La mentira del Ayuntamiento de Puebla detrás de la entrega de despensas en plena veda electoral, que tuvieron un costo de 40 millones de pesos, quedó de manifiesto en la Comisión de Agenda 2030, efectuada a finales de febrero, en la que dicho apoyo a cargo del Sistema Municipal DIF se inscribió como un convenio con el Banco de Alimentos, administrado por la organización confesional Cáritas, y no como parte del inexistente programa “Nutrición de 10”, como lo justificó la administración panista.
El acuerdo con Banco de Alimentos, además, desnudó al edil suplente Adán Domínguez Sánchez, quien, para salir del paso ante las denuncias de coacción del voto en la entrega de las despensas, aseguró que todos los detalles sobre los paquetes alimentarios se explicaron detalladamente a los integrantes de la Comisión de Agenda 2030, pero esa información nunca fue proporcionada y mucho menos explicada en la última reunión efectuada.
La transmisión de dicha reunión, efectuada el pasado 22 de febrero, da cuenta sobre la participación de directora del Sistema Municipal DIF, Carolina Morales, así como de Cecilia Barrios Espinosa, directora de Programas y Desarrollo del SMDIF, quienes omitieron dolosamente brindar detalles sobre el techo presupuestal asignado a la entrega de estas despensas y su respectiva convocatoria.
En su lugar, únicamente señalaron el “exitoso” programa “Nutrición de 10”, que hasta hace poco era exclusivamente una plataforma en línea que ofrecía cursos sobre alimentación y que había donado la BUAP a la Comuna, a través de la Vicerrectoría de estudios de Posgrados.
Cecilia Barrios justificó que, debido a las evaluaciones de las primeras dos fases, se había decidido que el programa ya no se llevaría a cabo en línea, sino de forma presencial en juntas auxiliares con rezago, para combatir la “mala nutrición”, con lo cual trazaron la estrategia para la compra de despensas a días de la elección y con vicios de coacción del voto.
A decir del regidor de Morena, Ernesto Aguilar, el sesgo electoral en la entrega de las despensas quedó de manifiesto ya que serían repartidos en juntas auxiliares consideradas como los bastiones del PAN en el municipio de Puebla, mientras que en otras comunidades donde no existe respaldo a los abanderados del PRIAN, los ediles subalternos simplemente no han sido informados de ningún tipo de apoyo de esta índole.
Expuso el caso de Juan Carlos Rodríguez Victoria, presidente auxiliar de La Libertad; Ángel Soto, de San Jerónimo Caleras, y Juan Manuel Colín, de San Baltazar Campeche, quienes no fueron notificados sobre la entrega de estas despensas en sus demarcaciones, lo que coincide con el hecho de no ser afines al Ayuntamiento panista.
“Los están bajando con presidentes auxiliares afines a ellos, no los han incluido con el beneficio de esas muestras, es en la operación donde nos damos cuenta”, apuntó.
Expuso que las alarmas están encendidas en la junta auxiliar de Ignacio Romero Vargas y San Felipe Hueyotlipan, donde podrían ser entregadas las despensas del PAN al ser bastiones del candidato Eduardo Rivera Pérez. Incluso, en Romero Vargas el abanderado a la gubernatura cerró su precampaña en enero junto a Xóchitl Gálvez.
Las características de la denuncia coinciden con la reciente primera entrega de despensas en San Baltazar Tetela, donde fue visto operando la entrega José Enrique Guerrero Romero, expresidente auxiliar de La Libertad, a pesar de no tener facultades para participar en un programa que le corresponde al Sistema Municipal DIF.
El morenista agregó que, aunque el gobierno municipal se ha reservado el fallo de la licitación, así como la convocatoria de entrega, según estimaciones de la fracción Morena-PT, se calcula que se trataría de alrededor de 5 mil despensas que serían entregadas de forma discrecional con fines electorales.
“Esta es una entrega que va a durar aproximadamente 15 días, porque a ellos les urge bajar las despensas y se va a convertir en noticia nacional, estuvieron entregando hasta 3 despensas (por persona). En Romero Vargas es uno de sus bastiones más importantes”, acusó.
La “operación mapache” correspondiente a la entrega de despensas le costó al Ayuntamiento hasta 35 millones de pesos a través de un programa inexistente en el que se firmó un convenio con el Banco de Alimentos.
Esta entrega de despensas fue disfrazada como la tercera fase del programa “Nutrición de 10”, que anteriormente solo tenía como objetivo la impartición de cursos en línea sobre alimentación saludable, pero que en esta ocasión incluyó la compra de productos de la canasta básica como arroz, frijoles y lentejas, hasta pasta de dientes y toallas sanitarias.
