El asesor jurídico que presuntamente violó a Miriam Vázquez fue dado de baja, mientras que otros funcionarios de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAVI) de la Fiscalía General del Estado (FGE), presentaron sus renuncias este mismo lunes, tras darse a conocer las vejaciones que sufrió al exigir justicia para su hija que fue violada por su padrastro, a quien un juez de Huauchinango dejó en libertad.

El gobernador Miguel Barbosa Huerta informó que se actuó con rapidez en el caso de Miriam Vázquez, y muestra de ello es que se tomó la decisión de echar de la CEAVI a quienes cometieron los abusos y el atropello contra la madre de la menor víctima.

En tanto, el gobierno del estado continúa brindándole acompañamiento en el procedimiento de la custodia de sus hijas y en las denuncias que hizo contra servidores públicos por los agravios en su contra.

“Ya ayer presentaron sus renuncias diversas servidoras públicas de la Comisión de Víctimas, ayer mismo. Ya la encargada de despacho y el equipo este que no fue capaz de acompañar a la señora Miriam en denunciar el abuso, el atropello y el abuso sexual del que fue objeto por parte del que había sido designado asesor de la señora, ya están fuera de la Comisión de Víctimas”, informó.

Dijo que corresponde a la institución asumir su responsabilidad en el comportamiento de los servidores públicos que están asignados a brindar atención y protección a las víctimas de un delito para que este tipo de casos no se vuelvan a repetir.

“Instituciones del gobierno ya están acompañando a la señora para que obtenga resultados favorables. Estamos actuando con rapidez, con rapidez”, añadió.

Ayer, durante la conferencia matutina, Miriam Vázquez, madre de Andrea Mireli la adolescente que fue violada por su padrastro a los 14 años, desveló nuevas vejaciones que sufrió por parte de autoridades que la convirtieron en víctima en su travesía para exigir justicia para su menor hija.

En marzo de este año ella buscó ayuda en el Centro de Atención a Víctimas para encontrar a sus hijas y a su nieta -producto de la violación de su expareja Ramón N. cometida en contra de su hija Andrea Mireli-, quienes habían sido sustraídas de su domicilio de manera ilegal y llevadas con engaños al norte del país.

De acuerdo con su testimonio, el 31 de marzo, Mario Celot la citó fuera de las instalaciones de la CEAVI, en lo que resultó ser una casa particular en donde le refirió que tenía su propia “oficina” en una colonia del municipio de Huauchinango, ella accedió a reunirse con él con la promesa de que la ayudaría a ubicar a sus hijas.

“A las 7 le marco, me dice que me atendía en la oficina pero que ya no estaba dentro de la Fiscalía, al yo recibir la llamada de él quería darle todo lo que tenía, informarlo de todo. Desde el momento en que yo llegué (…) me dice que si iba yo sola”, expuso.

Describió que el litigante se encontraba tomando una bebida embriagante y al cuestionarle, “su respuesta fue: si mis jefes supieran de esto sería sancionado porque no lo debía hacer”. El funcionario le ofreció en varias ocasiones un jugo, pero después de tres horas de estar en ese lugar, accedió a tomarlo pero inmediatamente comenzó a sentirse mareada.

Posteriormente “le pido ir al baño, pero cuando reacciono, él estaba violándome tal cual”, reveló.