A sólo dos meses de concluir el gobierno panista, el alcalde sustituto, Adán Domínguez Sánchez, quedó evidenciado por una deficiente gestión financiera del Ayuntamiento de Puebla, donde un sobregiro presupuestal de 251 millones de pesos y el despilfarro de recursos son el común denominador.
El regidor Leobardo Rodríguez Juárez, de la fracción Morena-PT, lanzó una serie de críticas contundentes contra la Comuna de Adán Domínguez durante la sesión de Cabildo en la que se aprobaron los estados financieros hasta julio.
Indicó que los 251 millones de pesos de presupuesto que se ha ejercido más de lo que se ingresa a las arcas, es decir, el ahorro-desahorro, se acompaña de otros 800 millones de pesos que se trasladaron del ejercicio fiscal 2023 a 2024.
Además, en bancos se encuentran 508 millones de pesos que a decir del regidor morenista, no serán suficientes para cumplir los compromisos de obra pública pendiente por pagar y entregar, toda vez que se trata de 58 proyectos de los que nadie sabe si podrán quedar terminados al cierre de la administración o si alcanzará para finiquitarlos.
Una de las acusaciones más graves fue la caída en la eficiencia recaudatoria, que Rodríguez Juárez situó en 58 por ciento, muy por debajo del 64 por ciento que tenía la administración anterior en el mismo periodo.
“No se ha recaudado seis por ciento más de lo que se previó, al contrario, se cayó, lo que está salvando al Ayuntamiento son los recursos federales excedentes que se han recibido; la eficiencia recaudatoria en este último tramo se ha venido abajo, andan en 58 por ciento de eficiencia”, detalló.
El regidor también denunció varios gastos que calificó como excesivos e injustificados. Entre ellos, mencionó la compra de 11 banderas monumentales por un costo de 619 mil pesos: ¿Pues qué son de seda?, cuestionó.
Otro punto crítico fue la adquisición de un helicóptero inoperante para combatir la inseguridad llamado “Arcángel”, por el que en el último mes se pagaron 5 millones de pesos a la empresa con la que se rentó la unidad y faltarán otros 3 millones para terminar el contrato, para una erogación total de 14 millones de pesos sin resultados claros sobre la reducción de la criminalidad en la ciudad.
Por otro lado, destacó que, a dos meses de dejar la administración, el gobierno municipal ha gastado casi 90 millones de pesos en medios de comunicación y cuestionó el gasto de 13 millones de pesos en la pintura de bancas con fierros oxidados, muchas de las cuales ya son inutilizables.
Además, resaltó la caída en la recaudación de los parquímetros bajo la administración de Adán Domínguez como alcalde sustituto, lo que agrava aún más la situación financiera del Ayuntamiento.
Rodríguez Juárez exhortó al gobierno municipal a sanear las finanzas municipales en los dos meses restantes, pues advirtió que, de no hacerlo, la gestión de Pepe Chedraui podría tomar “medidas importantes” en el arranque de su administración que inicia el 15 de octubre.
CONTRA CRONISTAS Y CONSEJEROS A MODO
Durante la sesión de Cabildo, la elección de los nuevos consejeros y cronistas del Ayuntamiento de forma honorífica, también desató una fuerte controversia entre los regidores de Morena-PT y la administración municipal.
Los consejeros y cronistas tienen la responsabilidad de investigar y documentar la historia y la cultura de la ciudad. Además, asesoran al Ayuntamiento en la preservación del patrimonio cultural y promueven la participación ciudadana en temas culturales.
Sin embargo, la toma de protesta de Luz Covián, María Fernández López, José Luis Escalera Guzmán, Juan Carlos Espina, y Pablo Ignacio Carbajal fue cuestionada por los regidores por su aparente falta de imparcialidad y transparencia en el proceso de selección.
Leobardo Rodríguez expresó sus reservas ante lo que consideró un proceso opaco y poco equitativo, donde no hubo una convocatoria clara para que las personas pudieran participar.
La crítica fue compartida por la regidora Elisa Molina Rivera, quien votó contra los nombramientos al considerar que 90 por ciento de los seleccionados son afines a la administración actual, lo que puso en duda la objetividad y la capacidad de los elegidos para desempeñar sus funciones de manera adecuada.
“Hoy se nombran consejeros y cronistas que responden a una línea partidista y no a una capacidad como investigadores de hechos históricos, tradiciones, usos y costumbres y acontecimientos, lo cual es un requisito dentro de la propia convocatoria, hoy nombran a sus afines y aunque el cargo sea honorífico, no deja de ser un cargo en un órgano auxiliar de la administración pública”, expuso.
Al llamado incluso se sumó el regidor del PRI, Leobardo Soto, quien señaló que los perfiles seleccionados no cumplían con los requisitos técnicos y operativos necesarios, sugiriendo que la selección estuvo más motivada por intereses políticos que por la idoneidad de los candidatos.
