La dirigencia estatal del PAN servirá como un “manto protector” en caso de que Eduardo Rivera logre mantener el control del partido debido a las irregularidades que se han señalado contra su gestión como alcalde de la capital, así lo consideró el legislador panista Eduardo Alcántara Montiel, quien ha sido el principal crítico del grupo del excandidato a la gubernatura y ahora advierte un riesgo de extinción del panismo si El Yunque continúa al frente del blanquiazul.
En entrevista con Hipócrita Lector, el diputado local y excoordinador de la bancada del PAN en el Congreso del Estado expuso algunas de sus consideraciones por las cuales su partido registró tan estrepitosa derrota como el hecho de alejarse de la sociedad en el pasado proceso electoral al no postular a candidatos ciudadanos.
La charla empieza desde los inicios de Acción Nacional con sus fundadores y pasa por la muerte del exgobernador Rafael Moreno Valle, con quien el panismo poblano vivió una de sus mejores épocas al ganar, por primera vez en 70 años, la gubernatura del estado, hasta terminar en la época actual en la que los actuales resultados provocaron un retroceso de más de 20 años cuando no se ganaba nada.
Tras el fatídico accidente de helicóptero en el que murieron los exgobernadores Rafael Moreno Valle y Martha Erika Alonso, el PAN entró en un proceso autocomposición en el que ningún liderazgo de grupo ha podido aglutinar y asumirse como tal.
“Estamos esperando que llegue el Mesías, estamos esperando que llegue el insurgente, que llegue el héroe nacional que nos salve, y creo que no entendimos que la construcción democrática no implica de niños héroes, implica un grupo de gente que propone un plan y luego quien debe encabezar ese plan”, explicó Alcántara.
El PAN se decantó por Eduardo Rivera como candidato a gobernador y encabezó el frente PAN, PRI, PRD y PSI porque era el mejor posicionado en las encuestas internas de la alianza, pero no daba garantías de triunfo para el bloque, aunque si otro hubiese sido el candidato “nos hubiera ido peor” porque “se escogió al mejor de los peores”, atizó el legislador.
Desde su punto de vista, el exedil de la capital “no tenía el hambre para ser candidato”, ya que se esperó hasta el final para iniciar campaña al interior del estado y se hubiera sentido más cómodo como candidato en la primera fórmula al Senado.
Eduardo Rivera fue a campaña, encabezó el frente Mejor Rumbo para Puebla y desde esa posición, refirió, aseguró candidaturas para sus allegados y “cobró facturas” contra quienes no son afines a su grupo.
“Nunca hubo una reconciliación de la interna del PAN con Augusta y entonces a los comités que había ganado Genoveva (Huerta) les empiezan a condicionar las prerrogativas y no les dan lana”, declaró.
Eduardo Rivera no buscó una reconciliación interna y se dedicó a vengarse de quienes le pusieron piedras para evitar hacerse del control de la dirigencia, por lo cual no se enfocó en la campaña a la gubernatura, narró Alcántara Montiel.
Por ello, advirtió que existe un grave riesgo para el panismo en caso de que Rivera Pérez se postule para ocupar la presidencia del Comité Directivo Estatal del blanquiazul porque el partido se mantendrá secuestrado por el mismo grupo: El Yunque; aunque dijo que para noviembre su grupo ya no tendría el ayuntamiento para operar la elección interna desde ahí.
El excandidato a la gubernatura tomará la dirigencia estatal como una especie de “manto protector” para negociar con el partido en el poder la aprobación de sus cuentas públicas, ante las irregularidades que han señalado los regidores de la oposición en el ayuntamiento de Puebla, consideró.
“Lalo quiere al partido como un ‘manto protector’, es decir, hay muchos señalamientos de malos manejos, de corrupción y de impunidad en el ayuntamiento, y utilizar al partido como manto protector a cambio de que le palomeen sus cuentas públicas y digan ‘no pasó nada’, ‘tengo una dirigencia dócil’, es lo que quiere Lalo”, recriminó.
Además, advirtió que la posible imposición de Rivera Pérez generaría una profunda indignación en la militancia por lo que no descartó que exista emigración hacia otras fuerzas. También destacó que perfiles como el del diputado local Oswaldo Jiménez, quien perdió la reelección frente a María de la Barreda, podría unificar a los grupos.
Para el legislador, existe un problema con el PAN y el frente opositor porque no lograron aglutinar un discurso real de alianza, peor cuando se enarboló un discurso de vivir sin miedo cuando en la capital se registraron los peores índices delictivos durante la gestión del candidato a la gubernatura.
“Es un efeto bumerang, porque tu discurso tiene un error que te genera una contradicción discursiva, es decir, digo que hay que aplacar este problema, pero yo soy parte de ese problema, no había manera de desmarcarse del problema de la seguridad”, indicó.
Lo anterior aunado a que existió una sobrevaloración de los partidos que fueron aliados al PAN, como el PRI, PRD y PSI, el cual “se supo vender” al candidato a la gubernatura y posiblemente fue el partido que más aportaciones económicas realizó a la campaña producto, presuntamente, de actividades ilícitas como el huachicol, debido a los nexos de algunos de los candidatos del PSI.
“Curiosamente muchas de las candidaturas que ellos piden (Pacto Social de Integración) están, ve las candidaturas que les dan, pon un mapa de ductos y, ¡bingo!, coincidencias de la vida, todos están conectados a los ductos, pareciera ser que Lalo Rivera buscaba una fuente de financiamiento ilícita (para su campaña)”, apuntó.
Eduardo Alcántara consideró que no es necesario irse al PAN de hace 20 años en que el partido no ganaba nada, sino que basta revisar los resultados de hace un par de años en los que el blanquiazul aún tenía representación legislativa de mayoría en el Congreso del Estado y en la Cámara Diputados.
El legislador dejó en claro que en caso de que vuelva a recuperar sus derechos partidistas —tras su expulsión del PAN— valoraría buscar la dirigencia estatal, aunque indicó que prefiere continuar siendo la voz crítica del panismo poblano.
