentes para el niño que comienza el proceso de adquisición de la lengua escrita?  

Porque todavía no está familiarizado con el repertorio simbólico.  

Como se pudo observar a lo largo del curso el proceso de adquisición de la escritura involucra procesos intelectuales, que en base a la observación el niño se va familiarizando con el repertorio simbólico. En un primer acercamiento con las letras el niño desconoce su funcionamiento, no puede asociar el sonido con el símbolo, pero sin embargo tiene nociones fundamentales para el reconocimiento del fenómeno silábico. El silabario ayuda a no tener ambigüedades, por eso son importantes los estudios de Ferreiro y Zamudio en el sentido en que comprueban como los niños en el contacto más estrecho con la escritura entienden procesos silábicos, desde más simples a más complejos, de acuerdo con su propia experiencia en la práctica. En un primer momento la distinción de símbolos es importante, en lo que se van familiarizando con el repertorio alfabético. Por ejemplo; se puede observar en estos estudios con niños que realizan procesos de combinatoria a temprana edad, incluso hay niños que muestran combinaciones de direccionalidad en los caracteres. 

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