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jueves, diciembre 5, 2024

Adriana Dávila truena contra Eduardo Rivera; “es una gran decepción”, afirma

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“Una gran decepción”, fueron las palabras de Adriana Dávila, candidata a la dirigencia nacional del PAN quien, durante su visita a Puebla, expresó un contundente rechazo con la administración de Eduardo Rivera Pérez al frente del Ayuntamiento de Puebla.

La candidata criticó la gestión de Rivera, en el contexto de los múltiples señalamientos por el hoyo financiero y la falta de servicios públicos y seguridad.

Dávila recordó que anteriormente apoyó a Eduardo Rivera en lo que consideró una persecución política en su contra durante el morenovallismo. Sin embargo, no dudó en mostrar su sorpresa al señalar que adoptó decisiones que, a su juicio, no reflejan los valores de transparencia y compromiso del PAN.

“Hice una defensa férrea de lo que veía que se estaba implementando desde el gobierno del estado para Eduardo Rivera, no logro entender qué sucedió en el trayecto, en qué momento se descompusieron las cosas y en qué momento la congruencia cambió por acciones que no comprendo”, indicó.

Dávila expresó su desconcierto sobre el cambio de postura de Rivera, al señalar que antes defendía la democracia en el partido, pero ahora apoya al grupo de poder dentro del PAN, lo que consideró una “falta de congruencia”.

Además de su crítica hacia Rivera, Dávila lanzó una advertencia sobre el proceso de elección del próximo dirigente estatal del PAN en Puebla, al mostrar su desacuerdo con la decisión de llevar a cabo la elección a través de un Consejo, en lugar de un voto abierto que permita la participación de toda la militancia.

La candidata nacional llamó a los aspirantes a la dirigencia local a exigir transparencia en el proceso y sugirió que soliciten las actas de las sesiones de los comités municipales para evitar irregularidades.

Dávila advirtió sobre posibles irregularidades, al mencionar que, en otros estados se han simulado sesiones y falsificado documentos para favorecer el método de elección extraordinario, que excluye a la militancia.

Por otro lado, lamentó que los comités municipales panistas se vean presionados para optar por un método de elección que limita la participación de los militantes, ya que consideró que esto afecta la credibilidad del partido ante la ciudadanía.

“Me parece un error simular la democracia en Puebla, que no se le permita a la militancia participar en la renovación, no entiendo por qué si se abrió a nivel nacional no se haga a nivel local, pero esto también ha pasado en Estado de México, en Ciudad de México con un candidato de unidad, sólo le pido a los militantes que exijan su participación para elegir a su próximo dirigente estatal”, sentenció.

La respuesta de la candidata a dirigente del PAN ocurrió luego de que, en el mes de octubre, una sesión del Comité Directivo Municipal (CDM) del partido desató polémica al decidir, a puerta cerrada y con la participación de figuras cercanas al exalcalde Eduardo Rivera Pérez, que el Consejo Estatal del partido fuera el método de selección de la nueva dirigencia estatal.

La reunión, encabezada por Rafael Guzmán y Matías Rivero Marines —ambos con vínculos estrechos con la administración de Rivera—, fue realizada sin una convocatoria pública y en condiciones que, según los críticos, carecieron de transparencia.

Jonathan Calderón, consejero estatal del PAN, se presentó en las oficinas del CDM en la Avenida 11 Sur y denunció el manejo opaco del evento, además, criticó que el encuentro fuera cerrado, sin permitir la entrada de militantes para observar el desarrollo de la votación, que, según Rivero Marines, se llevó a cabo con 16 de los 22 consejeros, el mínimo requerido para el quórum.

Rivero también argumentó que la falta de iluminación de ese día se debió a un corte de energía de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), aunque Jonathan Calderón señaló que las luces de las casas cercanas estaban encendidas, lo que puso en duda esta explicación.

Las denuncias de opacidad han generado un rechazo entre la militancia, que acusa al grupo de Eduardo Rivera y a la dirigencia de Augusta Díaz de controlar el partido sin permitir una renovación democrática, especialmente figuras como Mónica Rodríguez Della Vecchia, Edmundo Tlatehui y Rafael Micalco, han denunciado las prácticas irregulares.

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