Staff HL
Los hermanos Huerta Yedra se han visto envueltos en irregularidades a su paso por el Poder Judicial en los que, por lo menos, han trascendido casos de corrupción por falsificación de documentos o decisiones que favorecen a grupos de poder o delincuenciales.
En diciembre de 2018, en plena mini gubernatura, Gustavo obtuvo su calificación aprobatoria en su examen de oposición, en el Colegio de Notarios del estado de Puebla, para detentar la patente.
Entre las anomalías detectadas está el registro de prácticas notariales en un lapso que era imposible de cumplirse, ya que en ese mismo se desempeñaba como funcionarios públicos, por lo que fue detenido por falsificación de documentos.
LA LIBERACIÓN DE EL GRILLO
En La Quinta Columna del 6 de mayo de 2020, publicada en edición poblana del periódico Contralínea, Mario Alberto Mejía narra cómo la noche del lunes 28 de mayo de 2018, el célebre Grillo fue detenido en una gasolinera y a los dos días, sin haber sido puesto a disposición de un juez de control, fue liberado.
“El autor de la generosa concesión tiene nombre y apellidos: Gustavo Huerta Yedra, quien por esa época era fiscal metropolitano. Él mismo justificó su acción ante la prensa.
“Así lo publicó El Sol de Puebla el jueves 31 de mayo:
“Christian N, alias El Grillo y sus cuatro acompañantes (…) fueron liberados debido a que solamente se les relacionó con el delito de cohecho, informó el Fiscal de Investigación Metropolitana, Gustavo Huerta Yedra.
“Referente a la portación de armas, al ser un delito de competencia federal, se dio curso a la dependencia para continuar con las investigaciones, agregó el funcionario de la Fiscalía General del Estado (FGE), al ser cuestionado sobre la liberación de Christian N y sus ‘cómplices’, cuando existían sospechas de que el sujeto estaba relacionado a una peligrosa célula criminal, presuntamente dedicada al narcomenudeo y asaltos”.
El quintacolumnista recuerda que, desde antes de asumir la gubernatura, Miguel Barbosa tenía en la cabeza a ese personaje, que de manera tan campante fue puesto en libertad por Huerta Yedra, quien, al decir de fuentes ligadas a la Fiscalía, “litigaba las órdenes de aprehensión y los asuntos por fuera, y los llevaba con su hermano Rubén (actual magistrado administrativo)”.
EL HERMANO DE “LA HEREDERA”
Precisamente Rubén, su hermano, también habría sido beneficiado por el minigobernador José Antonio, alias Tony, Gali Fayad, quien de hecho lo colocó en ese órgano jurisdiccional, escribió el periodista Álvaro Ramírez Velazco en las páginas de Hipócrita Lector.
“En 2019, ese mismo grupo de El Grillo, conocimos esta semana la versión, preparó un atentado contra Miguel Barbosa, que afortunadamente no se concretó. Gustavo, quien hay fuentes que aseguran que colocó en su lugar como magistrado a su hermano, obtuvo una notaría al final del mandato de Tony Gali, pero luego tuvo que regresarla por la nube de irregularidades con que le fue conseguida.
“A él se le atribuyen además una larga lista de padrinazgos con personajes que están o que buscaron ser parte de la seguridad pública de municipios y se le atribuye un vínculo directo con el exsecretario de Seguridad Pública Estatal, Manuel Alonso García. Sobre esa relación se puede redactar incluso una novela negra”, relata el columnista.
El pasado 21 de septiembre, el gobernador Miguel Barbosa Huerta recriminó que el magistrado de la Cuarta Sala Unitaria del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado (TJAEP), Rubén José Huerta Yedra, fallara a favor de la fábrica textilera “La Heredera” a pesar de contar con un cúmulo de irregularidades que le permite seguir contaminando el Atoyac.
Barbosa Huerta indicó que el magistrado en mención fue el encargado del procedimiento en la sala que encabeza, luego de que el Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (Soapap) colocó sellos de clausura a la empresa, propiedad de José González Cobián.
Huerta Yedra otorgó una medida cautelar restitutoria contra la clausura que hizo el Soapap en junio de 2022, por lo que la fábrica “La Heredera” pudo continuar vertiendo residuos tóxicos al Atoyac, como lo ha hecho constantemente gracias a que ha librado las clausuras hasta en tres ocasiones en los últimos seis años.
