Por Martha Cotoret
Para Mariana Castillo, ganadora del reconocimiento al “Periodista Gastronómico del Año”, otorgado por la Guía México Gastronómico por sus exquisitas crónicas sobre la gastronomía durante la pandemia del Covid-19, el glamour del mundo restaurantero no es lo más importante.
“Llegué al mundo de la comida y de los viajes por el amor que tengo a conocer y aprender sobre otras culturas. Por andar de pata de perro buscando mi camino profesional, empecé trabajando en periodismo cultural, lo que después me llevó a escribir sobre estos temas desde hace más de década”, cuenta a esta casa de editorial. Y a partir de allí no pudo desprenderse.
La ahora experta en gastronomía y viajes –dos de los mayores placeres en el mundo– recuerda su fascinación por la comida desde que era una niña de 6 años.
“Unas meseras de una enramada en Acapulco vieron que me gustaba mucho el huachinango a la talla, que le sabía quitar las espinas y que me fascinaba también el coctel de camarón a los seis años –y sin pedir otros platillos–. El menú era ese, más un refresco Yoli y un flan, cuando andábamos por esos lares. Mis padres estaban orgullosos de que comiera así, de que probara de todo y me adaptara. Dicen que soy ‘flaca de buen diente’, y es que sigo siendo comilona y amante de las sobre mesas.
Descubrí el mundo a través de los sentidos, en una infancia y adolescencia rodeadas de viajes y mudanzas, aprendizajes y diferentes contextos”, narra.
Y es esta expertise y lo que ha aprendido a través del periodismo lo que la llevan a seguir escribiendo de cultura, pero desde los sentidos del gusto y del olfato. Si se le pregunta a Mariana sobre recomendaciones específicas de restaurantes, amablemente responde que la mejor cocina está en cada pueblo, en cada fonda, en cada cocina mexicana en donde las familias usan su creatividad para lograr nuevos sabores y texturas.
“Por supuesto que voy a restaurantes”, admite; pero aclara que lo que le llama la atención no es el lujo y la moda que se esconden detrás de algunas experiencias gastronómicas, sino las historias que se esconden detrás de cada chef.
Cuando habla de recomendaciones más que lugares hace referencia a platillos y bebidas.
Para Mariana hay imprescindibles a la hora de comer: “en el mes de las fiestas patrias, no puedo dejar de hablar del chile en Nogada”, afirma; también pide a los amantes de los sabores no perderse el exquisito Mole Negro, en Oaxaca. Si de bebidas hablamos, sus sugerencias, se centran en el mezcal y la cerveza artesanal.
En la actualidad Mariana es editora en jefe del equipo de contenidos en la agencia de marketing digital Amarilio de Grupo Carso y colabora en diferentes medios como GQ de Condé Nast, diferentes publicaciones impresas de editorial Travesías, El Universal, Fundación Tortilla Mexicana y el Almanaque de la Cocina Nacional de Culinaria Mexicana.
Y tras el reconocimiento de la Guía México Gastronómico, sus metas siguen en ascenso: “Tengo un Master en Periodismo de Viajes por la Universidad Autónoma de Barcelona. Cursé el diplomado Cocinas y Cultura Alimentaria de México de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, donde también soy docente, y he tomado diferentes talleres de periodismo narrativo, entre otros estudios que van desde lo relacionado con mercadotecnia digital hasta narrativas multimedia. Y espero seguir impartiendo estos talleres”.