La Fiscalía General del Estado (FGE) confirmó que los restos humanos encontrados en una hielera abandonada frente al C5 corresponden a César Eduardo G., el empresario que fue secuestrado la noche del domingo al salir del restaurante “Mochomos”, ubicado en Plaza Solesta en la Vía Atlixcáyotl.
César Eduardo llegó al restaurante en una camioneta Porsche blanca, la cual, según la Fiscalía, pertenecía al exsubdirector de Vialidad estatal, Alan Humberto Ibarra, sin embargo, la razón de esta relación es que el empresario no había terminado de pagar el vehículo, por lo que la Fiscalía lo entregó a su antiguo propietario, el funcionario.
Los restos del empresario no sólo fueron hallados en la hielera abandonada, sino también dentro de un vehículo calcinado que fue abandonado horas más tarde frente a las instalaciones del C5. La Fiscalía proporcionó una detallada cronología sobre cómo ocurrieron los hechos, y sostuvo que se encuentran llevando a cabo las investigaciones correspondientes para dar con los responsables.
De acuerdo con Alejandro García Badiola, Fiscal Especializado en Investigación de Delitos de Desaparición Forzada, se tomó el caso como una investigación que apunta a un posible vínculo con el crimen organizado.
El secuestro ocurrió la noche del 8 de septiembre, cuando César Eduardo G. llegó en una camioneta Porsche Cayenne a la Plaza Solesta, en la Reserva Territorial Atlixcáyotl. Ahí se encontró con su novia en un restaurante y tras aproximadamente media hora de conversación afuera del negocio, un automóvil Aveo color guinda se detuvo frente a ellos.
Cuatro sujetos armados descendieron del vehículo y tras amenazar a Eduardo, lo obligaron a subir al Aveo. A su novia la dejaron tirada en el suelo y también se llevaron su camioneta Kia, modelo Saltos 2022. Los agresores intentaron robar el Porsche Cayenne, pero no lo lograron, dejando el vehículo en el lugar.
Las autoridades rastrearon los movimientos de los secuestradores, quienes se dirigieron por la Vía Atlixcáyotl y luego al Periférico, tomando rumbo hacia Misiones de San Francisco.
El 9 de septiembre, a las 3:30 horas, fue localizado un vehículo Aveo color guinda incendiado en el estacionamiento de Seguridad Metropolitana C5. Dentro del vehículo se halló un cuerpo calcinado sin cabeza y a unos metros de distancia, una hielera blanca con la cabeza del joven, así como un mensaje con amenazas.
La Fiscalía, tras una confronta genética, confirmó que el cuerpo correspondía a César Eduardo G., además, recientemente en redes sociales comenzó a circular un video en el que aparecen cinco hombres armados con equipo táctico y un joven con los ojos vendados, quien, según las autoridades, podría ser César Eduardo. En el video, el grupo cuestiona al joven sobre su actividad económica, lo que reforzó las sospechas de la participación del crimen organizado.
Garrido apareció sentado en el suelo, con los ojos vendados, el torso desnudo y las manos atadas, además de que los captores, identificados como parte de la célula Operativa Barredora, asociada al Grupo de Operaciones Especiales Mencho (GOEM), le hacen preguntas sobre su nombre, para quién trabajaba y cómo operaba.
El empresario, conocido como El Pelón, menciona que colaboraba con Agustín Groth, El Pilas, quien supuestamente estaba implicado en el robo de vehículos de carga en las autopistas y según Garrido, estos camiones eran entregados a El Negro, para desmantelarlos, y parte de la mercancía se distribuía a otras partes del país.
La investigación de la FGE reveló además que César Eduardo rentaba una bodega que ya había sido asegurada por la Fiscalía por la presencia de un tráiler robado. A partir de esta conexión, las autoridades han llevado a cabo diversas diligencias, como cateos, análisis de videos y entrevistas, que buscan arrojar luz sobre el secuestro y posterior asesinato del joven.
