El vaso regulador Puente Negro, ubicado a tan sólo unos kilómetros del primer cuadro de la ciudad, revela una realidad angustiante para los vecinos de la zona: el poco apoyo por parte del Ayuntamiento de Puebla, que ha dejado expuestas a numerosas familias durante la temporada de lluvias, cuando este contenedor ha estado a punto de desbordarse por los esporádicos desazolves que recibe.
Este martes la misma angustia sufrieron los residentes, quienes presenciaron cómo el vaso regulador estuvo al 85 por ciento de su capacidad y que de no haber sido por el hecho de que las lluvias se calmaron durante la noche, el desenlace pudo haber sido trágico.
Pero el problema para los vecinos que viven cerca de este acantilado no se limita a la capacidad del vaso regulador que casi se vio rebasada este lunes, sino también al sistema de alcantarillado insuficiente que ha provocado un serio problema de encharcamientos en las calles adyacentes y dejado a su paso vehículos varados cada vez que una tromba azota a la periferia.
Esperanza, una vecina afectada, narra con frustración cómo sus peticiones han sido ignoradas por las autoridades municipales. Cada año, durante la temporada de lluvias, el temor de un desborde del vaso regulador se convierte en una realidad palpable, más cuando conoce de primera mano que la falta de alcantarillado podría derivar en completas anegaciones para vecinos y comerciantes de colonias como Cuauhtémoc, Santa María o Moctezuma, por mencionar algunas.
“Necesitamos más tarjeas porque, por ejemplo, en la calle 5 de Mayo hemos sufrido inundaciones. En alguna ocasión se la solicitamos a Eduardo Rivera, pero no nos la dio”, relató Esperanza con resignación.
La preocupación no es solo por las viviendas, sino también por la seguridad de los niños que asisten a una primaria cercana: “Si se inunda, es terrible. Necesitamos quitar parte del camellón para que, en dado caso de que se llegara a desbordar, tuviera salida el agua”.
Un camellón construido sobre la Diagonal Defensores de la República ha sido un obstáculo crucial para el flujo natural del agua. Esperanza narra que hace cuatro años, cuando el vaso regulador se desbordó, el agua pudo seguir su cauce por la Diagonal Santuario, una vía que favoreció a los vecinos al aliviar la inundación, sin embargo, hoy ese camino está bloqueado, lo que ha exacerbado la vulnerabilidad de la zona.
La vecina del vaso regulador Puente Negro explica que cada temporada de lluvias se convierte en una batalla contra las anegaciones, donde la infraestructura insuficiente, las malas decisiones gubernamentales y la falta de cultura de vecinos que arrojan basura a este espacio, han contribuido en la problemática.
“Vinieron a desazolvar como hace uno o dos meses y cada año es lo mismo, no se desbordó (el vaso regulador) pero tenemos el problema de que se inundan las calles muy feo. Al menos cuando se acercan las lluvias sí deberían venir a desazolvar más seguido, cada semana o quincena y nosotros no tirar basura porque también luego hay salas, roperos y otros muebles”, manifestó.
Mientras las lluvias continúan, Esperanza reclama que las demandas de los vecinos sean escuchadas: más alcantarillado, retiro de parte del camellón para la circulación del agua y de escombros en el vaso regulador con mayor periodicidad.
Una opinión similar tuvo Juan Carlos Reyes, quien vive frente al vaso regulador y reconoció que luego de que la Comuna tiró parte de un muro para dar cauce al agua que se desborda del sitio, la problemática se acentuó para ellos, pero fue heredada a comerciantes y vecinos de la zona de la China Poblana.
Explicó que, al caer las trombas, el agua de lluvia no se desborda hacia los vecinos de la zona, sino que inunda otros establecimientos que se ubican entre el bulevar 5 de Mayo y Diagonal Defensores de la República.
“Como ya tumbaron el muro, por ahí se va el agua, ya no se estanca como hace tiempo, en la esquina es donde se les inunda a los negocios, el agua de acá se va para allá, ahí se les mete el agua, tienen que estar destapando las alcantarillas, necesitan poner más alcantarillas para que se vaya el agua porque no se dan a basto con las que hay”, aseguró.
La preocupación de los vecinos de la zona sucede tras el anuncio este lunes acerca de que el vaso regulador aumentó entre el 75 y 85 por ciento de su capacidad, lo que generó dudas sobre las medidas preventivas del Ayuntamiento de Puebla.
Hace un mes fue la última vez que se desazolvó el vaso regulador, pese a las advertencias de la tormenta tropical Alberto y la acumulación de basura, por lo que el gobierno del estado activó la alerta amarilla de riesgo.