El alcalde sustituto de Puebla, Adán Domínguez Sánchez, utilizó su tercer informe de gobierno para financiar, con recursos públicos, sus aspiraciones a la dirigencia estatal del PAN, en un evento más parecido a un espectáculo de luces y sonido que un balance serio de la gestión municipal.
En lugar de concentrarse en los resultados obtenidos durante su tiempo al frente del Ayuntamiento, el evento se transformó en una plataforma personal donde solo la primera plana del PAN fue invitada a participar en la entrega de “resultados” de la gestión, mientras que a los regidores de la fracción Morena-PT únicamente les fue entregada una memoria USB con la información.
El Centro Expositor, donde Domínguez Sánchez presentaría con seriedad sus acciones en la Comuna, a los pocos minutos se transformó en un stand-up, donde ocupó el auditorio para presentar videos donde se veía bailando con vecinos de colonias en eventos de gobierno y, de paso, mostró bloopers de la entrega de obras.
El munícipe además advirtió que continuará ocupando cargos públicos y partidistas una vez concluya su gestión, lo que fue visto como un anuncio de hacerse de la dirigencia estatal del PAN, una posición de la que militantes del partido han evidenciado, busca cooptar el grupo político del edil en funciones, de Eduardo Rivera y Augusta Díaz de Rivera.
“Hace 22 años empecé a participar en política. No es la primera, ni la última ocasión que me verán en un cargo público porque esta es mi vocación de servicio. Con la ayuda de Dios seguiré participando activamente en política y en gobierno desde la trinchera que me toque, les prometo que pronto sabrán de mi”, anunció.
Y ante las críticas hacia su gestión por las deficiencias en las políticas públicas implementadas, el edil suplente aseguró que provienen de personas que “no conocen la realidad del municipio”, además de que dijo, su trabajo en el municipio fue “chingón”.
De paso, aseguró que fueron respetuosos del proceso electoral, aún con los señalamientos a cuestas por haber realizado actos de proselitismo político a favor de Eduardo Rivera Pérez y por entregar en plena veda electoral, tinacos, bultos de cemento y despensas para presuntamente favorecer a los candidatos del PRIAN.
Horas antes, en el salón de Cabildo en Palacio municipal, el secretario de Gobernación estatal, Javier Aquino Limón, pronunció una frase que evitó otorgar un reconocimiento a la administración municipal panista: “La historia tendrá que hacer un juicio al final”, con lo cual, el gobierno del estado no logró destacar el trabajo del Ayuntamiento en ninguna área específica.
La contestación al informe no fue menos peculiar. El regidor Leobardo Soto rompió con el guión esperado y en lugar de reconocer el trabajo del alcalde sustituto, centró su intervención en un reconocimiento a la trayectoria de Andrés Manuel López Obrador y celebró la llegada de Claudia Sheinbaum como la primera mujer presidenta de México.
Aunque el regidor Leobardo Rodríguez Juárez no tuvo la oportunidad de dar contestación al informe, posteriormente criticó duramente el contenido y la falta de transparencia en la presentación de este, al manifestar que el alcalde evitó abordar los problemas más graves que afectan a la ciudad.
Rodríguez señaló que el informe entregado apenas fue recibido por los regidores en formato USB el mismo día de la sesión, impidiéndoles una revisión previa adecuada. Esto, en su opinión, reflejó una falta de seriedad en la preparación del documento y la ausencia de un verdadero esfuerzo por comunicar los logros o fracasos de la gestión municipal.
Uno de los temas más polémicos fue la seguridad. Según el regidor, Domínguez presentó cifras de manera “mañosa” para minimizar el problema. En lugar de admitir el aumento en la percepción de inseguridad, que nunca bajó del 80 por ciento durante el gobierno de Eduardo Rivera, el alcalde sustituto prefirió ignorar el crecimiento de delitos de alto impacto y los del fuero común, como el robo a casa habitación, transporte público y transeúntes.
Rodríguez Juárez también criticó el manejo de las obras públicas. A pesar de que Domínguez presumió la intervención de “Mil calles”, no se sabe dónde están y aseguró que muchas de ellas están completamente destruidas, lo que apunta a una mala calidad en su construcción y posibles casos de corrupción.
Además, mencionó el caso de la intervención en el Barrio de Santiago, que solo benefició a la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) con una inversión total de 60 millones de pesos, donde hubo sobrecostos, retrasos y que no contaba con el apoyo de la ciudadanía.
Otro tema controvertido para Rodriguez fue la organización del “Mundial de futbol 7” un evento que Rodríguez calificó como un despilfarro. Según él, el costo total del evento, incluyendo los convenios de comunicación para su difusión, superó los 50 millones de pesos, un gasto excesivo para un evento sin reconocimiento oficial a nivel internacional.
A esto, se suman otras adquisiciones cuestionables como drones por 20 millones de pesos y un helicóptero que “nunca sirvió”, además del fallido chatbot Ángela.
Leobardo Rodríguez concluyó que, a pesar de las promesas y de lo que Domínguez intentó vender en su informe, la ciudad está descuidada y no se entregará en mejores condiciones de las que se recibió: parques y jardines están abandonados, las patrullas municipales en pésimas condiciones y la calidad de vida de los poblanos no ha mejorado durante su gestión.
Además, señaló que solicitarán información puntual sobre el costo de la realización del evento de Adán Domínguez en el Centro Expositor, toda vez que como antecedente, Eduardo Rivera realizó un evento similar en el auditorio GNP, el cual fue solo su destape para la gubernatura de Puebla.
“A nosotros no nos corrieron invitación (para el Centro Expositor), además innecesario, porque ese dinero bien se pudo haber invertido en cosas más urgentes, no creo que la gente esté esperando que le receten una cantidad de mentiras, si es un evento de destape del PAN, ya sería el segundo que pagamos con recursos públicos”, apuntó.
