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jueves, noviembre 21, 2024

El doble rostro de JJ: De las declaraciones patrimoniales contradictorias a sus propiedades fragmentadas

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Todo comenzó en marzo de 2017. José Juan Espinosa Torres presumía por todos lados que era el único político que cumplía con su declaración 3 de 3 (patrimonial, fiscal y de intereses), una herramienta en boga para demostrar transparencia. El asunto se fue a pique cuando saltó el primer escándalo sobre el presunto enriquecimiento inexplicable: A través de una intrincada estrategia habría ocultado un patrimonio de 54.3 millones de pesos, los cuales nunca reportó.

Más de 100 páginas de un documento a los que tuvo acceso el diario 24 Horas Puebla, revelaron que el presunto ocultamiento incluía el uso de documentos apócrifos, ocultamiento de infraestructura física, cesiones de derechos, compras millonarias en efectivo y hasta reportes contradictorios en las declaraciones patrimoniales. La adquisición de bienes por los 54.3 millones también estuvo aparejada con un incremento inexplicable en el patrimonio de su familia.

Con el paso de los años, la bola de nieve creció y creció, así como también incrementaba el protagonismo de Espinosa Torres, quien para 2018 había decidido traicionar al morenovallismo para apoyar las aspiraciones de Morena.

El PRIAN, en ese entonces cooptado por Rafael Moreno Valle, operó a través de Mario Riestra Piña, entonces candidato al Senado por el PAN, una denuncia penal por los delitos de enriquecimiento ilícito, evasión fiscal, conflicto de intereses y operaciones con recursos de procedencia ilícita en contra del exalcalde cholulteca, a la postre abanderado a diputado local de la coalición Morena-PT-PES.

El asunto no era menor. Riestra Piña advirtió en su demanda -presentada en abril de 2018- una posible red de presunta corrupción y malversación de fondos para hacerse de una fortuna de 152 millones de pesos.

Siete meses después, Intolerancia Diario documentó de qué iba la investigación contra Espinosa Torres. Para haberse hecho del patrimonio de 152 millones de pesos, el exalcalde cholulteca debió percibir ingresos de 3 millones de pesos mensuales por 50 meses consecutivos, lo cual no ocurrió.

El expediente dado a conocer por dicho medio reveló que hay discrepancias entre los ingresos y los gastos familiares del demandado. Por ejemplo, en sus declaraciones patrimoniales reportó ingresos por 31.2 millones de pesos, pero sus gastos documentados ascendían a 86 millones 818 mil 965 pesos, lo que abría la posibilidad de operaciones financieras irregulares, lavado de dinero y evasión fiscal.

El rotativo dio cuenta de la rápida construcción de una plaza comercial, con un costo de 17 millones de pesos, por parte de su padre, quien aparentemente no tendría los ingresos suficientes para financiar tal proyecto sin una fuente externa de financiamiento.

La denuncia presentada por Mario Riestra tomó fuerza entre diciembre y enero de 2020, cuando Espinosa Torres fue citado a comparecer en tres ocasiones ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, por los delitos de “enriquecimiento ilícito y otros”.

El portal Periódico Central dio a conocer que la Fiscalía había solicitado “declaraciones patrimoniales, títulos de propiedad, operaciones inmobiliarias de décadas atrás, e incluso investiga los viajes al extranjero realizados por su (entonces) esposa, la senadora Nancy de la Sierra”.

Todos esos datos, de hecho, forman parte del expediente que se analizó el 18 de abril de 2024 en el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito, lo que derivó en la reactivación de la orden de aprehensión contra José Juan Espinosa Torres, misma que había sido dejada sin efecto en agosto de 2023 por el Juzgado Quinto de Distrito.

PATRIMONIO INEXPLICABLE 

De acuerdo con sendos reportajes publicados en el portal 24 horas, el exalcalde de San Pedro Cholula habría ocultado una riqueza valuada en 54.3 millones de pesos a través de una elaborada estrategia que involucra documentos falsificados, ocultamiento de bienes, transacciones millonarias en efectivo y discrepancias en sus declaraciones patrimoniales.

Esta estrategia, en la que también estaría implicada Nancy de la Sierra Arámburo, su esposa, fue detallada en un extenso expediente que documenta las presuntas irregularidades del expresidente municipal, en donde reportó un patrimonio de 4.5 millones de pesos en 2013, pero para 2018, mientras era candidato de Morena, su riqueza habría aumentado a 12.2 millones de pesos, y según la investigación, su fortuna real ascendería a 54.3 millones de pesos.

Una parte clave de esta estrategia sería la fragmentación de un terreno de casi 40 mil metros cuadrados en cuatro propiedades distintas, entre las que se incluye el Colegio Montessori de Atlixco, un hotel exclusivo, un jardín de eventos y un predio para uso agrícola.

En 2008, Espinosa Torres compró un terreno donde posteriormente se estableció el Colegio Montessori de Atlixco por un valor significativamente menor al valor comercial, pagando en efectivo. Además, se documenta una depreciación artificial del 250 por ciento del valor del terreno en sus declaraciones patrimoniales posteriores y se detalla cómo se simuló una donación de una fracción del predio para obtener la clave educativa del colegio.

Otras propiedades, como un jardín de eventos y un hotel de lujo, también se mencionan en el expediente, valorándose el conjunto de estas propiedades en 46.7 millones de pesos.

Además, en la denuncia integrada por Riestra ante la Fiscalía de Puebla, Espinosa Torres omitió mencionar en sus declaraciones patrimoniales la existencia de bienes como el hotel y su jardín de fiestas, presentando también terrenos como baldíos cuando en realidad albergaban infraestructuras de alto valor, tal es el caso de un terreno de 6 mil 643 metros cuadrados adquirido por 651 mil 14 pesos.

El expediente incluyó testimonios, copias de escrituras, fotografías aéreas y análisis de las declaraciones patrimoniales del alcalde y su esposa, detallando la compleja red de propiedades que forman su patrimonio millonario y que hoy le cobran peaje nuevamente a José Juan Espinosa, tras la revocación de un amparo por el delito de enriquecimiento ilícito.

LA OTRA INVESTIGACIÓN

La mayoría de esa información fue confirmada 20 meses después por Intolerancia Diario, a través de un amplio y prolífico reportaje firmado por su director Enrique Núñez.

En una parte del material periodístico, publicado el 5 de noviembre de 2018, se asienta que José Juan Espinosa, “a través de sus dos hijos -ambos menores de edad-, ocultó la compra de un predio de 22 mil 613 metros cuadrados en Atlixco, con un valor comercial de 46 millones 785 mil pesos. “Oficialmente, el diputado local no registra esa propiedad, ya que realizó compras fraccionadas para, posteriormente, donarlas a sus hijos, aunque decidió reservar para sí mismo el usufructo vitalicio de estos inmuebles, el 3 de abril de 2017. Este es apenas el inicio de una compleja madeja de argucias legales, para disfrazar estas propiedades”.

En otra parte, afirma: “La riqueza inmobiliaria que acumula el expresidente municipal de San Pedro Cholula y ahora diputado local de Juntos Haremos Historia, José Juan Espinosa, es superior a los 152 millones de pesos. Entre los secretos del hoy poderoso diputado local, están el manejo de información privilegiada y un esquema que consiste en la compra de terrenos e inmuebles que dona a familiares y parientes, para después volverlos a comprar”.

El quid del reportaje viene en seguida: “En términos prácticos, para que Espinosa Torres hubiera ganado semejante fortuna, debió percibir, entre salarios, rentas y usufructos, más de 3 millones de pesos cada 30 días, durante los 50 meses que duró su gestión como presidente municipal -de febrero de 2014 a marzo de 2018- y, además, no haber tenido gastos”.

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