En su tercer día de campaña, Alejandro Armenta Mier solo necesitó recorrer el Centro Histórico de Puebla para que los problemas que dejó el exalcalde, Eduardo Rivera Pérez, salieran a la luz espontáneamente: ambulantaje, represión, inseguridad.
Al senador con licencia sólo le bastó iniciar su recorrido en la calle 8 Poniente-Oriente y Avenida 5 de Mayo para constatar en carne propia lo que viven a diario los vendedores ambulantes en el centro de la ciudad de Puebla, cuyos planes de reordenamiento han consistido en mantenerlos en las calles periféricas a la avenida principal de la ciudad.
En una de las esquinas más transitadas de la ciudad de Puebla, donde en temporada alta de ventas se llegan a conjuntar vendedores del giro de papelerías, zapatería y alimentos, Alejandro Armenta se paró en un puesto de tacos de canasta, el alimento de venta más rápido para el ritmo acelerado de la capital del estado.
En ese puesto, el coordinador estatal de los comités de defensa de la transformación retomó sus conocimientos de comerciante en las plazas públicas cuando era más joven, cuando dialogaba con los comerciantes y los habitantes de los municipios en que vivió, Izúcar de Matamoros y Acatzingo, en donde aprendió los gajes del oficio.
En este puesto donde trabajan tres personas, una mujer y dos hombres, Alejandro Armenta se enteró de las dificultades que atraviesan los vendedores ambulantes en el centro de Puebla, donde en varias ocasiones sufren represiones y agresiones por parte de las autoridades municipales, en especial del personal de la Unidad de Normatividad y Regulación Comercial, quienes previo a su llegada a la zona desplegaron un operativo para retirar al comercio informal de las calles aledañas a la avenida principal de la capital.
Alejandro Armenta comentó que de llegar a la gubernatura de Puebla, una vez por semana realizará faenas en las calles del estado con los ciudadanos para escuchar sus necesidades.
Mientras se encontraba con los medios de comunicación, los comerciantes ambulantes no desaprovecharon la oportunidad para llamar a todos los transeúntes que caminaban por la avenida más concurrida de Puebla para acercarse a quien ellos consideran el próximo gobernador del estado.
“Acérquense con el gobernador Armenta, él sí resuelve, Armenta sí te escucha, pásele por su orden”, gritaba uno de los vendedores del puesto al que el candidato se acercó para colaborar, con una voz que abarcaba la longitud de dos calles mientras las cabezas de los escuchas notaban el llamado en favor del morenista.
El candidato al gobierno del estado comentó que impulsará un programa de rehabilitación de mercados, para dignificar el trabajo de los vendedores ambulantes y dar mayores oportunidades de empleo.
“Tienen derecho a la actividad económica, los vendedores ambulantes no son delincuentes, son más delincuentes los políticos que corren de la calle a los empresarios que buscan el sustento diario”, comentó.
En este sentido, recriminó al personal de la Unidad de Normatividad y Regulación Comercial por implementar operativos con el fin de criminalizar la labor de los vendedores ambulantes.
“No les das opciones, no les dan oportunidades y lo único que hacen es aprovecharse de ellos (…) hay que reordenar, pero lo que hace el Ayuntamiento es prohibir el derecho a la actividad comercial, no están reordenando, están reprimiendo, el PAN es un partido opresor, y el PRI hoy tiene un candidato privatizador y opresor”, remarcó el candidato morenista.
Posterior a ello, el candidato a la gubernatura de Puebla retomó su camino con rumbo al Zócalo de la ciudad de Puebla, donde decenas, si no es que cientos, de poblanos que transitaban por la Avenida 5 de Mayo, se detuvieron al percatarse de la presencia del candidato de la coalición Sigamos Haciendo historia.
En sus decenas de saludos y fotografías tomadas, Alejandro Armenta escuchó un reclamo sobre el gobierno municipal, una petición de gestión que él mismo se comprometió a atender personalmente o canalizar con su equipo jurídico y cercano.
Vendedores, habitantes de la ciudad capital, de las juntas auxiliares o trabajadores de otros municipios que iban al centro de Puebla para ganar unos pesos, para sobrevivir al día, acudíeron al morenista para su atención y pedir su ayuda en esta elección donde el panismo recurrirá a la capital del estado como su bastión para atrincherarse, donde sus habitantes se quejan de las desigualdades entre su gobierno y su realidad.
