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viernes, abril 19, 2024

Derrumbe de casona exhibe falta de prevención en gestión de Lalo Rivera

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El desplome de una casona ubicada sobre la calle 7 Norte, exhibió la inacción de la Secretaría de Gestión y Desarrollo Urbano municipal para revisar la construcción de obras de particulares irregulares, no sólo en la periferia, sino en el corazón de la ciudad.

El alcalde Eduardo Rivera Pérez reconoció que el derrumbe de una casona en el Centro Histórico la tarde de este martes, fue producto de una construcción que no contaba con permisos ni licencias para ejecutarse y, que aun así, trabajaba a plena vista de la autoridad municipal.

La situación pudo haber sido peor: dos familias con 9 integrantes que vivían en la planta baja salieron corriendo del domicilio marcado con el número 605, que se ubica entre las calles 6 y 8 Poniente, luego de que se percataron que la obra estaba a punto de colapsar, motivo por el que se salvaron de una tragedia mayor.

En el sitio se hallaban dos albañiles, quienes realizaban labores para contener el derrumbe, aunque por un error en la ejecución de las obras, la casona comenzó a presentar cuarteaduras, luego colapsó la techumbre y finalmente toda la estructura se vino abajo.

Las dos familias de cinco y cuatro integrantes, respectivamente, tuvieron que pasar la noche en el dormitorio del Sistema Municipal DIF; durante el incidente, en la zona se reportó una fuerte movilización de los cuerpos de emergencia.

El derrumbe develó además un problema mayor: otras 187 casonas del Centro Histórico cuentan con daños estructurales y presentan riesgos de sufrir desplomes, además de que la Comuna no tenía contabilizada en dicha lista a la casona que se vino abajo la tarde de este martes, por lo que el número de viviendas en riesgo podría ser mayor.

Joel Figueroa, director de Gestión Integral de Riesgos de la Secretaría de Desarrollo Urbano, reconoció la cifra y confirmó que fueron los trabajos de albañilería sin permiso los que ocasionaron el siniestro en el primer cuadro de la ciudad.

El funcionario apuntó que, además de la casona, también colocaron sellos de clausura en tres locales que ocupaban la planta baja del inmueble, esto con la finalidad de que no se presentara otra situación de riesgo.

Señaló que, mientras los propietarios de los negocios no se acerquen al gobierno municipal para gestionar los estudios y descartar riesgos, sus negocios permanecerán con los sellos de clausura.

La respuesta del alcalde Eduardo Rivera Pérez ante el tema fue el de responsabilizar a los dueños de la casona por hacer arreglos sin solicitar permisos.

El munícipe aseguró que “invitaron” a los afectados a que se presenten las denuncias correspondientes, aunque no precisó el Ayuntamiento de Puebla si solicitará la apertura de una carpeta de investigación.

“El particular debió solicitar permiso y debió tener precauciones debidas para evitar este acontecimiento, afortunadamente no hubo ningún lesionado, está clausurada esta intervención que se hizo de manera irregular (…) Hemos invitado a que se presente la denuncia correspondiente y hacemos un llamado a todos aquellos que son propietarios de casonas en el Centro, que no se atrevan a hacer intervenciones sin solicitar el permiso del gobierno de la ciudad”, dijo.

El munícipe justificó además que el Ayuntamiento de Puebla no puede intervenir al interior del predio al tratarse de una propiedad privada y sus acciones se limitarán a ejecutar un dictamen en la zona para, posteriormente, permitir el reingreso de las dos familias.

Lo que sí aceptaron las autoridades municipales es que el derrumbe será una oportunidad para las arcas de la Tesorería, toda vez que el propietario del inmueble tendrá que pagar una multa de entre 50 a 50 mil Unidades de Medida y Actualización (UMAS), es decir, el equivalente a 5 mil 177 pesos hasta 5.1 millones de pesos.

El desplome de la casona mereció un coscorrón del gobernador Sergio Salomón Céspedes, quien sostuvo que la Comuna tiene que estar atenta a las denuncias ciudadanas sobre cualquier tema que pudiera ocasionar un accidente, así como garantizar la coordinación entre dependencias.

“Hay que estar muy atentos, no solo a las denuncias sino a una supervisión continua, tiene que haber una plena coordinación entre seguridad Pública, Protección Civil y todas las dependencias para que puedan estar atendiendo este tema. Un llamado a los municipios a que prevengan este tema, tiene que haber prevención”, reclamó.

Esta no es la primera ocasión que la Comuna se ve envuelta en un escándalo por la falta de supervisión en construcciones irregulares. El año pasado, Hipócrita Lector dio a conocer el reporte de vecinos del fraccionamiento Estrellas del Sur sobre una construcción irregular de un edificio con 32 departamentos que lleva por nombre “Torre Capella”.

El costo mínimo de cada uno de los departamentos es de 1.5 millones de pesos y contemplaba entre las amenidades un elevador, dos recámaras y un roof garden con dos áreas de asadores, aunque el gobierno municipal hizo caso omiso a las denuncias de vecinos y la obra continuó sin ser clausurada.

Un acto de negligencia que también costó caro al Ayuntamiento de Puebla ocurrió en agosto del año pasado, cuando debido a la falta de supervisión por parte de la Secretaría de Medio Ambiente municipal, un árbol cayó sobre una caseta de periódicos en el corredor 5 de Mayo y 2 Norte, lo que ocasionó la muerte de un menor de 12 años.

Luego del incidente, la respuesta del alcalde Eduardo Rivera fue la misma: deslindarse. El munícipe culpó al cambio climático por la caída del árbol y a los vientos de hasta 50 kilómetros por hora que se registraban en ese momento.

Además, no hubo funcionarios sancionados por las omisiones o por posibles casos de negligencia en el tema, tampoco un anuncio del alcalde sobre iniciar desde la Contraloría una línea de investigación para deslindar responsabilidades, como lo solicitó en ese momento el exgobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta.

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