La tarde del pasado martes el cielo se desplomó sobre las colonias del sur de la ciudad de Puebla. Los colonos de San Bernabé Temoxtitla, Flor del Sur, San Isidro Castillotla, Valle del Paraíso, Bosques de la Cañada, Primera Sección San Ramón y Fraccionamiento Hacienda las Fuentes vieron con impotencia cómo el agua inundaba sus viviendas. Los destrozos que dejó la tromba no tardaron en aparecer: casas llenas de lodo, muebles inservibles, el patrimonio familiar perdido para siempre.
Tras la devastación cayó la noche y los afectados se pusieron manos a la obra para recuperar lo que fuera posible y limpiar sus casas. Muy pronto comprobaron, una vez más con impotencia, que el trabajo rebasaba sus esfuerzos.
Fue entonces cuando buscaron el apoyo del Ayuntamiento de Puebla y Protección Civil municipal, las primeras autoridades responsables legalmente de atender una contingencia de esa naturaleza. Pero la respuesta nunca llegó. Fue así que la preocupación se tornó en rabia.
A la misma hora, en la Secretaría de Gobernación estatal, a cargo de Javier Aquino Limón, llegaban los reportes de las afectaciones que la lluvia dejó en todo el estado, principalmente en la capital poblana, a través de la delegada en aquella zona, Laura Sánchez, quien en todo momento estuvo presente en lugar supervisando la llegada de la ayuda.
Sin embargo, la principal preocupación del reporte rápidamente cambió del saldo de los daños al abandono de los colonos afectados en el municipio capitalino. Las horas pasaban y nadie sabía dónde estaban los funcionarios municipales del PAN.
Ante esa situación, el gobierno del estado asumió la responsabilidad que le correspondía al Ayuntamiento, encabezado por el sustituto Adán Domínguez Sánchez, cuya principal preocupación en las últimas semanas ha sido su campaña para ser ungido como el nuevo dirigente estatal del PAN y en quedar bien con el semillero del Yunque, la UPAEP, al privatizarle una calle sin consultar ni pedir la opinión de los vecinos.
De la mano de la Secretaría de Gobernación estatal, a través de Protección Civil, la maquinaria y los equipos de rescate llegaron a los puntos afectados por la tromba. Los vecinos no se quedaron solos.
Por la noche, las autoridades hicieron un recorrido por las viviendas afectadas, e iniciaron las labores de limpieza en la zona para sacar el agua de las casas con apoyo de una unidad Aquatech, sin reportarse lesionados, solo daños materiales.
Pero fue hasta un día siguiente, la mañana del miércoles, cuando se evaluarían los daños, con apoyo de la subsecretaría de Vivienda, cuyos funcionarios llegaron acompañados de una brigada para hacer una inspección en la zona.
AGUA Y LODO AFECTAN VIVIENDAS
Finalmente se registró un saldo de 25 viviendas con afectaciones, de las cuales 22 son menores, como filtraciones y encharcamientos de agua que solo requirieron limpieza.
Tres casas se encuentra en vulnerabilidad las condiciones precarias de su estado, con daños en enseres domésticos y ropa, a cuyas familias se les hará entrega de cobijas, colchonetas, kit de limpieza y de aseo personal y así como cloro, además de que a una vivienda se le apoyará con láminas galvanizadas.
Las familias recibieron ayuda inmediata de la autoridad estatal y durante todo el resto del día esperaron la presencia de funcionarios municipales sin tener éxito.
Aunque el gobernador Sergio Salomón Céspedes inició este miércoles una gira comercial por Europa, en Alemania y España, para promover inversiones para el estado, esto no detuvo la instrucción para que de inmediato se destinaran recursos económicos para ayudar a las familias.
En entrevista con el Sistema Estatal de Noticias de SICOM, Catarino Miranda, titular de Protección Civil del estado, informó que durante el recorrido en las colonias Flor del Sur, San Bernabé Temoxtitla y San Agustín, se detectó una veintena de casas con afectaciones.
De acuerdo con testimonios recogidos por Puebla Noticias, la vivienda de la señora Soledad Francisco resultó afectada por la llegada de lodo y agua, la cual subió más de un metro, perdiendo colchones, electrodomésticos y despensa, por lo que pidió ayuda a las autoridades.
“Que me apoyen con un colchón por lo menos para pasar los días porque no nos esperábamos esto, yo trabajo, trabajo en casa, venía llegando del trabajo con mi niño y así como entraba el agua traté de ponerle las cobijas para tratar que no se metiera más, pero de ahí ya vi que no iba a poder hacer nada, entonces pedí ayuda y salí por la puerta, pero no podía abrir por la fuerza del agua que me jalaba hacía adentro”, narró.
