El estado de ánimo que impera en el war room de Eduardo Rivera Pérez y Alejandro Armenta Mier a tres semanas de la jornada electoral del 2 de junio se vio reflejado en sus equipos de propaganda, donde se mostraron dos realidades diferentes.
Mientras en la alianza Mejor Rumbo para Puebla quedó en evidencia la desesperación y psicosis que invade a sus candidatos con actitudes violentas y provocadoras, en el equipo de Sigamos Haciendo Historia en Puebla resume en una palabra: fiesta.
Aún no daban las 15:00 horas en el Complejo Cultural Universitario de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), por la zona de Angelópolis de la capital poblana, pero la temperatura ya rondaba los 30 grados celsius; aunque no era sofocante como en los días pasados a causa de la ola de calor, los ánimos entre las dos porras antagónicas era más que palpable.
La oleada panista-priista-perredista-peseista trató de hacerse notas en número con una ola blanca de playeras y banderas, disimulando o eliminando en su gran mayoría los tonos rojos y amarillos del PRI y PRD, que en elecciones anteriores era lo más notorio con su distinguible batucada.
Esta ola chocaba con el muro morenista, un poco menor en tamaño, pero con mayor impacto sonoro con sus jingles de campaña de Armenta y Morena, su inconfundible tono guinda/vinotinto, y la bandera que se ondeaba en todo lo alto con el nombre de Morena y Armenta.
El panismo no tardó mucho tiempo en dejar ver cuál sería la bandera de su estrategia. Con sus cánticos de “fuera Marín”, los simpatizantes de Acción Nacional dejaron claro su propósito de ligar al abanderado de la coalición Sigamos Haciendo Historia en Puebla con el exmandatario encarcelado por delito de tortura contra Lydia Cacho, Mario Marín Torres, con quien colaboró en su gestión 2004-2010.
Su desesperación por llamar la atención comenzó a crecer entre los simpatizantes de Eduardo Rivera y Mario Riestra como espuma al punto de llegar con los conductores de vehículos que pasaban con banderas de Morena, Armenta, Partido del Trabajo, e incluso con los taxistas de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y encararse con ellos para quitarles todo artículo promocional del obradorismo.
Los ánimos subieron de tono cuando llegaron a las agresiones físicas con uso de pistolas eléctricas para amagar a los seguidores de Morena para evitar tener un connato de bronca mayor. El sonido de la descarga eléctrica al aire dispersaba la aglomeración.
Candidatos del PRI y PAN como Karina Romero Alcalá, aspirante a la diputación local en el distrito 20 de Puebla capital, eran de los que encabezaban los grupos de jóvenes y porristas que increpaban a quienes nos simpatizaban con el panismo.
Los seguidores de Morena seguían con su fiesta gritando “Armenta gobernador” y más porras para Claudia Sheinbaum, la música de la campaña acaparaba la Vía Atlixcáyotl frente a la entrada del CCU mantenía a los seguidores del movimiento de transformación en su fiesta en la cima de las preferencias electorales de las diferentes encuestas.
En su desesperación, los simpatizantes del PAN, bloquearon el tránsito, sobre vía Atlixcayotl consentido hacia el centro de la ciudad de Puebla, provocando el caos vial por alrededor de 20 minutos.
Esta acción del panismo provocó que actores políticos como Augusta Díaz de Rivera, presidenta estatal del PAN; Nancy de la Sierra, senadora de la República, que acudían como invitadas del panista para brindar su apoyo a Rivera, tuvieran que llegar a pie al CCU.
Alrededor de las 18:00 horas la zona del CCU se tranquilizó, pues los respectivos equipos de los candidatos del PAN y (Morena) al gobierno del Estado, se trasladaron al Zócalo de la ciudad y al paseo Bravo respectivamente.