Un presunto desfalco de 58.4 millones de pesos, sanciones superiores a 7.1 millones de pesos, la pérdida de más de 50 por ciento de su militancia, los peores resultados electorales desde finales de los 70 y profundas divisiones internas, son algunos de los elementos que han definido el controvertido periodo de la actual dirigencia estatal del PAN, encabezada por Augusta Díaz de Rivera Hernández, quien dejará el cargo a finales de este mes.
Díaz de Rivera Hernández concluirá el próximo 24 de diciembre como presidenta estatal del blanquiazul, dejando tras de sí un panorama crítico y marcado por acusaciones de mala gestión, justo en el contexto del proceso de renovación del partido.
Desde su llegada al cargo, el 20 de diciembre de 2021, Díaz de Rivera prometió unidad y triunfos electorales, pero los resultados distaron de sus compromisos iniciales: “Nada nos va a dividir a los panistas, todos debemos estar juntos y unidos para enfrentar el verdadero reto que tenemos enfrente.
Es trabajar todos los días para tener una militancia unida y, desde el día de hoy, recorrer todo el estado de Puebla para buscar a los mejores candidatos que encabezan Acción Nacional”.
Hoy, a tres años de aquellas declaraciones, el balance de su dirigencia deja más preguntas que respuestas, mientras el PAN en Puebla enfrenta uno de sus momentos más complejos en décadas.
SE VA CON UN DESFALCO DE 58.4 MDP
Uno de los episodios más graves en este periodo es el supuesto desfalco de 58.4 millones de pesos correspondiente al ejercicio fiscal 2023, detectado por la Unidad Técnica de Fiscalización del INE.
Entre las irregularidades señaladas se encuentran facturas no reportadas, falta de comprobación de trabajos en el edificio del partido y el manejo discrecional de cuotas de al menos cuatro militantes.
La dirigencia estatal reconoció las observaciones y aseguró que trabaja para subsanarlas antes de que termine el periodo de gestión.
Sin embargo, la gravedad del caso no ha pasado desapercibida. Genoveva Huerta Villegas, exdirigente del partido, advirtió que, de confirmarse las anomalías, estas podrían derivar en sanciones de hasta tres veces el monto observado, además de posibles denuncias penales.
MULTAS POR 7.4 MDP POR DEFICIENCIAS EN LA FISCALIZACIÓN
A este caso se suman las sanciones de 7.4 millones de pesos impuestas por la Sala Regional Ciudad de México del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Estas sanciones derivaron de irregularidades en los informes de ingresos y gastos durante el proceso electoral 2023-2024, incluyendo malos manejos financieros en las candidaturas a diputaciones locales y presidencias municipales.
Aunque el PAN presentó un recurso de apelación argumentando violaciones a principios de seguridad jurídica y debido proceso, el tribunal concluyó que los agravios eran infundados y ratificó la multa.
DEBACLE ELECTORAL
Uno de los golpes más fuertes a la dirigencia fueron los resultados electorales de junio pasado, lo que representó un retroceso del PAN de 25 años, cuando prácticamente perdió en todos los cargos de elección en juego.
El partido sufrió una de sus peores derrotas al perder la gubernatura y no obtener ninguna diputación local por mayoría relativa, logrando únicamente siete escaños plurinominales en el Congreso de Puebla.
El candidato, Eduardo Rivera Pérez, apenas alcanzó 686 mil votos, mientras que las candidaturas a diputaciones locales sumaron solo 546 mil sufragios, consolidando uno de los peores desempeños en la historia del partido.
Pese a los malos resultados, Díaz de Rivera y su equipo aprovecharon los últimos meses para incrementar sus salarios 10 por ciento durante el primer semestre de 2024. En el caso de la dirigente estatal, su sueldo bruto pasó de 103 mil 800 a 114 mil 180 pesos mensuales, según los registros más recientes.
SE ALEJÓ DE SU BASE MILITANTE
Sin ser suficiente, Augusta Díaz de Rivera junto con Eduardo Rivera también evidenciaron su incapacidad para mantener el respaldo de la base militante. Esto quedó evidenciado en la reciente jornada electoral para la renovación de la dirigencia nacional del PAN en el estado de Puebla.
En este año, los votos en el estado que llevaron al triunfo al nuevo presidente, Jorge Romero Herrera, se redujeron drásticamente en 54 por ciento en comparación con la elección de 2018, en la que Marko Cortés Mendoza, el dirigente saliente, resultó ganador.
DIVISIONES E IRREGULARIDADES EN EL PROCESO INTERNO
Estos malos resultados han intensificado las divisiones internas del PAN en Puebla, dificultando la cohesión del partido y propiciando el surgimiento de grupos opositores que exigen cambios urgentes en la dirigencia.
La situación se ha agravado con las irregularidades detectadas en el proceso interno de renovación, que culminará el próximo 15 de diciembre.
La dirigencia estatal ha sido señalada por presuntamente operar a favor del candidato del Yunque, Felipe Velázquez, en un intento por mantener el control del partido a toda costa. Entre las acusaciones destacan la manipulación del Consejo Estatal encargado de votar y la presunta compra de votos, prácticas que han generado descontento y desconfianza entre la militancia.
El periodo de Augusta Díaz de Rivera deja al PAN en Puebla sumido en una crisis profunda, con retos financieros, políticos y de unidad.
La renovación de la dirigencia será clave para determinar si el partido logra superar este panorama o continúa en declive.