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jueves, noviembre 21, 2024

Meterán en cintura a textileros con reforma a la Ley de Agua estatal

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Tras aplazarse por varios días y luego de que se diera como plazo esta semana para firmar un convenio con los textileros, este jueves las cámaras de esta industria en Puebla alcanzaron un acuerdo con el gobierno del estado para sanear el río Atoyac, para lo cual, adicionalmente, el gobernador Miguel Barbosa Huerta anunció una reforma a la Ley del Agua para el Estado y la regularización de 4 mil empresas que se encuentran en la informalidad.

Como testigo de la firma del “Convenio Marco de Colaboración en materia de Desarrollo Sustentable con Empresarios del Ramo Textil”, asistió el director de la Conagua a nivel nacional, Germán Arturo Martínez Santoyo, quien en su visita a Puebla destacó la disposición y apertura del gobernador hacia el sector industrial para que sus integrantes se regularicen, luego de varias semanas de confrontaciones y algunas clausuras concretadas.

También estuvieron presentes alcaldes de la zona conurbada y el de la capital, así como los de Teziutlán y Tehuacán; todos representados por la reelecta alcaldesa de Huejotzingo, Angélica Alvarado, quien en este año ejecutó un par de clausuras de empresas que contaminaban en su municipio, de ahí que fuera una de las oradoras en este evento.

La reforma que presentará el gobernador al Congreso del Estado, está dirigida a los 217 presidentes municipales para que se involucren con mayor responsabilidad en la vigilancia de potenciales fuentes contaminantes en sus territorios, pero de ninguna manera es en su contra, precisó el Ejecutivo estatal.

“Los ayuntamientos, ustedes saben que deben de revisar que las industrias, cuando descargan sus drenajes, ya tengan aguas tratadas, los ayuntamientos deben revisar, al final sus drenajes van al Atoyac”, acotó.

Por primera vez, el gobernador se sentó con empresarios de este ramo, a quienes, lejos de cualquier displicencia y con altura de miras, los convocó a sumarse al esfuerzo de las autoridades estatales y federales para rescatar al Río Atoyac.

El mandatario indicó que los temas medioambientales son ya de seguridad y no pueden seguir considerándose como una política pública, pues todos los días los gobiernos locales enfrentan problemáticas ambientales. A nivel estado existen 90 mil hectáreas de suelo degradadas que requieren atención inmediata.

Por ello, la actual administración emprendió un ambicioso programa de reforestación mediante el cual se sembrarán más de 20 millones de plantas, entre árboles y magueyes, que en un mediano y largo plazo coadyuvará con la recuperación de la tierra.

Ante los alcaldes y los empresarios del ramo textil, autoridades estatales y federales, Miguel Barbosa reconoció que la contaminación en el Río Atoyac es un asunto complejo heredado de gobiernos anteriores, en el que no ha existido una verdadera coordinación entre las autoridades, ya que a pesar de la inversión que han realizado administraciones anteriores, la corrupción ha frenado los resultados que puedan darse en torno al afluente.

“Cada año, la Federación y los gobiernos invertimos mucho dinero en los asuntos de mejorar, decimos salvar al Atoyac, pero la forma de cómo se ha ocultado el ejercicio de fondos públicos en obras que nunca se llevaron a cabo en el Atoyac”, criticó Barbosa Huerta.

En ese sentido, reveló que se ocultaba en el ejercicio del gasto el drenado y la fumigación en el Atoyac, acciones que nunca se llevaron a cabo “y esa era la forma de ocultar el ejercicio del gasto, hasta mil millones (de pesos) en un solo caso)”, dijo.

Un dato revelador que brindó el titular del Ejecutivo, es que de las 10 mil empresas de esta industria que hay en Puebla, 6 mil operan bajo la norma y el resto -4 mil- está en la irregularidad, no tienen permisos para sus descargas y mucho menos, dijo, cuentan plantas tratadoras de aguas residuales, así es que descargan aguas negras y azules al Atoyac, según han documentado los inspectores.

El mandatario criticó que cuando su gobierno planteó el arranque de una propuesta integral para atacar la contaminación en el río, no hubo una respuesta adecuada, por lo que se respondió con la clausura de las fuentes contaminantes “y créanme que tuvieron que pasar más de tres años para que se asumiera este asunto con todos los aquí presentes”, dijo dirigiéndose a los empresarios.

No obstante, dejó a un lado un discurso de confrontación para asumir el de la conciliación para conminar a los textileros ahí reunidos a sumarse al convenio y propiciar que sus pares que siguen contaminando se acerquen al gobierno y disminuyan la cifra de las 4 mil empresas que están fuera de la norma.

“Tenemos que hacer este esfuerzo para invertir y dejar de contaminar. No voy a agredir a nadie sino a reconocer una forma de expresar su voluntad, muchas gentes que se ocupan para generar empleos, para generar una mejor economía, pero no cuentan con licencias de funcionamiento, menos van a contar con una planta de tratamiento, menos van a permitir que se revisen sus descargas, eso lo sabemos todos”, apuntó.

El gobernador reiteró su disposición para escuchar a los empresarios, pues resaltó que su participación en la economía es muy importante para el desarrollo del estado. “Cuenten conmigo, vayan a mi oficina, podemos arreglar todos los asuntos porque no queremos obstruir el funcionamiento de ninguna industria porque son muy importantes”, soltó.

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