Ya están las dos semifinales listas. Los genios de la FMF puestos por las televisoras, no podían haber calculado los enfrentamientos que esta semana se darán: los dos clásicos más importantes del fútbol mexicano y con ello, la cantidad de televidentes que tendrán. Estos choques darán para más en el rubro comercial, porque en la final quedará un equipo de Nuevo León contra un equipo que siempre se disputa la preferencia nacional de los aficionados. El combo semisalvaje y final, como anillo al dedo les quedo.
En el América-Chivas, más allá de ser un clásico nacional en el cual se disputarán la llegada a la final, por ser clásico, tiene más ingrediente como para dar con facilidad un probable ganador. Si le quitamos lo del clásico, nos encontramos con un Chivas siendo el equipo más dinámico del fútbol mexicano, que ejercen esta virtud al cien por juego, con mucha llegada por fuera, pero sin gol.
Por el otro lado, un América con un técnico con autocrítica y que sabe que lo qué pasó contra San Luis no le puede pasar otra vez, que durante el torneo siempre puso la pauta y el peso de los juegos, con un poder de tener la pelota y un ataque fuera de toda duda. Le queda el tema de su defensa. La expulsión de su central Reyes, que no tuvo su mejor torneo, les pesó en cuartos de final y el señor Ortiz tendrá que hacer en algo que es palpable: sus grandes problemas en defensa.
Lo bueno es que el rival, más allá de sus múltiples llegadas, en el último tercio de la cancha, por arte de magia se evaporan sus intentos. Si solo el 10 por ciento de sus llegadas acabarán en gol, este equipo sería campeón, pero esa falencia que tienen al no tener el hombre que las empuje, lo hacen en equipo del ya mérito.
Para como venían después de lo hecho en otros torneos y las dudas en cuanto a su nuevo técnico, este torneo fue magnífico para las Chivas, pero ante las carencias de uno y el otro, Chivas quedará en el camino.
Del clásico regio, Monterrey y su técnico tendrán que ser serios en los dos cotejos, jugar a lo que el 80 por ciento del torneo hicieron, ante un rival que tuvo una de cal, contra Toluca en su cancha, con Lainez y compañía dando su mejor juego en todo el torneo, contra muchas de arena, inclusive el juego de vuelta contra Toluca, que ante una falta del minuto 37 estaba fuera con un 3-0 lapidario y que el rival, los deja crecer y a la postre anotar un gol que les da el pase a la siguiente ronda.
Dicho lo anterior, la final tendrá que ser Monterrey contra América y, como dije en párrafos anteriores, el aparato comercial seguirá al alza.
En la semana previa a la final, vendrá el otro tema que para mí tiene más importancia que la final misma. Será en la junta de propietarios dónde se tendrán que definir muchos temas que serán la punta de la lanza para los siguientes años. El número de extranjeros en cancha y en contratación, descenso y ascenso, liga de expansión, designación de puestos importantes en el organigrama, el limar asperezas entre los diferentes grupos formados en torno al fútbol mexicano, el rumbo deportivo que tomará el deporte: ¿El progreso deportivo en cuanto a la exportación de talento y otro tipo de roce internacional, o el económico y las alianzas con el país del norte, esto traducido en dólares?
El campeón de cualquier forma se tendría que dar, sea cual sea el ganador, pero las decisiones a mediano y largo plazo llegan en un momento en el cual, o te bebes la copa o la derramas. Mi petición es que se la tomen.
“No podría ser de otra manera”.
