El Ayuntamiento de Puebla desembolsó 20 millones para la adquisición de nueve drones sin que hasta la fecha se tenga certeza de los beneficios que arrojan o el impacto en el combate a la inseguridad. Lo que sí se sabe es que tales aparatos costaron más que la renta por varios meses de un helicóptero contratado por Eduardo Rivera Pérez para supuestamente mejorar la seguridad en la capital.
Adán Domínguez, alcalde sustituto de la capital, presentó con bombo y platillo el “Proyecto Orión” a través nueve aeronaves no tripuladas con el objetivo de apoyar a las tareas de vigilancia en la capital, repitiendo la estrategia que utilizó con la renta de un helicóptero que en casi nada redujo la incidencia delictiva.
Sin dar mayores detalles sobre la estrategia -lanzada a escasas semanas de dejar el cargo- se informó que los drones ayudarán a la policía municipal a hacer mejor su trabajo; sin embargo, no se especificó la manera en cómo operarán en la ciudad.
De las nueve unidades que se pusieron en marcha, ocho de ellas cuentan con una capacidad de vuelo de 5 mil metros de altitud, están equipadas con cámaras de visión nocturna/térmica, una velocidad de 23 metros por segundo, láser, seguimiento de objetivos y altavoz.
Cada artefacto contará con un hangar remoto, los cuales estarán distribuidos estratégicamente en la ciudad, por lo que se contará con cien por ciento de cobertura en las colonias y las juntas auxiliares de la capital poblana.
Solo una de las unidades cuenta con una altitud de vuelo de 4 mil metros y 15 metros por segundo de velocidad, una cámara con gran angular y de visión nocturna, cámara térmica, infrarroja y telemetría.
Asimismo, cuenta con un centro de mando móvil equipado con un vehículo y tres estaciones de trabajo internas, un equipo de cómputo y dos monitores, por lo que en total se tendrá un sistema de comunicación satelital de internet.
Esta millonaria adquisición se suma a las tres aeronaves que fueron compradas el año pasado, por lo que ahora se dispone de 12 drones para vigilancia en la capital, aunque la reducción de la inseguridad ha sido mínima.
A pesar del optimismo del edil sustituto al presentar el “Proyecto Orión”, los ciudadanos siguen sintiéndose igual de inseguros que al inicio de la administración, pues en el primer trimestre de 2022, el 77.8 por ciento de la población de Puebla percibía que vivir en la ciudad era inseguro, mientras que dos años después, en el segundo trimestre de 2024, esta cifra apenas se redujo al 75.25 por ciento.
De acuerdo con las cifras que publicó el Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN), el ligero descenso del 2.55 por ciento, dejó en evidencia la falta de impacto de las políticas de seguridad implementadas durante la gestión panista, donde 7 de cada 10 poblanos siguen temiendo de la delincuencia.
Lo anterior pese a otra de las estrategias millonarias que echó andar el ayuntamiento entonces encabezado por Eduardo Rivera, cuando puso en el aire un helicóptero denominado “Arcángel” por 14.1 millones de pesos y cuya contratación ha sido cuestionada.
No obstante, esto no se vio reflejado en el costo-beneficio, pues pese a la estrategia, la incidencia delictiva se mantuvo al alza en la Angelópolis, con 7 mil 763 delitos cometidos en el trimestre que estuvo en operación.
