En el marco de su visita a Puebla para la entrega del CECYT 20 del Instituto Politécnico Nacional (IPN), la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, sostuvo que su gobierno mantiene acciones para identificar y combatir las fuentes de contaminación en la cuenca del río Atoyac, que atraviesa los estados de Puebla y Tlaxcala.
En este contexto, Sheinbaum Pardo lanzó un llamado enérgico a empresas, autoridades municipales y estatales para que cumplan con la normatividad ambiental, especialmente aquellas obligadas a operar plantas de tratamiento de aguas residuales.
A los municipios los exhortó a que implementen acciones como son un tipo de drenaje especial en los ríos que no tenga contacto con el agua y pueda salir sin dañar el afluente, para posteriormente ser canalizado en una planta de tratamiento.
“La fuente de contaminación puede ser municipal, porque a lo mejor la descarga de las aguas negras del municipio se va directo al río. En ese caso, hay que apoyar a los municipios para hacer un drenaje marginal, un drenaje que vaya por el río, cerrado en donde las descargas no lleguen a contaminar el agua, sino que se queden en el drenaje y puedan salir”, manifestó.
Mientras que, para las empresas contaminantes, dijo que deben apegarse a la norma ambiental NOM001, que recientemente fue actualizada y que su principal característica es que el agua que arrojen a los ríos, primero debe ser tratada con cierta calidad.
En su “Mañanera del Pueblo” desde Palacio Nacional, apuntó que las empresas que persistan en incumplir con la normativa enfrentarán consecuencias más allá de simples multas y que en su debido caso, aplicarán la ley a través de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) contra quienes viertan residuos sin tratar en este afluente.
La presidenta destacó los recorridos realizados en la cuenca del río Atoyac, en colaboración con autoridades locales y estatales, así como con la Profepa, para evitar más contaminantes.
Como parte de estas actividades, aseguró que se han comenzado a identificar las principales fuentes de contaminación, incluyendo a empresas textileras que generan demasiados desechos altamente contaminantes.
“Tienen que cumplir con la ley y la Profepa va a actuar en cada una de ellas. Y se está hablando con ellos para saber, ¿por qué no está funcionando su planta de tratamiento, si la tienen instalada o no? Pero para sanear el río tenemos que participar todos: municipios, gobierno estatal, Gobierno federal y los privados, necesariamente”, apuntó.
El anuncio de la presidenta de México ocurre luego de que, en noviembre, los gobernadores Sergio Salomón y entrante, Alejandro Armenta,comenzaron a evaluar el rescate de la cuenca del río Atoyac.
En el arranque del programa, se determinó que Alejandro Armenta sería el responsable de ejecutar el programa de saneamiento del Atoyac, que incluye la recuperación de la cuenca de Acotzala y la laguna de San Damián en San Martín Texmelucan.
El “Plan para el saneamiento de la cuenca del Río Atoyac”, respaldado por la Federación, fue presentado con la presencia de Andrés Eduardo Galván Torres, director general de la Cuenca Balsas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El municipio de San Martín Texmelucan fue elegido como punto de partida debido a su estrés hídrico y la significativa reducción en su capacidad para suministrar agua potable. El proyecto abordará problemas como descargas industriales, invasiones en zonas federales y el saneamiento de plantas de tratamiento en 70 municipios, incluyendo Huejotzingo.
De acuerdo con el estudio “El costo de la contaminación en la Cuenca del Alto Atoyac: una revisión sistemática de literatura”, de la Universidad Iberoamericana, en el río Atoyac el sector salud reporta por año entre 10 mil y hasta 10 millones de dólares por costos
de contaminación, en tanto que el sector de la industria
reporta 9.3 millones de dólares derivados de los costos
por el tratamiento de aguas residuales.
En la pirámide de afectaciones económicas por la contaminación a la cuenca del Alto Atoyac se encuentran los sectores de la pesca, la ganadería y el saneamiento del río, mientras que, entre las enfermedades derivadas de la contaminación destaca la cólera, fiebre tifoidea, ascariasis, amebiasis, hepatitis A, esquistosomiasis, legionelosis, paludismo, intoxicación por plomo, así como intoxicación por plomo o arsénico, por mencionar algunos.
De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Fray Julián Garcés, organización civil especializada en derechos ambientales, son cerca de 150 sustancias tóxicas las que fluyen en la corriente del río Atoyac, siendo altos niveles de arsénico y otros metales como aluminio, cromo y níquel, los que más prevalecen.