El excandidato al gobierno de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, evidenció su incapacidad para mantener el respaldo de la base militante en la reciente jornada electoral para la renovación de la dirigencia nacional del PAN en el estado de Puebla.
Este año, los votos en el estado que llevaron al triunfo al nuevo presidente, Jorge Romero Herrera, se redujeron drásticamente en 54 por ciento en comparación con la elección de 2018, en la que Marko Cortés Mendoza, el dirigente saliente, resultó ganador.
Si bien la Dirigencia Estatal del PAN presumió sus pésimos resultados este lunes, los datos duros reflejan una situación distinta y negativa tomando en cuenta el evidente apoyo que Rivera Pérez, ahora miembro de la planilla ganadora, le dio a su nuevo jefe Romero Herrera.
A pesar del evidente acarreo, en este año, el estado poblano reportó solo 10 mil 841 votos, una cifra significativamente menor a los 19 mil 499 de hace seis años. Del total, tan solo 8 mil 343 fueron para Romero Herrera, una cifra mucho más baja que los 18 mil 61 sufragios que Cortés Mendoza recibió en 2018.
La falta de apoyo de la militancia en Puebla, también se hizo evidente en los votos de los candidatos perdedores de ambas ediciones, donde Adriana Dávila Fernández, en 2014, logró solo 2 mil 337 y Manuel Gómez Morín, en 2018, obtuvo mil 116.
Estos números, más allá de ser simplemente cifras frías, reflejan una caída sostenida en la confianza de los militantes hacia sus representantes y hacia un partido que parece cada vez más distante de sus raíces y de sus bases.
PAN PRESUME SU FRACASO
Pese a estos resultados negativos, la Dirigencia Estatal del PAN, encabezada por el equipo de Eduardo Rivera Pérez, intentó disfrazar su fracaso con un comunicado de prensa bajo el titular “Puebla, tercera entidad con mayor participación en la elección para la renovación de la dirigencia nacional”. Un intento claro de minimizar la grave caída en la participación y el desinterés de la militancia.
El boletín de prensa fue rápidamente objeto de críticas tanto de los panistas de base como de la opinión pública, quienes no dudaron en señalar lo insuficiente del porcentaje de participación, con comentarios como “Necesitamos más afiliados para derrotar a la 4T”.
Otros comentarios de usuarios fueron aún más duros y críticos, reflejando el desánimo y frustración generalizada con el rumbo que ha tomado el partido en Puebla. Algunos no dudaron en lanzar expresiones tajantes como: “Es el fin del PAN, ahí se nota que nadie cree en ese grupo que se ha servido con la cuchara grande en Puebla. Así pasó en las elecciones, y así ocurrió ayer”.
Asimismo, hubo comentarios que subrayaron de manera tajante la falta de un trabajo genuino de la dirigencia estatal para consolidar y atraer a una militancia comprometida y activa. “Yo inicié mi trámite de militante y al partido no le importa la militancia, y opté por no continuar por ver el desinterés de ustedes, ya tiene a su gente y no le importan los demás”.
Los líderes opositores del PAN, como la exdiputada local Mónica Rodríguez Della Vecchia, también se expresaron en las redes. En X, la exlegisladora no dudó en calificar la baja participación como una clara señal del desánimo y la apatía dentro del PAN.
La panista lamentó que, en la ciudad de Puebla, donde solo hubo un centro de votación, solo 20 por ciento de los militantes hubiera acudido a votar, señalando que “nadie puede sentirse orgulloso de eso”.
En su tuit, Rodríguez Della Vecchia también criticó la estrategia de la dirigencia estatal al afirmar que el PAN Puebla “sigue queriendo SILENCIAR a los panistas”, al mismo tiempo que acusó a la dirigencia de abandonar el papel de oposición que el estado de Puebla necesita para enfrentar al gobierno federal.
“El proceso de ayer de @AccionNacional es muestra clara del desánimo de los panistas. Salieron a votar el 20% de los militantes de la capital, nadie puede sentirse orgulloso de eso. Aun así, el @PANPuebla2124 sigue queriendo SILENCIAR a los panistas. Y peor aún, dejando a un lado el papel opositor que tanto necesita nuestro Estado”, expresó este lunes.
Estas declaraciones reflejan el profundo malestar que existe dentro del PAN en el estado, no solo por la caída en la participación electoral, sino también por la falta de liderazgo y la percepción de que la actual dirigencia no está en sintonía con las necesidades y expectativas de la militancia.
La situación del PAN en el estado de Puebla se perfila como una crisis interna que requiere un análisis profundo y una renovación urgente, tanto en términos de liderazgo como de estrategia, si el partido pretende recuperar su relevancia y mantenerse competitivo en el panorama político estatal.