Antes de que discriminara a los simpatizantes de Morena llamándolos “morenacos”, Eduardo Rivera Pérez, candidato del PRIAN a la gubernatura, ya era percibido por 49 por ciento de los poblanos como el candidato de los más ricos; sin embargo, los negativos del panista despuntaron drásticamente tras referirse de forma despectiva a los morenistas, generando una alta indignación en redes sociales.
El uso de la palabra “morenaco” generó un sentimiento altamente negativo en la conversación digital en Eduardo Rivera, reflejando que la comunidad internauta se manifiesta en desacuerdo cuando los candidatos discriminan.
De acuerdo con un análisis comparativo de sentimientos en el plano digital, durante la noche del viernes 19 de mayo se disparó la curva de opiniones negativas contra el candidato del frente PAN, PRI, PRD y PSI.
Lo anterior puede observarse de manera evidente mediante la línea roja en la gráfica que midió el sentimiento en el tiempo, tras el episodio del panista ocurrido durante un mitin en el municipio serrano de Xicotepec de Juárez.
Comparado con la medición que se hizo sobre el candidato de Morena, Alejandro Armenta Mier, se observa que los negativos del morenista se mantienen a la baja; no obstante, existe también una amplia diferencia en los volúmenes de la conversación que genera el candidato de Morena, PT, PVEM, FxM y Nueva Alianza.
La curva con la línea roja que genera el panista representa la indignación de las redes sociales, lo cual se traduce en que de mil 824 interacciones, 919 con en sentido negativo y solo 290 se mantuvieron de manera neutral.
Los usuarios también se expresaron a través de los conocidos emojis, de los cuales sobresalieron aquellos relacionados con el disgusto.
ACTITUDES CLASISTAS HAN ESTADO PRESENTES EN EDUARDO RIVERA
En Puebla, la ciudadanía percibe que estas actitudes clasistas han estado presentes en el discurso de Eduardo Rivera, incluso desde que inició la campaña. El candidato está más identificado con el sector de la población de clase alta que con la gente más necesitada.
De acuerdo con un estudio de opinión desarrollado por la empresa Indicadores SC, en el estado el abanderado de PAN, PRI, PRD y PSI beneficiaría solo a una clase, la privilegiada, pues así respondió la mayoría de quienes participaron en dicho estudio.
Al preguntar a la ciudadanía cuál de los candidatos a la gubernatura de Puebla considera que gobernaría para los más ricos, teniendo Eduardo Rivera la mayoría de los reactivos con 49.3 por ciento y solo 10.8 por ciento que cree que Alejandro Armenta lo haría de esa forma.
En esta variable, la tendencia de quienes consideran que Eduardo Rivera beneficiaría a los más ricos ha ido en aumento, de acuerdo con el estudio de Indicadores SC. Al inicio de la campaña, en marzo, 41 por ciento opinaba que el panista representaba los intereses de los ricos.
Para mediados de abril, la tendencia se incrementó a 44.8 por ciento, mientras que para finales de dicho mes las mediciones dieron 47.1 y 48.5 por ciento, lo que quiere decir que más personas se convencieron de que gobernaría solo para los ricos.
En tanto, en una primera variable, se preguntó a los ciudadanos cuál de los candidatos consideran que beneficiaría a la gente más necesitada. Las respuestas han sido consistentes a lo largo de la campaña, colocando a Alejandro Armenta como el candidato que se preocupa por las personas más desfavorecidas con 35.6 por ciento.
Mientras que, en este rubro, solo 16 por ciento piensa que Eduardo Rivera se preocupa por los más pobres. Esta tendencia ha sido constante durante la campaña puesto que desde inició la contienda Alejandro Armenta ha sido identificado como el candidato que beneficiaría más a la gente.
En abril, por ejemplo, en este rubro, el morenista obtuvo 31.6, 37.9 y 37.6 por ciento, es decir, variaciones mínimas en el estudio de opinión que arrojó que la gente lo identifica con las personas de los sectores más necesitados en el estado.
El más reciente desliz que cometió Eduardo Rivera ocurrió en el debate entre los candidatos al gobierno del estado, cuando presumió una supuesta amistad con el Rey Felipe VI y anunció que de ganar la gubernatura asistirá a su toma de protesta.
Aunque esta expresión intentó hacerla en un tono sarcástico, sus adversarios la tomaron como una muestra de su falta de identidad con la población a la que aspira gobernar.