Es un activista plenamente reconocido en la defensa de los derechos indígenas. Su origen tutunakú y las injusticias en las comunidades originarias lo llevaron a formar la organización Serranos Unidos en Resistencia Indígena. Las luchas emprendidas han sido variadas, pero desde hace unos años Raymundo García López ha sido uno de los pocos que ha puesto el dedo en la llaga en uno de los casos más graves de discriminación institucionalizada: que políticos oportunistas usurpen los cargos que por ley corresponden a auténticos representantes de los pueblos indios.
En este proceso electoral fue uno de los miles de indígenas de la Sierra Norte que se sorprendieron al conocer el escandaloso caso del priista Néstor Camarillo Medina, quien fue designado por la coalición Corazón y Fuerza por México como candidato al Senado, bajo el principio de acción afirmativa, haciéndolo pasar como representante indígena.
Al conocer la situación, al interior de Serranos Unidos en Resistencia Indígenas decidieron que no dejarían pasar la burla. Cuando se enteraron de la farsa del priista, sabían que el periodo para impugnar el registro de candidaturas había fenecido, por lo que como buenos indígenas decidieron esperar a que el tiempo pasara para emprender el contraataque.
El tiempo llegó cuando el Instituto Nacional Electoral validó la elección de senadores en Puebla y entregó la constancia de primera minoría a la fórmula de Néstor Camarillo Medina y Teodomiro Ortega González.
Raymundo García fue el primero en recurrir a la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para impugnar la elegibilidad de los priistas debido a que montaron una farsa para apoderarse de un cargo que debió entregarse a un integrante de las comunidades indígenas del estado.
Mientras la elección se desarrollaba, Raymundo y su agrupación se enfocaron en recopilar todos los elementos necesarios para demostrar ante los tribunales que Néstor Camarillo había mentido, lo cual fue robustecido con el expediente que el INE les entregó, el pasado 19 de junio, donde se vierten todos los documentos presentados por el político para poder hacerse con la candidatura plurinominal haciéndose pasar por indígena.
Hallaron, por ejemplo, que funcionarios del Ayuntamiento de Zacapoaxtla emitieron la constancia de residencia que el exdirigente del PRI presentó para comprobar que desde hace tres años tiene domicilio en la comunidad de El Molino, a pesar de que allí nadie lo conoce.
“Ahí dice que tiene más de tres años de residir en esa comunidad y viene anonimizada la información, no sabemos si su credencial del INE es de El Molino, Zacapoaxtla. Desde nuestro punto de vista Camarillo incurrió en la defraudación de la ley, no tiene derecho a ser nuestro representante”, expuso.
Otro hecho que para la agrupación causó suspicacia fue que, a pesar de contar con el expediente de Camarillo, los pobladores desconocen si en realidad su credencial de elector pertenece a la localidad o si bien, su constancia de residencia únicamente fue utilizada como señuelo para lograr su cometido de obtener un escaño.
El tema de las presuntas faenas, justificadas como servicio comunitario para El Molino es otro punto que sigue levantando cejas para Serranos Unidos, toda vez que, aunque en su expediente afirma haber desarrollado estos trabajos, la realidad es que solo los hizo en una ocasión, después de que le estallara el escándalo en la cara tras la difusión en Hipócrita Lector de la usurpación de la autoinscripción indígena.
Su supuesta participación en la resolución de conflictos que aquejan a la comunidad indígena, así como las presuntas capacitaciones sobre derechos humanos para los pobladores, son otros aspectos plasmados en el documento de los cuales no hay rastros tangibles.
NI PARIENTES TIENE
Raymundo García observó que el exdirigente del PRI afirmó tener padres oriundos de El Molino, situación es cuestionable considerando que la familia sentó sus reales en el municipio de Quecholac. De no tener ascendencia en el lugar, afirmó, su postulación caería en la inelegibilidad.
“Dice que sus padres son originarios de la comunidad, pues yo le reto al señor Camarillo a que acredite que lo son, él lo dice por escrito, no estamos sosteniendo cosas que no están en el documento que él firmó. Dice que ha estado atendiendo conflictos en la comunidad indígena y no tiene ninguna posibilidad de que la Sala Regional le pueda reconocer su carácter de indígena”, informó.
Para el activista, los requisitos solicitados por el INE para los aspirantes a ocupar cargos políticos mediante acciones afirmativas son ambiguos y laxos, de ahí que partidos políticos como el PAN y el PRI han cooptado las posiciones para sus intereses personales.
Estas mismas condiciones permitieron a Camarillo hacerse con una posición al Senado, bajo la constancia de primera minoría, aun cuando su partido fue en declive en la reciente elección.
PRESUNTO MONTAJE
No obstante, poco duró en pie esta treta, luego de que, en marzo, durante una visita a El Molino Hipócrita Lector destapó cómo el exdirigente del PRI, aparentemente rentó una casa y pagó entre 8 y 14 mil pesos para “ponerse al corriente” con las faenas comunitarias.
Esta información provino de Josué Puente, comisario ejidal, quien en expedientes aparece su nombre por haber emitido las constancias de adscripción indígena, aunque al ser entrevistado por el reportero Ciro Calderón, dijo no recordar haber firmado tales actas.
Josué Puente explicó que obtener una constancia de adscripción es un trámite relativamente sencillo y no requiere aprobación comunitaria, sólo el pago de las faenas y contar con una vivienda en la localidad.
Durante la misma visita, Patricia Marcial, tesorera del Comité de Padres de Familia de la escuela “Pedro Molina Corona” y Rafaela González, intendente de la escuela, también desmintieron las aseveraciones acerca de que Néstor Camarillo había apoyado con mejoras en la institución, pues señalaron que no había registros de servicios comunitarios prestados por su persona.
Las sospechas incrementaron luego de que vecinos cercanos a la casa que supuestamente renta Camarillo negaron conocerlo, aunque algunos notaron actividad reciente en el lugar. La casa, situada en una colina sobre la calle principal, permanece vacía la mayor parte del tiempo.
TAMBIÉN TEODOMIRO HIZO TRAMPA
En este entramado de usurpación, Teodomiro Ortega González, senador suplente electo, siguió los pasos de Néstor Camarillo Medina para obtener su candidatura bajo la figura de acción afirmativa indígena.
El INE analizó la documentación de Ortega, quien presentó una carta de autoadscripción y una constancia de pertenencia emitida por el comisariado del Ejido El Molino, afirmando haber participado en actividades en beneficio de la comunidad y prestado servicio comunitario.
Josué Puente Martínez, comisario ejidal, quedó bajo sospecha por presunta falsificación de información al extender la constancia a Néstor Camarillo, ya que se negó a verificar su veracidad.
El acuerdo del INE que declaró elegibles a Camarillo y Ortega recientemente fue impugnado por Morena y el activista Raymundo García López ante el TEPJF para evitar que rindan protesta.
A decir de Raymundo García, desde Serranos Unidos en Resistencia Indígena, la posición en el Senado será impugnada en todas las aristas posibles: desde la Sala Regional, hasta la Sala Superior, llegando incluso a instancias internacionales para defender lo que por ley les pertenece a las comunidades: “Estamos muy optimistas de que echarán abajo esta intentona, porque hay vicios legales y nos asiste la razón”, finalizó.