La ola armentista no solo reconfiguró el mapa electoral de Puebla sino también provocó la caída de rancios cacicazgos en el interior del estado que durante varios trienios controlaron sus feudos, como en los casos de las familias Rodríguez Vergara, los Rivera Sosa y los Reyes Cabrera, clanes que se enquistado en el poder gracias al respaldo del PRI.
Hay otros casos como la agrupación Antorcha Campesina —controlada por la familia Córdova Morán y varios de sus integrantes vinculados al crimen organizado y lavado de dinero— que aún está a la espera de conocer si retendrá los seis municipios que controla, entre ellos Ocoyucan y Tepexi de Rodríguez.
De igual forma, otros clanes familiares vieron esta elección como la oportunidad de reafirmar el control de sus alcaldías. La familia Martínez Fuentes, ligada al presunto capo huachicolero Antonio Martínez Fuentes, El Toñín, sumará seis años consecutivos en poder de Quecholac.
En esa misma situación se encuentran los Tapia Vergara, los Valencia Ávila, los Márquez Martínez, los Hernández Hernández, los González Vieyra y los De la Rosa Romero, quienes retienen sus feudos se apoyados por el PRI, PT, Movimiento Ciudadano y Morena.
LOS CACIQUES QUE COMIENZAN A PERDER PODER
La mala racha de los cuadros priistas no solamente permeó en el candidato a gobernador Eduardo Rivera Pérez, sino que familias que tenían un gran arraigo en sus regiones se vieron rebasadas.
Este es el caso de los Rodríguez Vergara, quienes tenían una fuerte presencia en la región de Libres. La dirigente del tricolor, Delfina Pozos Vergara llevó al priismo a su votación más baja con 8 por ciento de los votos en este proceso electoral, pero aun así logró diputación plurinominal local; su esposo, Francisco Xavier Rodríguez Rivero, alcalde de la cabecera distrital, perdió su reelección ante el candidato del Partido Verde Ecologista, Mario Díaz Hernández, y su sobrina, María Fernanda Pozos Ramírez, perdió la diputación federal ante Juan Antonio González Hernández, también del Partido Verde.
Otro de estos casos fue la región de Chignahuapan, que ha sido gobernada por los Rivera Sosa por 50 años. Lorenzo Rivera Sosa perdió la alcaldía ante Juan Lira Maldonado, de Fuerza por México —aunque este resultado se encuentra en cómputo supletorio ante el Instituto Electoral del Estado— y su hijo, Lorenzo Rivera Nava, perdió por mayoría amplia la diputación local frente a Kathya Sánchez Rodríguez.
En Nauzontla ocurrió un caso similar, pues la familia Reyes Cabrera llevaba 12 años gobernando el municipio, pero el edil priista Roque Martín Reyes Cabrera perdió la reelección frente a la alianza PAN-PRD; sin embargo, su hermana Norma Sirley logró una diputación federal suplente en la coalición de Morena con Fátima Almendra Cruz Peláez como propietaria.
En Zacatlán, Eloísa Rodríguez Barrios —familiar de Jaqueline Lastiri Barrios, prima de Juan Carlos Lastiri Quirós— perdió la presidencia municipal ante Beatriz Sánchez Galindo, esposa de José Luis Márquez Martínez, otro líder de antaño de la región.
Asimismo, en el municipio de Coyomeapan, la familia Celestino Rosas buscó mantener su poder en la región con Clarissa Reyes Olaya, sin embargo, perdió la elección, aunque se llevan a cabo cómputos supletorios de dicha elección.
REAFIRMAN EL CONTROL DE SUS REGIONES
Caso contrario es el de otras familias que reafirmaron el poderío que tienen en las regiones que gobiernan, tal es el caso de los Martínez Fuentes en el municipio de Quecholac, donde Guadalupe Martínez Gerardo —hija de Antonio Valente Martínez Fuentes, alias El Toñin, presunto jefe huachicolero de la región— ganara la presidencia municipal que había obtenido su tío Alejandro en 2021.
En Petlalcingo, la familia Vergara Tapia que gobierna el municipio desde hace cuatro administraciones se mantuvo en el poder con Isabel Vergara.
Situación similar en Venustiano Carranza, donde el edil Marco Antonio logró el triunfo de forma cerrada, de acuerdo con el PREP, pero sigue en suspenso el resultado oficial por el cómputo supletorio.
En Eloxochitlán, la familia Hernández Hernández, quienes han sido señalado por intimidar a sus opositores, se impuso en la elección de presidente municipal con Delfino Hernández Hernández, postulado por PT, aunque se encuentran en la espera de una reunión con Morena para saber si la elección será impugnada.
La familia De la Rosa Romero, que llegó al poder en el municipio de Amozoc en 2018, de la mano de Mario De la Rosa, postulado por Morena, y que se le ha vinculado con la organización religiosa de La Luz del Mundo, retuvo su bastión con Severiano de la Rosa para lograr que su reino se extienda por nueve años.
En cuanto a la organización de Antorcha Campesina —controlada por la familia Córdova Morán desde su fundación— también se disputó el control de sus municipios para un periodo de tres años más, comenzando por Ocoyucan —municipio con alta plusvalía por su cercanía con Lomas de Angelópolis— el cual pelearon en el cómputo supletorio frente a (Morena), y que retuvieron con su candidato Aristóteles Campos Flores
Mientras, en Tecomatlán, municipio cuna de la organización campesina, las cosas no cambiaron al mantener el poder con Avelino Cándido Rivera Campos, por lo que no cambiarán las cosas en la región.
En lo que respecta a los municipios de Tepexi de Rodríguez, Atexcal y Huitzilan de Serdán se encuentran en suspenso debido a la falta de resultados del PREP y que uno de ellos se fue a cómputo supletorio.
Otra de las familias que logró extender su poderío en la región de Ciudad Serdán fue la González Vieyra, quienes sin hacer tanto ruido se hicieron de tres presidencias municipales de un solo golpe en este proceso electoral.
Uruviel González Vieyra, presidente municipal de Chalchicomula de Sesma, pese haber sido señalado por presunta compra de votos, algunos días antes de la jornada electoral, logró arrasar en los comicios de este año postulado por Movimiento Ciudadano.
Por otra parte, están sus hermanos Giovanni y Ramiro González Vieyra, quienes se impusieron en sus respectivas elecciones municipales en Tlachichuca y San Nicolás Buenos Aires, también bajo las siglas de Movimiento Ciudadano, logrando conformar el “triángulo de los González Vieyra” en la región de Ciudad Serdán por los siguientes tres años.
