Capítulo 31
Trazos para un sigilo
Debo confesar que mis conocimientos sobre la naturaleza de los sigilos era bastante superficial y chabacana, para nada esotérica. O...
Capítulo 29
Las nieves del Kilimanjaro
Eran ya cerca de las 4 p.m. cuando llegué al clóster de lujosos departamentos en Lomas de
Angelópolis. En esta ocasión...
Capítulo 26
La vara de Esculapio
Cuando desperté, con ese viento suave acariciando el perfil desnudo de mis hombros, vi nuevamente a Maribel, enfundada en su...
Capítulo 25
Violentas flores negras
Abrí los ojos sólo para encontrarme con la sonrisa luminosa de Maribel, mi amiga de hospital. La había perdido desde la...