El presunto jefe huachicolero de la zona del Triángulo Rojo, Antonio Valente Martínez Fuentes, presumió una camioneta Lamborghini Urus que le costó, dijo, más de seis millones de pesos y en la cual traslada a su hija, la candidata del PSI a la presidencia municipal de Quecholac, Guadalupe Martínez Gerardo, a sus mítines.
El lujoso vehículo apareció durante una transmisión en redes sociales, luego de que ambos regresaban a su rancho en la junta auxiliar de Palmarito Tochapan el pasado lunes. La noticia se viralizó y acaparó la atención de medios nacionales.
Apenas este martes, el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Gilberto Higuera Bernal, confirmó que existe una investigación abierta en contra de Antonio Martínez, alias El Toñín, que incluso data desde antes de que él asumiera el cargo de fiscal.
El Toñín ha sido uno de los objetivos principales de las autoridades de seguridad pública desde el 2018, a pesar de ello, en innumerables ocasiones se ha asumido como inocente y víctima de una persecución política. Está vinculado con el robo de hidrocarburos a los ductos de Petróleos Mexicanos, delito conocido como huachicol.
La dirigencia del PSI, a cargo de Carlos Navarro Corro y su hija Nadia Navarro Acevedo, candidata a diputada federal por el PRI, defendieron la postulación de Guadalupe Martínez, quien, a su vez, presentó denuncias contra los medios de comunicación que cuestionaron su postulación como candidata por su vínculo familiar.
Antonio Martínez se incrustó en la campaña de su hija al grado de acompañarla en la mayoría de sus actos de campaña, en los que ha fungido lo mismo como maestro de ceremonias que como animador.
Pero fue el presunto capo del huachicol quien confirmó el valor de la camioneta de alta gama en la que viajaba con su hija, tras hacerse viral: “Dicen que la camioneta salió en 6 millones de pesos, salió en más, por si no lo saben”, dijo en tono retador.
No obstante, Antonio Martínez recriminó que se haya difundido la imagen de su camioneta, ya que el crimen organizado podría ubicarlo a él y a su familia.
La candidata Guadalupe Martínez refirió que la camioneta la pagó su mamá, contra quien fue presentada una denuncia y una orden de aprehensión en 2021 por presunto enriquecimiento ilícito.
Martínez Fuentes señaló que los procesos en su contra, que señala la fiscalía tener abiertos, así como contra su madre y pareja, han sido fabricados por las autoridades poblanas, y afirmó que existe una estrategia, tanto mediática como política, para incriminarlo de nuevo.
“¿Por qué no somos responsables?, ¿por qué me atacan? Quieren que no hable de política. ¿No puedo estar de pie, junto de mi hija Lupita, para decir que yo como ciudadano estoy con ella?, ¿no hay Estado de derecho?, ¿no hay presunción de inocencia?, ¿por qué de esta manera?”, señaló.
Subrayó que seguirá acompañando a su hija en sus actos de campaña e, incluso, se dijo libre de militar en el Partido Pacto Social de Integración (PSI), pues en los recorridos con la candidata aparece portando una camisa con los logotipos del partido que dirige Carlos Navarro.
Para la próxima elección, el PSI —partido que prácticamente se ha aliado con todas las fuerzas políticas en su corta historia, convirtiéndose en un partido satélite— lleva como candidatos a personajes vinculados con actividades ilícitas como huachicol, enriquecimiento ilícito, desobediencia, resistencia de particulares a la autoridad, y cometieron violencia política contra las mujeres en razón de género.
En el pasado, tres de los ediles emanados de sus filas han sido detenidos: Pablo Morales Ugalde, de Palmar de Bravo; José Alejandro Martínez Fuentes, hermano de El Toñín —presunto capo del huachicol—, de Quecholac, e Inés Saturnino, expresidente de Tecamachalco por el PAN, postulado por el PSI para competir por la alcaldía en 2021 y nuevamente para 2024.
