En medio de las controversias políticas, el presidente Andrés Manuel López Obrador puso el dedo en la llaga sobre un tema que ha incendiado la opinión pública: la necesidad de una reforma electoral para evitar que personajes como Néstor Camarillo utilicen fraudulentamente las posiciones destinadas a la representación indígena para obtener cargos de elección popular.
La conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional de este lunes fue el espacio donde el priista fue exhibido públicamente, pues al ser originario de Quecholac, Camarillo se registró como indígena en la comunidad de El Molino, Zacapoaxtla, en un proceso que los pobladores califican como una farsa.
López Obrador no escatimó palabras al abordar el tema: “Que no haya simulación” declaró con firmeza, tras exhortar a los partidos políticos y a sus integrantes a actuar con honestidad, respetando las acciones afirmativas de los grupos.
El mandatario destacó la posibilidad de una reforma electoral futura que garantice que los espacios destinados a los indígenas sean ocupados por verdaderos miembros de esas comunidades y lanzó: “Hay que tener más cuidado,” al apuntar a la necesidad de mecanismos más estrictos para evitar que este tipo de situaciones se repitan.
“Hay la posibilidad de hacer una reforma electoral y tener más cuidado para que los representantes de las culturas, de jóvenes, de los que tienen posibilidad de inscribirse como candidatos sean auténticos, que no haya simulación. Eso se puede corregir hacia adelante”, dijo el mandatario.
La declaración del presidente de la República fue un manotazo sobre la mesa luego de que representantes de diversas comunidades celebraron una asamblea en la localidad de El Molino, Zacapoaxtla, para buscar reunir firmas y echar abajo la candidatura de Néstor Camarillo al Senado, al haber usurpado una posición indígena.
Estas reuniones obedecen al actual análisis de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que evalúa una impugnación contra la candidatura de Camarillo y espacio donde los activistas de la región buscan presentar firmas para hacer notar su inconformidad.
Raymundo García, representante de la agrupación Serranos Unidos en Resistencia Indígena, exhibió que Camarillo habría otorgado 30 mil pesos a la comunidad indígena de El Molino, a través de un Comité religioso, para la realización de un jaripeo, cuyo propósito de fondo es contar con el apoyo de los pobladores para no perder su posición en el Senado.
Según el flyer proporcionado por el activista, el evento está convocado para el próximo sábado 24 agosto a las 15:00 horas, bajo el pretexto de un festejo en honor a la figura de San Bartolomé, donde participarían distintas agrupaciones musicales.
Desde que se dio a conocer que Néstor Camarillo ocuparía una candidatura indígena para llegar al Senado, la agrupación Serranos Unidos en Resistencia Indígena se enfocó en recopilar evidencia para demostrar ante los tribunales que el político había mentido sobre su identidad.
Entre los hallazgos más relevantes, descubrieron que funcionarios del Ayuntamiento de Zacapoaxtla emitieron una constancia de residencia en la que se afirmaba que Camarillo había vivido en la comunidad de El Molino por más de tres años, a pesar de que los pobladores no lo reconocen.
La agrupación también levantó sospechas sobre la credencial de elector de Camarillo, ya que los pobladores desconocen si realmente pertenece a la localidad de El Molino o si la constancia de residencia fue utilizada solo como señuelo para obtener el escaño.
Otro punto polémico es la supuesta realización de faenas comunitarias por parte de Camarillo, pues a pesar de que en su expediente afirma haber realizado trabajos comunitarios, la agrupación sostiene que solo realizó una faena tras el estallido del escándalo.
También se ha cuestionado que Camarillo tenga padres oriundos de El Molino, toda vez que su familia es conocida por asentarse en el municipio de Quecholac, además de que se han criticado los requisitos del INE para aspirantes a cargos políticos mediante acciones afirmativas, calificándolos de ambiguos y laxos.