Cansados de enfrentar lodazales, falta de guarniciones y banquetas, los vecinos de la colonia Francisco Villa, ubicada en la junta auxiliar de San Jerónimo Caleras, se organizaron para acudir al Ayuntamiento de Puebla, entonces encabezado por Eduardo Rivera Pérez, a fin de que los incluyeran en el programa Mil Calles, pero cuál sería su sorpresa al ser informados que las vialidades que solicitaban estaban reportadas como pavimentadas dentro de los registros oficiales.
En la colonia Maestro Federal no pasa un día en que los vecinos sean presas de la inseguridad rampante, a lo que se suma condiciones de pavimentación inadecuadas y parques descuidados sin mantenimiento básico.
Los colonos de Jesús García están en una situación similar, con un agregado: Nadie en la Secretaría de Seguridad Ciudadana municipal les hace caso.
Por si fuera poco, en la colonia Aquiles Serdán los habitantes ven todos los días cómo las solicitudes que han presentado durante un año para la reparación del alumbrado público están apiladas en el escritorio de algún burócrata municipal. La negligencia ya trajo las primeras consecuencias: asaltos e inseguridad.
Lo peor es que en Serdán los vecinos han sido testigos del mundo al revés en el Ayuntamiento de Puebla y una concesión que a ellos no les ha servido de nada: Hay puntos de luz en varias calles que prenden de día y permanecen apagadas por la noche.
Esa y otras historias han sido recopiladas por María de la Barreda, candidata de Sigamos Haciendo Historia por el distrito local 17, en su recorrido por las colonias de esa demarcación, lo que la ha llevado a una sola conclusión: El gobierno de Eduardo Rivera ha sido un fracaso rotundo y la mejor muestra está en las calles.
SIN CAMBIO DE RUMBO
La ausencia de pavimentación en la colonia Francisco Villa se ha convertido en el telón de fondo para sus habitantes, donde testimonios han denunciado el ciclo repetitivo de promesas incumplidas por parte de la administración panista municipal.
“Cuando pasan las campañas todos prometen lo mismo, que nos van a hacer caso y a la mera hora se olvidan de nosotros, cuando vamos a las oficinas del Ayuntamiento aparecen pavimentadas cuando realmente es una vil mentira”, apunta un testimonio anónimo de la candidata a diputada local.
Otro relato, impregnado de nostalgia y resignación, revela la crónica de décadas de abandono y desatención. Una habitante de 62 años, testigo silente de la demagogia panista en San Jerónimo Caleras, expone con crudeza el estancamiento que ha caracterizado a la junta auxiliar.
Cuatro décadas transcurridas y el sueño de calles asfaltadas sigue siendo esquivo, mientras las oficinas del Ayuntamiento ofrecen respuestas evasivas y justificaciones insatisfactorias.
“Nos dicen que ya estaba pavimentada la calle (Puebla esquina con 4 Poniente), en cada campaña, en cada oportunidad que vienen a ver nuestras necesidades les decimos eso. Yo tengo 62 años, llegué de 13, quiere decir que en 40 años no han podido pavimentarla, al preguntarles dicen que ya está pavimentado, entonces les sugerimos que tramiten una relaminación por los baches que hay”, relató.
En esta red de incógnitas, Barreda propone una revisión exhaustiva de la gestión panista, encabezada por el exalcalde Eduardo Rivera Pérez, para desentrañar el enigma de las “mil calles” pavimentadas que parecen haberse esfumado en la burocracia municipal.
Durante sus travesías por el municipio, María de la Barreda expuso que no solo se ha enfrentado la falta de infraestructura vial, sino también la escasez de agua que aqueja a numerosos hogares.
Desenmascaró la inacción del diputado local Miguel Espinosa de los Monteros, representante del PAN en el distrito 17, de quien dijo, poco o nada ha hecho para velar por el acceso del suministro para los habitantes de la zona que representa.
La falta de alumbrado es otro común denominador, pues, aunque el Ayuntamiento panista presionó por la aprobación del Derecho de Alumbrado Público (DAP), este pago no se ha visto reflejado en beneficios para los habitantes de la colonia Aquiles Serdán, donde solo una luminaria sirve en una de las avenidas principales, de forma irónica, las 24 horas del día, mientras que otras siguen sin atención.
Colonias como Maestro Federal, padecen además la falta de vigilancia de las autoridades municipales, donde los vecinos han optado por organizarse vecinalmente para hacer frente a la delincuencia.
La colonia Aquiles Serdán ha sufrido los embates de un gobierno municipal inexistente, donde lejos de proveer de patrullas para hacer rondines, retiraron las cámaras de videovigilancia y los botones de pánico, al no continuar con el contrato para la operación de estos servicios sin ningún otro proyecto que supliera sus necesidades.