Lo que pasa al día siguiente, siempre se relaciona con justificar, lo que salió bien y en especial, lo que salió mal. El ejercicio siempre será útil, para corregir.
Para ganar, se tenía que quedar en primer lugar, en las preferencias o intención de voto, en la encuesta oficial de Morena. Ese fue el objetivo. Esa fue la razón principal para decidir y esa fue la testimonial pública para legitimarla.
Alejandro Armenta, ganó, porque quedó en primer lugar de la encuesta oficial.
La distancia con el segundo lugar, es, ahora, poco significativa, porque, nunca se puso alguna regla para ganar, por ejemplo, solo se estableció, sin mencionarlo por su nombre técnico, el tema “empate técnico”, cuando, el primer lugar fuera varón y el segundo mujer, a efecto de aplicar la regla de la paridad.
En el triunfo del senador Armenta, no hubo, ni habrá, suspicacias. Ganó y ganó bien.
Ahora necesita integrar a todos en un solo equipo. De eso depende, reunir 2 millones de votos, como se ha propuesto. Ganar la gubernatura no está a discusión. Todo indica que los electores poblanos respaldarán, en su mayoría, a la coalición de Morena, el candidato Armenta, es un candidato fuerte y respetado.
Nacho Mier, integró una estructura, que se mantiene leal y activa a Morena. Ha reconocido el triunfo del senador Armenta y, se dispone a la campaña, como todos los que participan en política, buscando posiciones. Lo que sigue, es multiplicar la capacidad de recibir votos en la elección. No son el único grupo. Pero los dos, Armenta y Nacho, reúnen la mayoría de electores, en este proceso electoral.
La inteligencia política requiere que los dos vayan unidos y que, sus seguidores, se integren. Ganar Puebla no será un día de campo.
La militancia real en Morena es muy reducida. No alcanzaría para ganar la elección. Serán los simpatizantes los que determinen la capacidad y calidad para ganar. Para ellos, un testimonio de fuerza y unidad serían una condición necesaria para integrarse.
Las encuestas, con todos los riesgos de creer en ellas, solo muestran opiniones, en un momento determinado, que, por supuesto, pueden cambiar el día de la elección.
Alejandro Armenta tiene el conocimiento, la experiencia y la capacidad para construir el segundo piso de la 4T en el estado de Puebla.
No es una tarea fácil, en un territorio que siempre ha sido laboratorio político de todos los modelos de actuar en política nacional. Será muy complicado en un centro demográfico poblano pleno de herencia y patrimonio panista.
De hecho, el corredor político más conflictivo, está, precisamente localizado en el polígono geográfico, de Atlixco, Texmelucan, las dos Cholulas y la ciudad de Puebla. Aquí está la mayor cantidad de los votos que habría que arrebatar al panismo, para asegurar ganar la elección.
Esos cinco municipios reúnen también el mayor presupuesto en la entidad. De ahí, también, la tentación de servir a los ciudadanos, lo que supone una competencia, real y complicada.
Asegurar que jalen parejo, quienes identificados con Nacho Mier, se ubican en el segundo lugar, depende no solo de la invitación del virtual candidato a gobernador, Alejandro Armenta, depende también del trato y los espacios.
Así lo está haciendo el senador Armenta, lo que ratifica su sabiduría construida en una larga carrera política y en la administración pública. Armenta sabe bien el costo de oportunidad que representa atraer a quienes podrían refugiarse en una lealtad pasiva. El voto de ellos, no es suficiente para ganar, se necesita sean productores de más votos.
La unidad se pervierte a eslogan cuando no se respalda con decisiones honestas y acciones oportunas y suficientes. Todos estarán con Alejandro Armenta, tarde o temprano, pero lo importante es que sea a tiempo. De ahí que la apertura del senador Armenta es honesta, más allá de la cortesía. Se necesita a todos. Nunca habrá una elección fácil, ni para Morena que, hoy, pudiera sentirse un partido todopoderoso.
