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jueves, noviembre 21, 2024

Se dicen cosas horribles de ti/ 13

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ENTREGA XIII

Todos los nombres de los personajes son reales.
Todos los enredos de los personajes son ficticios.

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De entre sus seguidores, Briseño fue uno de los más serviles y disciplinados. Como bien lo dice el escritor Antonio Ortuño, “se afanó durante dos decenios por alcanzar la rectoría de la U de G, pero tardó sólo quince minutos en perderla”. Briseño quiso hacer lo que Padilla logró con su antecesor: matarlo políticamente y quitarle el poder. No pudo. Le faltaron talento y aliados. Buenos aliados.

Economista de formación, Briseño no brilló por sus luces académicas, aunque presumía dos posgrados, sino por sus buenos oficios como cortesano de Raúl Padilla y golpeador de la oposición y la disidencia.
Con esas credenciales se ganó la confianza de su amo.

El conflicto entre ambos surgió después de que el Dedo de Oro, manipulado felizmente por Padilla, señaló a Briseño como rector. Desde el primer momento, sus asesores le hicieron creer que podía hacer dos cosas: enterrar a Padilla y convertirse en gobernador
de Jalisco por el PRI en 2012. Lo que ignoraba Briseño ––y si lo sabía, no supo medirlo–– es que dichos asesores eran unos advenedizos que habían fracasado antes en las guerras que enfrentaron. Con esos perdedores Briseño se lanzó a pelear su Waterloo.

Para entonces, la U de G era dueña de inmobiliarias, productoras de cine, cafeterías, agencia de viajes, editoriales, papelerías, gasolineras, hoteles, clubes deportivos, agencias de publicidad y escuelas de idiomas. Ortuño también asegura que la U de G es “el
principal empresario de espectáculos del Occidente de México”. Todo esto, más la FIL y el Centro Cultural Universitario, estaba en la mira de Briseño y sus pandilleros. A través de medios afines, el rector inició la caza mayor, pues acusó a los padillistas de malos
manejos en el Hospital Civil. La venta de órganos fue una de las cerezas de su denuncia.

Padilla se le fue con todo y, a través del Consejo Universitario, destituyó al rector en quince minutos y lo regresó a su madriguera. El final fue terrible: en el otoño de 2009, en un baño de la planta baja de su mansión, Briseño se dio un tiro en la cabeza. En otra residencia de Zapopan, mientras tanto, su verdugo brindaba con su klōn por un futuro promisorio.

 

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En sus épocas de bonanza, el rector Carlos Briseño quiso tener también un klōn como el de Raúl Padilla. Através de uno de sus esbirros lo mandó a hacer. Cuando se lo llevaron a su casa del fraccionamiento Valle Real, en Zapopan, se decepcionó al ver a su futuro factótum. Marco Levario Turcott, secretario técnico de la U de G y asesor personal del rector, le preguntó las razones de su disgusto. Briseño se las enumeró como si se estuviera describiendo: “Está gordo, chaparro, prieto. Parece taxista”. Levario tosió varias veces antes de responder. “Eminentísimo señor rector, dígame usted las particularidades que desea que tenga su klōn y en este momento me comunico con la gente de la NASA para que lo trabajen a su gusto”.

Briseño le explicó a su empleado qué era lo que quería. Levario no daba crédito a la descripción. Y es que punto por punto el rector había elaborado el retrato hablado de su odiado Raúl Padilla. Pero no se lo dijo. Ni siquiera pasó por su mente decírselo.
Titubeante, nervioso, se comunicó a la Nasa y pidió que el klōn del rector Briseño fuera corregido y aumentado en función de los gustos del cliente. Tras un debate singular, los técnicos de la Sección de Klōnes, Hologramas, Androides y Cabezas Parlantes Intelectuales de la NASA dijeron que la petición era aberrante, pero que había una máxima en Mexico
que se ajustaba muy bien a ese momento: “Al cliente, lo que pida”.

El nuevo klōn, casi idéntico al de Padilla, pero con la cabellera azabache al estilo Briseño, llegó al fraccionamiento Valle Real y de ahí salió a estrenarse en un acto del gobernador Emilio González Márquez.

Cuando el klōn del rector Briseño bajó de la Suburban negra todo mundo empezó a murmurar. Impertérrito, éste caminó con donaire rodeado de sus atónitos escoltas. A lo lejos, el gobernador pidió unos binoculares para observarlo detalladamente. Lo que
vio le pareció grotesco. Y es que era una mezcla extraña, estúpida, de Raúl Padilla y Carlos Briseño.

Cuando su particular le dijo que “esa cosa” no era el rector sino su klōn, el gobernador sonrió y alcanzó a musitar: “Vaya, vaya. Así se mira el taxista”.

 

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Raúl Padilla nunca iba a los actos del gobernador González Márquez. No se toleraban. Pero un día, a invitación expresa del presidente Felipe Calderón, Padilla coincidió con su odiado enemigo en el presidium. Burlón, el gobernador le dijo que la silla que estaba a su lado la ocuparía su clon. ¿Mi clon? Tu clon, Raúl, el rector Briseño. ¿Por qué dices que es mi clon? ¿No has visto su klōn? Es un híbrido muy extraño entre tú y Briseño. Eres tú, pero con la cabellera azabache del rector. Las carcajadas estallaron. Y se multiplicaron cuando a lo lejos apareció, muy saludador, como en campaña política, el klōn de Carlos Briseño. El gobernador le prestó sus infaltables binoculares a Padilla para que viera al “engendro”, como se le empezaba a llamar al producto creado por la NASA.

Al llegar al presidium, el engendro saludó cordialmente a González Márquez y a Padilla. Cho gusto, cho gusto, les dijo. (Los klōnes no distinguen entre el bien y el mal, por eso saludan impertérritos a sus enemigos). Tras un silencio que pareció de siglos, el
engendro escupió: Ahorita estoy leyendo La Broma, de Kundera. ¿La han leído?

Nadie respondió. Padilla odiaba hablar con klōnes. Ni siquiera al suyo le devolvía los saludos.(Sólo, eventualmente, brindaba con él para celebrar alguna estocada). En ese momento llegó entre abucheos el presidente Calderón. Iba visiblemente
ebrio y su esposa Margarita trataba de evitar que se cayera. Llevaba puesta una cachucha de soldado para enviar el mensaje de que México estaba en guerra contra los narcos. Cuando se sentó al lado del gobernador, Calderón le preguntó con voz vidriosa:
¿Quién es el pendejo del copete azabache que está junto a Padilla?

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