Exfuncionarios del Ayuntamiento de Puebla, familias caciquiles, docentes que no se sabe si han solicitado permiso para separarse de su cargo y parientes de políticos con un oscuro pasado, con fuerte olor a huachicol, integran la lista de operadores políticos de Eduardo Rivera Pérez y que tienen una tarea: promover una campaña de enojo en los distritos del estado contra los gobiernos de Morena.
Los operadores políticos trabajaban en la administración que encabezaba Eduardo Rivera Pérez, hoy encargada a Adán Domínguez Sánchez, según se informó, sin embargo, no se tiene certeza de que esos espacios hayan sido ocupados por familiares. Tenían sueldos de entre 73 mil y los 15 mil pesos mensuales.
La mayoría de estas personas, cerca de 35, estuvo en nómina del ayuntamiento y a su vez se alistaban para conformar la estructura electoral del panista hoy abanderado a la gubernatura por los partidos PAN, PRI, PRD y PSI, de acuerdo con el periodista Arturo Luna Silva, quien a través de varias entregas en su columna Garganta Profunda, relato los entresijos que existen en esta y otras acciones.
El encargo principal que habrían recibido fue promover en cada uno de los distritos que les fue asignado un sentimiento generalizado de enojo e indignación de la ciudadanía ante temas ríspidos como la inseguridad, atención médica, economía, apoyos al campo.
En contraste, los operadores de Eduardo Rivera tienen que difundir las propuestas del abanderado de Mejor Rumbo para Puebla como el regreso de las instancias infantiles, los créditos para las mujeres, las mil calles, entre otros.
Desde el propio equipo del exalcalde de Puebla se habría filtrado esta lista en la que se anotaron algunas indicaciones para posicionarse como una oposición “tendiente a transformarse en la alternativa de cambio”, según la capacitación que recibieron quienes integran su estructura y los candidatos del Frente PRI, PAN, PRD y PSI.
Asimismo, se indica que la coalición debe marcar la agenda pública, las zonas de conversación y que con ello se genere un clima idóneo para la elección.
La estrategia consiste en exacerbar el miedo de la población derivado de los índices delictivos en el estado, principalmente aquellos vinculados con los del fuero común en el estado.
De acuerdo con la capacitación que recibieron las y los candidatos, la campaña se centrará en vincular a los gobiernos de Morena con la delincuencia, tal como a nivel federal lo promueve la aspirante presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez Ruiz.
La campaña de enojo que se pretende inculcar en el estado tiene como propósito que la sociedad busque otra opción de partido para gobernar en Puebla, pues a diferencia de quienes están actualmente en el poder, el Frente se pretende vender como la opción que ofrece resultados, experiencia, capacidad de gobierno, unidad y liderazgo, cercanía y seguridad.
Así, de acuerdo con el periodista, quedó conformada la lista de operaciones del dirigente de la organización de ultraderecha de El Yunque, con perfiles que a su vez guardan relación con presuntas actividades ilícitas.
El grupo integrado por exfuncionarios del Ayuntamiento de Puebla, familias caciquiles, docentes que no se sabe si han solicitado permiso para separarse de su cargo y parientes de políticos con un oscuro pasado, con fuerte olor a huachicol.
Los cerca de 35 perfiles están conformados por un grupo de excolaboradores y personas de mayor confianza de Eduardo Rivera, el resto fue asignado a cada uno de los distritos electorales que conforman al territorio poblano, pero sus nombres son igual de polémicos, aunque no en todos los casos.
En el primer grupo están Celia Bonaga Ruiz, quien fungirá como la coordinadora del equipo territorial de Eduardo Rivera. Celia Bonaga es de todas las confianzas del panista, de quien fue su secretaria particular; fue inscrita en el primer lugar de la lista plurinominal del PAN a las diputaciones locales, lo que prácticamente le asegura su ingreso a la LXII Legislatura del Congreso del Estado.
Carlos Blanco Navarro, exsecretario estatal de Acción Juvenil, navegó del morenovallismo al yunquismo en años recientes tras la muerte de Rafael Moreno Valle. Es el segundo operador en la lista, su asignación es como gestor político.
Bernardo Ladrón de Guevara es el secretario técnico de Rivera Pérez, su hermana, Sara, es la cuota del PRD en la segunda fórmula al Senado de la República en Veracruz. Viridiana Sánchez Gómez, se desempeñaba en el área de Atención Ciudadana y hoy en la campaña es la Enlace Administrativo.
Entre otros cargos están el de Andrea Lizeth Carrasco Álvarez, César Javier Hernández Méndez, quien vigilará el avance que se tenga en los distritos electorales y José Carlos Ramírez Santos, como gestor político.
Uno de los coordinadores estatales es José Neftalí Fajardo García, excoordinador regional del Instituto de Educación Digital del Estado de Puebla (IEDEP), en el distrito 1 de Xicotepec, fue cercano al exalcalde y hoy candidato del Frente por la cabecera municipal, Juan Carlos Valderrábano, quien, en 2018, fue señalado por el entonces diputado federal Carlos Barragán por presunto enriquecimiento ilícito, por la compra de un hotel de 40 millones de pesos y un rancho de 50 millones de pesos.
Otro de los personajes que tienen sobre sus hombros los vínculos familiares oscuros es el operador de Eduardo Rivera en el distrito de Tecamachalco, en donde fue asignado Isaac López Ponce, hermano del exalcalde Inés Saturnino, quien fue detenido por obstruir la detención del presunto capo del huachicol en Quecholac, Antonio Martínez Fuentes.