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jueves, noviembre 21, 2024

El Yunque activa a la Coparmex para salvar a Eduardo Rivera y atacar a Armenta

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La preocupación al interior del PRIAN por el desplome de su candidato a la gubernatura de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, que enfrenta una desventaja de 28.6 puntos en las preferencias electorales, llevó a la ultraderecha a activar a uno de sus últimos resquicios empresariales, a fin de forzar, por medio de la Coparmex, a la realización de un segundo debate entre los aspirantes a Casa Aguayo y de esa manera alimentar la alicaída campaña del exalcalde.

Pero la intentona fracasó y con eso se abrió la segunda etapa de la estrategia montada por la ultraderecha que arropa al candidato panista: El inicio de una campaña contra el morenista Alejandro Armenta Mier para culparlo de no querer debatir y/o esconderse.

Todo comenzó este martes, cuando Rubén Furlong, presidente de la Coparmex Puebla, a través de su red social, convocó a los candidatos a la gubernatura a un nuevo debate, a efectuarse el 28 de mayo.

La iniciativa de la organización empresarial, ligada a la ultraderecha poblana, tenía como finalidad salvar la estrategia de Eduardo Rivera para forzar al morenista Alejandro Armenta a un segundo encuentro y con eso tener más reflectores para capitalizarlos electoralmente en el posdebate a unos días de la jornada comicial, luego de que el Instituto Electoral del Estado rechazara la petición por realizarse de manera extemporánea.

A la par, un segundo debate estaría ligado a otra estrategia de tipo nacional: extender todo lo posible entre las clases medias el efecto que generó el acarreo de la Marea Rosa, una movilización organizada exprofeso para promover a los candidatos del PRIAN.

Tras conocerse la convocatoria de la Coparmex, Eduardo Rivera fue el primero en confirmar su asistencia. Le siguió Fernando Morales Martínez, de Movimiento Ciudadano, quien pese a reclamarle a Furlong la falta de seriedad al realizar la invitación por redes sociales, aceptó acudir.

En tanto, Alejandro Armenta Mier, a través de su equipo de comunicación, dio a conocer que su participación estaba condicionada a su agenda de actividades. El 24 de mayo, por ejemplo, acompañará a Claudia Sheinbaum a su última gira por el estado, previo a los cierres de campaña, además de que el 29 de mayo acudiría a la Ciudad de México para respaldar a la candidata presidencial en el cerrojazo de sus actividades.

La postura de Armenta Mier fue utilizada por el presidente de la Coparmex para anunciar el fracaso de la iniciativa. “Sabíamos que los tiempos estaban muy forzados y las agendas complicadas, desafortunadamente no pudimos comprometer a los tres candidatos”, explicó.

Aunque el presidente de la Coparmex matizó su mensaje, la cancelación sirvió de pretexto para que Eduardo Rivera iniciara una segunda etapa dentro de su estrategia: el golpeteo al candidato de Morena, a quien recriminó que no haya querido un segundo encuentro “organizado por la sociedad civil”.

UN ARIETE LLAMADO COPARMEX

La “sociedad civil” a la que se refirió Eduardo Rivera, en realidad se trata de una organización que ha servido como centro operaciones a los líderes de la Organización Nacional del Yunque, quienes la convirtieron en un grupo de presión económico, político y electoral por décadas.

Este mecanismo de utilizar a organizaciones fachada de la ultraderecha para apoyar a los candidatos del PAN no es nuevo. En 2004, por ejemplo, ante la debacle en la campaña de Francisco Fraile García, el Consejo Coordinador Empresarial -todavía controlado por la cofradía- organizó un debate adicional con la finalidad de arropar al panista debido a que se encontraba en franco declive ante el entonces candidato del PRI, Mario Marín Torres.

Seis años antes, Ana Teresa Aranda Orozco, candidata a la gubernatura de Puebla por el PAN, también fue arropada por los organismos empresariales de ultraderecha para levantar su campaña, ante el inesperado arrastre que tomó la candidatura del priista Melquiades Morales Flores.

En la actualidad, el presidente de la Coparmex, Rubén Furlong, es integrante de la antigua corriente de la ultraderecha que controlaba el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), cuya dirigencia perdieron luego de años de utilizarla con fines político-electorales, a través de una camarilla integrada por Carlos Montiel Solana, Herberto Rodríguez Regordosa, Ignacio Alarcón Rodríguez Pacheco, Fernando Treviño Núñez.

La imparcialidad política y electoral de Furlong también ha estado en duda.

En esta campaña electoral, la Coparmex realizó una serie de encuentros a los que denominó “Diálogos por la Democracia”, al que solo asistieron los candidatos del PRIAN y Movimiento Ciudadano.

Eso llevó al publicista a criticar duramente a Morena.

“Es preocupante que los aspirantes a puestos de elección popular de @MorenaSi_Puebla les cueste tanto sentarse a dialogar con quienes podrían cuestionarlos o disentir en algunos temas. En @CoparmexPuebla siempre estaremos abiertos al diálogo franco, respetuoso y propositivo”, publicó en su red social.

También patrocinaron el “Acuerdo por una Puebla con Desarrollo Inclusivo”, al que acudió el abanderado del PRIAN, Mario Riestra Piña, quien fue uno de los pocos aspirantes a la presidencia municipal que casualmente aceptó la invitación.

A la par de la iniciativa de Furlong para la realización de un segundo debate, en el Ayuntamiento de Puebla, encabezado por Adán Domínguez Sánchez, edil suplente y socio comercial de Eduardo Rivera, entregó la Cédula Real y Real Provisión de la Ciudad de Puebla a Beatriz Camacho, secretaria general de Coparmex Puebla, como “reconocimiento a su trayectoria empresarial y su contribución al desarrollo económico local”.

Pero el precedente por el que se dio a conocer el presidente de la Coparmex fue una protesta que montaron ante el exgobernador Miguel Barbosa Huerta, a raíz del proceso jurídico que inició la Junta para el Cuidado de las Instituciones Beneficencia del Estado de Puebla, en contra de la Fundación Mary Street Jenkins, tras la decisión de sus patronos de sacar una parte de los multimillonarios recursos y enviarlos a paraísos fiscales.

El hoy finado exmandatario les dejó en claro la posición que han jugado a lo largo de los años en el estado, el de la derecha radical con ideología marcadamente conservadora, pues durante la etapa más crítica de la pandemia en Puebla este sector “no aportó nada”.

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