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domingo, mayo 5, 2024

Beltrones y Gamboa: el Regreso de los Muertos Vivientes

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Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa son los más felices con la declinación de Beatriz Paredes.

Y es que los dos hombres más fuertes del priismo anhelan volver al Congreso federal en la próxima legislatura.

Quieren ser senadores o diputados por la vía plurinominal y convertirse en los hombres poderosos que fueron hasta antes de la llegada a Palacio Nacional de López Obrador.

Sus fichas moverán otras fichas, por lo que veremos el Regreso de los Muertos Vivientes.

Todos ellos le apuestan a que Morena no gane la mayoría calificada.

Beltrones fue en su momento una especie de vicepresidente.

No sólo en el gobierno de Peña Nieto, sino en los del PAN.

Todo pasaba por sus manos.

Un movimiento que le ganó la querencia de Felipe Calderón ocurrió cuando éste debía rendir protesta ante una cámara de diputados tomada de cabo a rabo por la oposición.

Todo estaba severamente vigilado para evitar los accesos del presidente Vicente Fox y de Calderón.

Beltrones, mejor conocido como Don Beltrone, mandó construir un pasadizo de ocho metros de alto en la zona conocida como el salón Detrás Banderas.

Al estilo Chapo Guzmán, Fox y Calderón, así como un general del ejército mexicano, subieron la escalera que conducía a la legalidad.

Evidentemente arribaron ligeramente cubiertos de polvo y cal.

Una vez limpios, ingresaron por la puerta que conduce al Salón de Plenos ante el asombro de los diputados que habían bloqueado todos los accesos.

De esa manera, y siempre gracias a Beltrones, Calderón rindió la protesta de ley que lo convirtió en presidente de México.

Mi fuente me dice que ese pasadizo secreto permanece intocado.

 

El buen humor del presidente López Obrador. Hace algunos días ocurrió una reunión reveladora en Monterrey, Nuevo León.

Ahí estaban reunidos algunos de los empresarios más importantes de la zona.

Algo así como la tercera parte del Producto Interno Bruto del país.

El invitado de honor fue el presidente López Obrador.

Una de las chequeras más robustas pidió la palabra para reconocer, en su norteño avanzado, que sus ganancias de 2018 para acá —pese a la pandemia que paralizó todo— eran extraordinarias.

“Ni en los gobiernos del PRI y del PAN me ha ido tan bien”, agregó.

Las felicitaciones se acumularon.

El presidente no esperaba tanta euforia ni tanto agradecimiento.

Sobre todo porque los empresarios regiomontanos tienen fama de petulantes y reaccionarios.

El presidente fue felicitado por su política económica, por el abatimiento de la pobreza y por las grandes inversiones que está realizando en conjunto con la iniciativa privada.

No lo dijeron, pero seguramente esperaban que la actuación del gobierno de la 4T fuera similar a la de Venezuela.

Los abrazos abundaron al término del encuentro.

Ya se ve por qué el presidente anda tan contento de unos días para acá.

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