Los rastros en la entidad poblana de Corporativo Kosmos, bautizado por medios de comunicación como “El Cártel de la Comida”, pueden hallarse en las gestiones panistas de Rafael Moreno Valle Rosas y José Antonio Gali Fayad, quienes le entregaron a Producto Serel, una subsidiaria del consorcio de la familia Landsmanas, 15 contratos por un monto de mil 274 millones de pesos para alimentar a policías estatales y reclusos en Puebla.
Los contratos fueron entregados en 2015 y 2017 cuando Kosmos y sus subsidiarias ya habían sido presas del escándalo por ofrecer comida en estado de descomposición y/o contaminada con salmonelosis en el penal de Puente Grande, Jalisco, además de que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) tenía en su poder las denuncias de familiares de internos de otros penales del país por la pésima calidad de la comida que le ofrecían a los reos.
Hoy, Productos Serel prácticamente se encuentra fuera de operación en Puebla, pero los rastros de Corporativo Kosmos siguen vigente a través de Abastos y Distribuciones Internacionales (Abadi) que, de acuerdo con versiones periodísticas, tomó el lugar de Serel en los contratos de alimentos en gran parte del país, incluida la entidad.
El caso más reciente es la decisión del Ayuntamiento de Puebla, a cargo de Adán Domínguez Sánchez, y del Sistema Municipal DIF de otorgar un contrato abierto hasta por 35 millones a la firma para la compra de despensas, que fueron repartidas en plena veda electoral a través de un programa que antes era inexistente.
RELACIONES DEL EMPORIO
De acuerdo con la Plataforma Nacional de Transparencia, en lo que respecta a Productos Serel, entre 2015 y hasta finales del 2017, fue la consentida del sexenio morenovallista, al recibir numerosos contratos con la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y el Sistema Estatal DIF, con funcionarios involucrados como David Rosas Armijo o Facundo Rosas, cuyas firmas aparecen en los fallos.
El amasiato entre el gobierno estatal y la empresa incluso le permitió a ésta última hacerse de un contrato en comodato en agosto de 2014, en el que David Rosas Armijo, exdirector del DIF, les brindó un inmueble para el almacenamiento de sus productos alimenticios.
Este comodato fue el inicio de una relación económica a gran escala que no se hizo esperar: Sólo siete meses después, en marzo de 2015, la SSP a cargo de Facundo Rosas otorgó un contrato por 706 mil 296 pesos para el suministro de insumos para el personal operativo de los arcos de seguridad ubicados en los municipios de Huejotzingo y Palmar de Bravo.
Le siguió uno más en octubre de ese año por 305 mil 208 pesos para suministrar alimentos para el personal operativo de la Dirección de Operaciones Policiales adscrita a Ajalpan y uno más en febrero de 2016 por 191 mil 037 pesos para insumos en la Academia Estatal de las Fuerzas de Seguridad Pública.
La empresa siguió como consentida del gobierno panista al entregarle un contrato más por 144 mil 050 pesos para el suministro de alimentos “box lunch” para los elementos operativos de la corporación entre el 4 y 7 de mayo de 2016.
Sin embargo, la mina de oro para Productos Serel ocurrió cuando firmó con el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia el 3 de junio de 2016, un contrato por 1 mil 173 millones 645 mil 652 pesos para el “suministro de programas alimentarios del periodo 2017 y 2018” de la dependencia.
En dicho contrato, el Ejecutivo pactó la entrega de diversos programas: desayunos escolares en modalidad fría y caliente, apoyo alimentario a casas de asistencia, rescate nutricional, programa “iniciando una correcta nutrición”, apoyo alimentario a personas con discapacidad, apoyo alimentario a municipios con carencia alimentaria e invernal y apoyo a adultos mayores.
Este contrato abarcó dos años completos de la administración de Tony Gali Fayad, en los que productos Serel fue una de sus principales concesionarias para encargarse de los programas alimentarios del DIF, recibiendo en promedio un millón 630 mil pesos diarios por sus servicios.
Estos beneficios no terminaron con el contrato multianual firmado por parte del DIF. Durante 2016, aún bajo el liderazgo de Moreno Valle, los pagos por el suministro de “box lunch” con la SSP se mantuvieron: uno fue entregado de forma abierta con un monto mínimo de 649 mil 792 pesos y máximo de 1 millón 624 mil 480 pesos, otro por 454 mil 607 pesos y dos más por 1.7 millones y 124 mil 344 pesos.
El segundo monto más relevante entregado a la familia Landsmanas fue el otorgado en 2017 para “suministro de insumos, víveres y productos” que fue de forma abierta con un monto mínimo de 34.2 millones y máximo de 85.7 millones de pesos,
Este convenio incluyó el suministro de alimentos para los tres Centros de Reinserción Social del estado y el Centro de Internamiento para Adolescentes, así como para elementos policiales.
A la par del enriquecimiento que obtuvo la firma en Puebla y otras entidades, los escándalos también fueron una constante en torno a Productos Serel y el consorcio del que forma parte, siendo señalada por simular competencia en procesos de adjudicación por la vía “invitación a cuando menos tres personas”, donde sus empresas aliadas, La Cosmopolitana y Abadi, también concursaron.
Aunque Grupo Kosmos y sus empresas tienen una trayectoria de más de dos décadas en la industria, recientemente se han visto envueltos en escándalos de corrupción y sanciones por la calidad de sus productos.
En 2016, por ejemplo, el Centro de Reinserción Social en Mexicali otorgó directamente un contrato de 20 millones de pesos a La Cosmopolitana para alimentar a los internos, a un costo de 61 pesos por alimento, el doble que en otras entidades.
En 2017 y 2018, en el Cefereso de Puente Grande, Jalisco, donde La Cosmopolitana proveía alimentos, se reportaron 810 y 787 internos con enfermedades gastrointestinales respectivamente.
En 2018 la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda congeló cuentas de Grupo Kosmos por presunto lavado de dinero en despensas vendidas a Venezuela, con un sobreprecio del 120 por ciento.
Mientras que un año después, el reportaje “El Cártel de la Comida” de Quinto Elemento Lab y VICE expuso cómo Grcartel de la comidupo Kosmos monopolizó la venta de alimentos al gobierno durante tres sexenios, con prácticas como amenazas a competidores y colusión con funcionarios.