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viernes, diciembre 6, 2024

Siembran a yunquistas Como consejeros del PAN en Municipios indígenas

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| Ignacio Juárez /Cirilo Calderón

En su afán por hacerse del control del Consejo Estatal del PAN a como diera lugar, Eduardo Rivera y El Yunque burocrático torcieron los estatutos para sembrar, en 19 municipios de representación indígena, a 22 de sus incondicionales, a pesar de que no son originarios ni cuentan con ningún tipo de liderazgo en esos lugares.

Eso significa que, al menos 20 por ciento de los integrantes del máximo órgano de gobierno de ese partido, son producto de un vicio de origen, en el que se desplazó a la militancia originaria, principalmente indígena y rural, en las decisiones que dan rumbo a Acción Nacional.

Su origen indígena es algo que no comparten, porque dudosamente existe, lo que sí tienen en común estos 22 consejeros es que trabajaron para Eduardo Rivera en alguna de las dos administraciones municipales que encabezó (2011-2014 y 2021-2024).

Se trata de exdirectores, exregidores y exsíndicos allegados a Eduardo Rivera, algunos de su primer círculo de operadores como Enrique El Huevo Guevara, Guadalupe Arrubarena, Miguel Méndez Gutiérrez, Alfredo Ramírez, Rafael Von Raesfeld Porras, que a simple vista no denotan ser originarios de los municipios bajo los cuales se registraron para representar ante el Consejo Estatal.

Todos ellos resultaron electos como consejeros en octubre de 2022, cuando Acción Nacional renovó su Consejo Estatal mediante la elección de 100 consejeros, 50 hombres y 50 mujeres, más consejeros vitalicios para sumar entre 113 y 116 miembros.

LOS FALSOS INDÍGENAS

Desde hace décadas, Enrique Guevara Montiel es uno de los integrantes de la burbuja de Eduardo Rivera Pérez. Político formado en la ultraderecha más recalcitrante, toda su vida política la ha hecho al amparo de la secta de El Yunque y, principalmente, en la ciudad de Puebla.

Sorpresivamente, el exdirector de Normatividad y Regulación Comercial en el pasado Ayuntamiento de Puebla —área que dejó en medio de acusaciones por supuestas extorsiones y la existencia de un “cártel” dentro del gobierno municipal, que habría permitido la operación irregular de bares y table dance clandestinos a cambio de pagos económicos— fue inscrito como consejero por el municipio de Atempan, una comunidad totonaca, ubicada en la Sierra Norte.

Otro caso emblemático es el de Guadalupe Arrubarrena García, prominente integrante de la secta y miembro de una familia custodia de rancio abolengo en la derecha poblana. En la gestión de Eduardo Rivera se desempeñó como síndica y anteriormente fue secretaria general del Comité Directivo Municipal del PAN en el municipio de Puebla.

Pese a que toda su carrera política ha sido en la capital, la panista llegó al Consejo Estatal en representación de Chigmecatitlán, municipio enquistado en la Mixteca poblana y ampliamente conocido por su alto grado de marginación.

Guadalupe Arrubarrena es hermana de Bernardo Arrubarrena, exsecretario de Administración y Tecnologías de la Información, quien fue defenestrado en el último año de la gestión de Eduardo Rivera debido a que complotó al interior de la Comuna para imponer a Rafael Cañedo Priesca como alcalde suplente.

Ahora, Bernardo Arrubarrena enfrenta un pliego de observaciones por presuntos manejos irregulares en su dependencia que detectó la Auditoría Superior del Estado en el ejercicio fiscal 2022.

Otro que también fue sembrado en Chigmecatitlán sin ser originario de ese lugar fue Alfredo Ramírez Barra, quien encabezó la Comisión de Participación Social en el Cabildo de Eduardo Rivera. La incongruencia como consejero estatal se evidenció cuando intentó buscar sin éxito una diputación local en la ciudad de Puebla.

Por Aljojuca, un municipio ubicado en la región del Valle de Serdán, resultó electo como consejero estatal Guillermo Antonio Almazán Smith, quien fue un aliado del extinto Rafael Moreno Valle, pero después de su muerte en 2018 se cobijó en el manto del Yunque. Con Eduardo Rivera fue director de la Academia de Policía del Municipio de Puebla y también participó en su fallida campaña a la gubernatura de Puebla.

En Chignautla, ubicado en la Sierra Nororiental, aparece registrado Miguel Méndez Gutiérrez, otro de los panistas incondicionales de Eduardo Rivera, quien ha sido dirigente municipal del PAN en la capital poblana. En el pasado gobierno municipal se desempeñó como director en la Secretaría de Bienestar en el Ayuntamiento de Puebla.

Quien también fue registrada en un municipio indígena fue Carolina Morales García, exdirectora del DIF municipal de Puebla, exregidora de la capital y mujer de toda la confianza de Liliana Ortiz Pérez, actual diputada federal plurinominal y esposa de Eduardo Rivera Pérez. Es consejera estatal por Cuetzalan del Progreso, municipio icónico del indigenismo poblano.

El excompañero de bancada de Eduardo Rivera en el Congreso local y hermano de secta, Rafael Von Raesfeld Porras es consejero estatal por el municipio de Ixcaquixtla, que se encuentra en la Mixteca poblana. Actualmente es integrante del Comité Directivo Estatal del PAN, ha sido regidor y funcionario del ayuntamiento de Puebla.

En la lista figuran otros panistas del grupo cercano a Eduardo Rivera como Pilar Aguilar Nájera, representante de Ocoyucan ante el Consejo Estatal panista, aunque su trayectoria profesional se ubica en la capital en donde fue funcionaria de Bienestar del ayuntamiento.

Carlos Bernardo Blanco Navarro y su hermana María del Carmen Blanco Navarro, ambos exfuncionarios del gobierno que encabezó Eduardo Rivera, representan a dos municipios del interior del estado: Tuzamapan de Galeana y San Juan Atenco, respectivamente.

Bernardo fue secretario estatal de Acción Juvenil y, posteriormente, se desempeñó como director de Giras y Logísticas de la oficina de Presidencia de Eduardo Rivera; mientras que su hermana trabajó en la Secretaría de Bienestar municipal.

Otros panistas ligados al Yunque que se hicieron pasar como consejeros indígenas son: Verónica Sánchez Agis, política ampliamente ligada al Yunque, quien representa al municipio de Zihuateutla, ubicado en el corazón del Totonacapan.

Juan Francisco Dávila Mira, extrabajador de la Coordinación de Regidurías del ayuntamiento capitalino y hermano de Ignacio Dávial, exdirector de Comunicación Social en el primer gobierno municipal de Eduardo Rivera. También fue sembrado en Zihuateutla.

En tanto, María del Carmen Mota Quiroz es consejera por Tuzamapan de Galeana, también ubicado en la Sierra Norte. Es hermana de Francisco Mota, a quien Eduardo Rivera erigió como operador político pese a su escaso capital. Entre sus tareas estuvo allanar el camino para que Adán Domínguez fuera el candidato oficial a la dirigencia estatal del PAN, pero todo fue un fracaso.

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