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martes, octubre 15, 2024

Eduardo Rivera dejó un “cochinero” financiero en la obra pública del Ayuntamiento de 2022

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La obra pública contratada por el Ayuntamiento de Puebla en el año 2022, durante la gestión de Eduardo Rivera Pérez, resultó en un fracaso en cuanto a transparencia.

Proyectos como el mantenimiento del Paseo Bravo, el mejoramiento de la imagen urbana de los barrios de San Antonio y el Refugio, así como el mantenimiento del parque cerro de Amalucan, que fueron presumidos con ‘bombo y platillo’ por el gobierno municipal, generaron múltiples observaciones por daño patrimonial y recursos que no tienen explicación sobre su gasto.

Se trata de 16.5 millones de pesos que fueron identificados como no comprobables por distintas irregularidades físicas o administrativas, de los cuales 14 mil 147 pesos ya se identificaron como posible daño patrimonial.

En su último reporte de la Cuenta Pública 2022, la Auditoría Superior del Estado (ASE) detectó múltiples irregularidades. Por ejemplo, la Comuna cometió un daño patrimonial de 14 mil pesos por la rehabilitación vial de la calle Los Pinos entre avenida Esteban de Antuñano y Calzada Zavaleta.

Durante la revisión del expediente de la obra, se determinó que faltaba información esencial, como la designación formal de un residente de obra, actas de verificación de la terminación de los trabajos, notificaciones para la elaboración del finiquito y los planos definitivos.

La inspección física también reveló discrepancias significativas entre las cantidades pagadas y los trabajos realmente ejecutados en el sitio. En particular, se detectaron pagos injustificados por conceptos no ejecutados, como la colocación de señales preventivas.

Según los registros, se pagaron 8 mil 080 pesos por cuatro señales preventivas en zona escolar, pero en el sitio solo se encontró una, lo que generó un pago indebido de 6 mil 060 pesos. Del mismo modo, se pagaron 42 mil pesos por la instalación de 21 señales SP-32, pero solo se localizaron 18, lo que resultó en un pago injustificado de 6 mil 125 pesos por tres piezas faltantes.

En la “Construcción de pavimento de concreto hidráulico y obras complementarias en la
calle de Bachilleres entre Avenida José María La Fragua y Privada La Fragua”, la situación no fue diferente, pues la Auditoría poblana detectó que la Comuna no aclaró el uso de 2.8 millones de pesos.

Esto debido a la falta de documentos que sustentaran legalmente la correcta ejecución de la obra: el expediente técnico carecía de información clave, como la bitácora de obra y pruebas de laboratorio, así como solicitudes de autorización para ejecutar cantidades adicionales de recursos en el proyecto.

Luego de que la ASE llevó a cabo una inspección física de la obra para verificar su estado, hubo deficiencias en la construcción de pavimento hidráulico, guarniciones, banquetas y otros trabajos complementarios. En particular, la pintura aplicada en guarniciones y señalamientos de tráfico mostró un evidente desgaste, lo que afectó la calidad y visibilidad de las marcas viales.

La rehabilitación del parque Tabachines, en la colonia San Ramón, también fue fiscalizada, con 4.5 millones de pesos de monto sin aclarar. Allí, se detectó una deficiencia técnica en el área de acceso a los baños públicos y el piso de concreto no fue adecuadamente proyectado para drenar el agua.

Más allá de los problemas físicos, la auditoría también reveló una serie de omisiones en los documentos presentados por el Ayuntamiento de Puebla. Entre las carencias más significativas se destacó la ausencia de la bitácora completa de la obra y la falta de autorización por escrito para la ejecución de cantidades adicionales.

En la rehabilitación de la cancha deportiva Alhelí, de la colonia Viveros del Valle, la situación no fue diferente, pues además de que la Comuna deberá aclarar el uso de 2.5 millones de pesos, también deberán explicar por qué fueron omisos en dar un aviso formal de la terminación de trabajos, así como de la notificación al contratista para la elaboración del acta de finiquito.

La solicitud de aclaración también recayó en la obra de mantenimiento al parque Cerro de Amalucan por más de 721 mil pesos, en el cual la ASE revisó la documentación y se identificaron varias deficiencias, entre las principales, faltaba información como el desechamiento de propuestas de licitantes, la designación del residente de obra y los documentos de cierre administrativo como actas de verificación y finiquito.

Los parques fueron los principales yerros para la dependencia que dirige Edgar Vélez Tirado, pues la entrega del que se encuentra en San Francisco Totimehuacan,  ubicado en la calle Benito Juárez, entre las calles 3 Sur, 3 Poniente y Vicente Guerrero, generó observaciones por 106 mil pesos.

El mantenimiento, que comenzó el 25 de agosto y finalizó el 23 de septiembre de 2022, no cumplió con especificaciones pues hubo serios problemas de calidad, en particular la aplicación de barniz marino en el plafón de madera del kiosco, el cual se estaba desprendiendo.

Además, la auditoría señaló la ausencia de documentos en el expediente de la obra: actas de presentación y apertura de propuestas técnicas y económicas, el nombramiento de los responsables de la obra, así como la notificación de inicio y el finiquito.

A pesar de que el Ayuntamiento presentó información para justificar algunas de las observaciones, la documentación fue insuficiente para corregir todas las irregularidades detectadas.

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