La secretaria de Economía estatal, Olivia Salomón, nunca ocultó ni renunció a sus aspiraciones a la gubernatura de Puebla. A diferencia del resto de los aspirantes decidió hacerse a un lado de la práctica común: inundar con espectaculares el estado para posicionar su nombre. Lo que hizo fue irse a los pueblos y trasladar todo el andamiaje de la dependencia para demostrarle a los ciudadanos que la 4T se resume en una sola frase: Que nos vaya bien a todos. Ahora como aspirante de tiempo completo -libre de un cargo público que siempre trató de cuidar para evitar que se generara cualquier suspicacia de desvío de recursos y cuidar la imagen del actual mandatario estatal- puede hacer uso de los recursos que mejor le convengan en su búsqueda por la nominación morenistas. Que el anuncio de su salida del gobierno del estado haya sido a través del gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina y ocurriera después del Consejo Nacional de Morena -en el que fue ungida la exjefa del Gobierno de la Ciudad de México- es un dato que no debe perderse vista. Es, quizás, el soplido de los nuevos aires del país. Lo que sí es un hecho es que los datos duros de la contienda interna para elegir al candidato presidencial de Morena-PT-Verde obligan a que haya un análisis frío, sin triunfalismos. Veamos: Claudia Sheinbaum Pardo obtuvo el 38.6 por ciento de las simpatías en la encuesta realizada en Puebla por Morena para definir al coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación. Le siguió Marcelo Ebrard, con 21.1 por ciento. El tercer lugar no lo ocupa ninguno de los aspirantes sino los indecisos, con 14.4 por ciento. De ahí sigue Gerardo Fernández Noroña y Adán Augusto López Hernández, con 8.8 y 8.2 por ciento, respectivamente. A esto hay que sumar otros estudios que miden el comportamiento electoral en la zona conurbada de Puebla, en donde se concentra el 60 por ciento del electorado. Todos los estudios demoscópicos apuntan que hay un empate técnico entre el Morena-PT-Verde y el Frente Amplio por Puebla (PRI-PAN-PRD). El asunto de fondo es que Claudia Sheinbaum requiere de una figura que le ofrezca competitividad más allá de la marca de Morena, es decir, que sea capaz de penetrar en aquellos sectores en los que la Cuarta Transformación nunca podrá entrar. La única que hasta el momento cumple con ese perfil es justamente Olivia Salomón. Aclaramos: Una cosa es que cumpla con el perfil y otra muy diferente que ella vaya a ser la candidata de Morena a la gubernatura. Que el porcentaje de los indecisos sea el tercer bloque más importante de la encuesta de Morena -realizada a población abierta- dice muchísimas cosas del comportamiento electoral que se espera. Solo un iluso creería que todo está decidido. La elección de 2024 será una guerra a muerte en la que ganará quien tenga la capacidad de entender al electorado. Pensar que los ciudadanos son tontos o que su papel será menor en los próximos comicios significa no entender nada. Los datos son fríos. Las decisiones también deberían serlo.
viernes, mayo 10, 2024
