Desde 2010 a la fecha, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) le ha costado a los poblanos más de 209 millones de pesos de presupuesto público, tiempo en el que solo ha servido como un instituto político bisagra del morenovallismo y de El Yunque, y que en esta elección llegará a su extinción con la pérdida del registro en la entidad.
De acuerdo con la votación válida emitida en las elecciones de gobernador y de diputados locales del proceso electoral estatal concurrente 2023-2024, el PRD no alcanza el 3 por ciento de la votación, lo que pone al partido político al borde de su desaparición y con la esperanza de salvar el registro en las elecciones de presidentes municipales, que aún no realizan el cómputo final.
Con su fin, el PRD acabaría con una historia por la que pasaron liderazgos que lo representaron a nivel local y federal, pero que sus decisiones en lo electoral, al aliarse con su antagónico histórico como el Partido Acción Nacional (PAN) y la ultraderecha del Yunque, los orillaron a convertirse en un cascarón sin vida.
EL PRD LE CUESTA A LOS POBLANOS 209 MDP EN 14 AÑOS
De 2010 a 2024, el Consejo General del Instituto Electoral del Estado (IEE) aprobó en sus proyectos de financiamiento público una suma en conjunto de 209 millones 651 mil 847 pesos al partido del Sol Azteca para sus actividades permanentes y para las destinadas a la obtención del voto de los ciudadanos.
En los acuerdos del Consejo General que se encuentran publicados en su página de internet se detalla que, por ejemplo, en 2010 —el año en el que abrió la puerta a la conformación de alianzas con el PAN— el perredismo recibió 8 millones 108 mil 517 pesos, con los cuales lograron llevar en la coalición Compromiso Por Puebla a Rafael Moreno Valle al gobierno del estado.
Otro de los años en el que recibió más recursos el partido fue en 2013, cuando se renovaron los cargos a nivel local, siendo una elección especial debido a que en este proceso electoral se eligieron autoridades por un periodo de cuatro años y ocho meses para empalmar los procesos electorales locales con los federales. En esta ocasión el recurso recibido fue de 10 millones 716 mil 427 pesos.
Para la elección de 2016, en la que se negaron a conformar alianza electoral con el PAN para la minigubernatura de un año 10 meses, el PRD contó con una bolsa de 29 millones 927 mil 319 pesos, quedando en cuarto lugar de las preferencias electorales.
En 2018, el Sol Azteca recibió su mayor financiamiento en la historia con 33 millones 742 mil 674 pesos, cifra que utilizaron para reforzar la campaña de la candidata del PAN al gobierno de Puebla, Martha Erika Alonso Hidalgo, la cual se impuso en medio de cuestionamientos por un supuesto fraude electoral en contra de Morena.
A partir de esta elección su presupuesto empezó a decaer al igual que las prerrogativas que recibía, pues con poco más del 3 por ciento de votos y una elección extraordinaria para gobernador y tres alcaldías recibió 12 millones 983 mil 878 pesos.
En 2021 repitió la alianza con el PAN para las diputaciones y presidencias municipales, y recibió 13 millones 274 mil 194 pesos de los poblanos; sin embargo, no llegó al 3 por ciento de la votación, por lo que volvió a caer su presupuesto para el siguiente año a 5 millones 365 mil 241 pesos.
Ahora, para 2024 la bolsa de recursos llegó a 18 millones 501 mil 802 pesos, pero no le bastó para ganar la gubernatura de Puebla con Eduardo Rivera ni para retener su registro, enfilandose a desaparecer.
LOS CUADROS HISTÓRICOS QUE DEJARON EL BARCO ANTES DE SU HUNDIMIENTO
Aunque en la actualidad es un partido político que ya no contaba con el prestigio de los años 90 de ser una verdadera oposición y corriente de izquierda, en el estado de Puebla tuvo perfiles destacados que le dieron un posicionamiento importante como verdadera oposición, pero que salieron de este barco antes de que se hundiera.
El caso más destacado es el de Luis Miguel Barbosa Huerta, legislador federal en tres ocasiones, senador de la República de 2012 a 2017, uno de los impulsores de la alianza con el PAN para sacar al PRI de Casa Aguayo en 2010, y expresidente de la Mesa Directiva del Senado.
Barbosa Huerta vio el crecimiento del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), y al recibir la invitación de Andrés Manuel López Obrador para incorporarse a las filas de este partido en 2017, y viendo el entreguismo del PRD en favor del morenovallismo, tomó la decisión de dejar al partido que lo formó. Para 2019 se convirtió en gobernador de Puebla.
Su salida causó un efecto dominó en varios liderazgos del Sol Azteca en la entidad, siendo uno de ellos la salida de Eric Cotoñeto Carmona, uno de los principales operadores políticos de Barbosa Huerta y del partido en general, quien siguió sus pasos hacia Morena, y con él, miles de simpatizantes se fueron para laborar en el nuevo partido de izquierda.
Otra de las seguidoras de Barbosa Huerta que abandonó el barco perredista fue Socorro Quezada Tiempo, exdirigente del partido que al ser orillada a dejar la presidencia estatal para dejarle el partido al grupo ligado con el gobernador Rafael Moreno Valle, tuvo que salir de este instituto político. Aunque igual buscaría migrar a Morena, su distanciamiento con el entonces gobernador de la entidad hizo que no tuviera espacio.
A mediados de 2023, el exdirigente del PRD en la ciudad de Puebla, Miguel Ángel De la Rosa —militante con más de tres décadas en el partido— oficializó su salida del partido y su incorporación a Morena, en específico al proyecto del senador Alejandro Armenta Mier en busca de la candidatura al gobierno del estado. Su apuesta lo llevó al equipo de campaña del morenista como coordinador de micro, pequeñas y medianas empresas, formando parte del equipo del ahora gobernador electo.