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martes, mayo 7, 2024

El gobierno es un sistema

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Continuando con la Triada Organizacional, añadimos un nuevo elemento para su explicación:

Vamos a empezar por la Teoría General de los Sistemas, cuyos antecedentes datan desde el inicio de la filosofía y la ciencia. Es una teoría de teorías, es un esfuerzo de estudio interdisciplinario que trata de encontrar las propiedades comunes a entidades, los sistemas, que se presentan en todos los niveles de la realidad, pero que son objeto de disciplinas académicas diferentes.

Está presente en las ciencias exactas como en las inexactas; en las ciencias naturales como en las ciencias sociales. Considerando que las primeras ya están dadas por la naturaleza a través de leyes y el científico únicamente tiene que descubrirlas, en tanto que las ciencias sociales son probabilísticas (el ser humano es el principal actor en estas últimas).

Todo lo que existe es un sistema que forma parte de un sistema más grande y éste, a su vez, de uno mayor, hasta el infinito.

En este sentido, un sistema está formado por subsistemas y éstos, a su vez, por subsistemas más pequeños hasta la partícula más pequeña e invisible.

Así, un sistema es un conjunto de elementos interrelacionados e interdependientes que forman un todo holístico y que buscan el mismo objetivo. Si una de las partes o subsistemas falla, el sistema en su conjunto empieza a deteriorarse hasta que muere.

Un partido político no está exento de esta eventualidad.

Un partido político es un sistema, una máquina de generación de adeptos traducidos en votos, si no funciona adecuadamente, por las razones que sean, el partido en turno se empieza a desequilibrar hasta que deja de funcionar. Hay muchos ejemplos por todos conocidos del porqué un partido político, que mantiene prácticas toxicas, va perdiendo credibilidad.

Vuelvo y repito: “Hacer política es hacer creer”.

Otro concepto de la Teoría General de los Sistemas es la Entropía: el grado de desgaste que tiene todo sistema por el solo hecho de existir.

Todo sistema, desde que nace, empieza a morir.

Un automóvil, por ejemplo, desde que sale de la agencia empieza su proceso de depreciación, el ser humano desde que nace, también empieza a morir, etc. Nada es eterno, el sistema tiende a la muerte.

¿Cuál sería el antídoto para esta realidad (entrópica) de los sistemas?

La homeostasis.

Es el termostato del sistema, es el equilibrio del mismo, y esto se da a través del mantenimiento, de su actualización.

Los elementos de todo sistema son: la entrada, el proceso y la salida.

Según la Triada Organizacional. La entrada se da en la alta dirección, el proceso en los mandos medios y la salida en el nivel operativo.

Llámense, según el Sistema Nacional de Planeación: Plan Nacional de Desarrollo, Programas sectoriales y POAS (Plan Operativo Anual).

Alta dirección: Nivel Estratégico, Plan Nacional de Desarrollo, Objetivos a Largo Plazo. Mandos Medios: Nivel Táctico, Programas Sectoriales, Objetivos a Mediano Plazo. Nivel Operativo: Plan Operativo Anual, Objetivos a Corto Plazo.

El POA guía las acciones en concordancia con las directrices superiores, y está alineado al Programa sectorial.

Para los políticos ignorantes que opinan que las políticas de gobierno son meras ocurrencias o caprichos de los gobernantes en turno, les invito a que lean el PND 2019-2024 para que les caiga el veinte de todas sus sandeces y cinismos que, a estas alturas (campañas electorales), todavía sostienen.

Justamente, estas cuestiones marcan la diferencia en un debate.

En este sentido, la ciudadanía (llámense electores, perrada, infelizaje y otros calificativos) tiene en sus manos la decisión de cambiar la realidad y no únicamente conocerla. Según Marx en sus 11 tesis sobre Feuerbach: “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”.

 

Conclusión:

La alta dirección planea; los mandos medios implementan y los niveles operativos están permanentemente sujetos al control.

Por lo tanto, la lógica administrativa dice que hay que planear, hay que implementar y hay que controlar.

Un analfabeta político, si se dedica a la política, será un político analfabeta. Por lo que: Maquiavelo, Bertalanffy, Marx, Fayol, y el mismísimo maestro Carlos Hank González, podrían tener algo de razón.

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