Con la inseguridad en focos rojos, el fantasma del subejercicio, el descontrol en la venta de alcohol, una feroz política recaudatoria a costa de los ciudadanos y su aprobación ciudadana en caída, el alcalde Eduardo Rivera Pérez urgió a las dirigencias de los partidos PAN, PRI y PRD, conformar a nivel estatal la alianza Va Por México y así apuntalar sus sueños a la gubernatura.
Frente al dirigente estatal del PRI, Néstor Camarillo Medina, el munícipe manifestó que la alianza debe mantenerse en Puebla para la elección de 2024, como sucederá este año en las elecciones locales del Estado de México y Coahuila.
Sostuvo que en el tema político-electoral tendrán que ser los dirigentes de los partidos los que marquen los tiempos, las posiciones y las mejores opciones para colocar a sus candidatos, en clara alusión a la propuesta de que sea él mismo el abanderado de la coalición.
“Es importante que las dirigencias de los partidos políticos sean las responsables de definir a los alcances de una alianza y creo que es recomendable, oportuno e importante que aceleren el paso para el estado de Puebla”, dijo.
Según Rivera Pérez, Puebla es uno de los estados que aporta la mayor cantidad de votos en el país al ubicarse dentro de las cinco entidades con mayor número de electores, motivo por el que justificó que es prioritario que la entidad se sume a la coalición.
A la par, aseguró que la alianza podrá beneficiar a la ciudadanía, supuestamente porque gracias a ello han concretado un buen equipo de trabajo en su gobierno, que incluye el respaldo de diputados locales y federales de distintos partidos políticos.
La realidad es que, a pesar de haber conformado una coalición de cinco partidos para llegar a la presidencia municipal, el alcalde ha estado lejos de contar con el respaldo de todas las fracciones partidistas, una vez en el ejercicio de gobierno.
Prueba de ello fue que en 2021 los diputados locales de su mismo partido le dieron una rotunda negativa a la aprobación del cobro del Derecho de Alumbrado Público (DAP) para el municipio, lo que hizo que perdiera un recurso de 140 millones de pesos para el año pasado.
A esto hay que agregarle que mientras Rivera Pérez aspira a la gubernatura y urge que sean tiempos de definiciones, la ciudad de Puebla enfrenta una serie de problemáticas que no han sido resueltas.
Una de ellas es la inseguridad, donde en la Angelópolis los delitos incrementaron 9.84 por ciento comparado con 2021, cuando aún gobernaba la ciudad Claudia Rivera.
En tanto que 9 de cada 10 habitantes siguen con una mala percepción de la seguridad pública, 7 de cada 10 considera que la situación seguirá igual o peor dentro de 12 meses y el 98.1 por ciento de los habitantes del municipio reprueba los servicios públicos que ofrece el Ayuntamiento.
Además, regidores de Morena no han perdido la oportunidad de evidenciar un carente uso de los recursos municipales con un remanente de 207 millones de pesos de recursos que la Comuna no ejerció al término del año pasado.
Qué decir del programa parquímetros, el cual ha sido criticado por ser una medida recaudatoria y no contar con reglas claras de operación, lo que ha desencadenado una ola de infracciones a automovilistas y amparos presentados contra el sistema.
El alcalde también ha sido criticado por no poner en cintura a negocios que no regulan la venta de alcohol y por la proliferación de sitios que no cuentan con permisos para operar.
Aun así, la postura del edil ha sido la de mantener un bajo perfil en cuanto a sus aspiraciones políticas, al señalar por momentos estar abierto a ser el candidato del PAN a la gubernatura de Puebla, pero por otros asegurar que no son tiempos de definiciones.