Jopala es un municipio de alta marginación por la condición de sus habitantes y la lejanía de su territorio. En él se mezclan los mestizos con grupos étnicos que hablan totonaco y también náhuatl, quienes todavía conservan su lengua, vestimenta y sus tradiciones.
Esta lejanía y el mal estado de sus vías de comunicación impiden que los diputados y gobernadores visiten la cabecera municipal, muy cercana ya con los límites de Veracruz. Ocasionalmente llegan a ir algunos candidatos a prometer muchas cosas, pero ya no regresan.
Recuerdo que, en 1985, Mariano Piña Olaya fue a inaugurar el tramo carretero comprendido entre La Unión, Zihuateutla y Chicontla, pero el acto protocolario se realizó en los límites de la carretera federal La Unión – Loma Bonita. Guardo una fotografía donde aparece el gobernador Piña Olaya, Alfonso Andrade Velázquez, agente del ministerio Público y Gildardo Méndez, presidente auxiliar de Chicontla.
Siendo gobernador, Manuel Bartlett Díaz hizo dos visitas al municipio. Una a la cabecera municipal y la otra a San Pedro Tlaolantongo para inaugurar un puente vehicular que comunicaba a San Pedro con la cabecera municipal y, sobre todo, con las fincas cafetaleras de Oro Verde.
En 2007, Mario Marín llegó a Patla por el asunto de las inundaciones y los deslaves originados por el huracán Lorenzo. Y me cuentan mis paisanos que no le fue muy bien, pues al llegar a Patla se quería regresar y algunas mujeres lo tomaron de los brazos y se lo llevaron caminando a Chicontla. Dicen que el mandatario terminó con el pantalón enlodado hasta las rodillas.
Rafael Moreno Valle también estuvo en Patla para la inauguración de un puente vehicular que permitiría el paso de Patla a El Encinal y Coamaxalco. Más tarde, en agosto de 2016, también hizo presencia para revisar los daños que causó en ese puente la creciente del río Necaxa derivado de las intensas lluvias causadas por el huracán Earl.
En el mes de enero de 2018, el gobernador Tony Gali inauguró el puente El Encinal en la localidad de Patla con una inversión de 38 millones de pesos.
El sábado 18 de junio del presente, el gobernador Miguel Barbosa Huerta visitó Chicontla. En el acto protocolario de la rehabilitación del camino La Unión, Patla, Chicontla, mencionó que él como candidato ya había recorrido el municipio en compañía de su amigo Nabor Reyes, de quien tenía buenos recuerdos pues “su mamá nos daba de comer unas costillitas de puerco”. Dijo, además, que siempre tenía presente los nombre de Patla y Chicontla, pues dos mujeres de esas comunidades estaban en la ayudantía de su esposa Rosario Orozco Caballero, presidenta honoraria del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia. Una de ellas es Mariela de la Calleja, quien fue alumna de la escuela telesecundaria “Nabor Carrillo” de Chicontla cuando yo era el director; y la otra es Teresita Márquez Ortega, oriunda de Patla.
El gobernador dijo que la obra permitiría que “los habitantes de los municipios tengan un acceso equitativo en materia de salud, de seguridad, de combate a la corrupción, de educación, en todo aquello que permita a la gente alcanzar un mejor nivel de vida”. Y ahí, delante de varios presidentes municipales y del público agradeció al presbítero César Andrade Hernández, oriundo de Chicontla y que oficia en la parroquia de Nuestra Señora del Camino en la ciudad de Puebla, por la gestión de la obra.
Durante el evento se destacó la participación del ballet folclórico de Zihuateutla y del Trío Nativos de la Huasteca, quienes provocaron el aplauso del público cuando su violinista se echó el instrumento a la espalda y bailando en círculos con sus compañeros zapatearon un son huasteco.
Más tarde, en la comida ofrecida al gobernador por el padre César Andrade y su familia, se degustaron varios platillos: mole poblano con arroz, tlacoyos en salsa verde, chiles rellenos, tamales, gorditas de frijol, acompañadas de agua de horchata, de jamaica y tamarindo, mientras el trío Staku y sus huastecos deleitaba a los comensales con sus huapangos favoritos.
Al momento de la despedida, agradecí personalmente al gobernador Miguel Barbosa Huerta la publicación de la cuarta edición de la novela “Un mantel oloroso a pólvora”, donde menciono a don Elpidio Ramírez, creador de “La malagueña”, uno de los huapangos más famosos de México.
