Los tiempos actuales requieren de partidos unidos, fortalecidos, que abonen de manera positiva al escenario político estatal y enriquezcan el ejercicio ciudadano democrático.
La reciente elección de consejeros estatales del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) es un claro ejemplo de procesos en los cuales la militancia activa expresa sus preferencias por medio de la participación y ejercicio de sus derechos políticos.
En este proceso habría que destacar, además, la apertura a la participación de la ciudadanía en general, lo cual, si bien representó un nuevo modelo de toma de decisiones interno, también sugirió complicaciones en la organización; sin embargo, es posible asegurar que se llevó a cabo con éxito y sin complicaciones.
Es claro que en este tipo de batallas internas dejan heridos en el campo; liderazgos que no obtienen los resultados deseados o que consideran que en alguno de los momentos del proceso no les benefició como debería, lo cual es natural, ante la intensidad de la batalla.
Ahora vienen los tiempos de reconciliación, de darse un apretón de manos, encontrar puntos de coincidencia y avanzar con madurez en beneficio de los institutos políticos y, en consecuencia, de la democracia.
La participación en la vida interna, sin duda ha cambiado; en Puebla se acabaron los tiempos del partido de Estado, cuando el gobernador en turno veía en la siglas que lo llevó al poder otra instancia en la cual debía tomar decisiones.
El escenario no es lejano, los mandatarios estatales sucumbían a la tentación de imponer a las dirigencias y, en consecuencia, definir las líneas de acción, así como los espacios de poder y candidaturas que de él emanaban.
Con el gobernador Miguel Barbosa, se acabaron esos tiempos, no podría ser de otra manera, ya que el mandatario proviene de una amplia tradición de la lucha por la democracia, abriendo, desde los espacios en los que participó, camino para una definición más abierta y participativa de las decisiones dentro de los partidos.
Es claro que deben existir coincidencias y simpatías con los proyectos políticos del gobernador y la dirigencia partidista; que nadie se confunda, tampoco debe existir una distanciamiento o confrontación; han cambiado las formas de acercamiento entre ambas instancias; hoy, priva el respeto y se buscan las coincidencias. La sana distancia, diría el clásico.
La sintonía de proyectos es un fenómeno que se da de manera natural cuando existen políticas claras y rutas trazadas para el desarrollo de la entidad, lo cual ha ocurrido con la actual administración.
Los procesos políticos y de contrapesos del poder no tienen por qué ser ríspidos o conflictivos, deben ser ordenados y respetuosos.
En concreto, en Puebla nos conviene a todos que los partidos estén unidos y fortalecidos, ya que de esta forma, es posible dar rumbo a un estado con una amplia tradición política y participativa. El sistema partidista en el estado debe fortalecerse con actitudes maduras de quienes lo conforman, ya que de esa forma caminaremos con rumbo al estándar democrático que todos queremos.
Los invito a que escuchen mi participación en MVS Radio los días miércoles y a que me sigan en Twitter como @E_Echeguren.