En el inicio de la campaña electoral federal, las coaliciones Sigamos Haciendo Historia y Fuerza y Corazón por México, así como Movimiento Ciudadano en Puebla optaron por familiares, amigos, pagos de cuotas y hasta auténticos desconocidos para ir por los 18 escaños a diputados federales y senadores en Puebla.
La oposición, por ejemplo, no tuvo empacho en permitir que candidatos como Humberto Aguilar Coronado y Leonor Popócatl llevaran a sus hijos como compañeros de fórmula.
También está el caso de Néstor Camarillo Medina cuya unción como candidato al Senado en la primera fórmula —lo que le garantiza ingresar a la Cámara alta— provocó un cisma al interior del PRI que derivó en una fuga masiva de militantes y liderazgos, al grado de que solo pudieron juntar a 98 abanderados a presidentes municipales pese a que había 201 lugares disponibles.
En tanto, a Morena y sus aliados, el acomodo de los cuadros que buscaron la candidatura al gobierno o de Puebla, les permitió definir las candidaturas a la Cámara de Diputados, pues los equipos de los aspirantes, así como los participantes en otras candidaturas definió la lista final al Congreso de la Unión.
Los casos más emblemáticos fueron los de Ignacio Mier Velazco y Claudia Rivera Vivanco. El primero, al quedar en el segundo lugar de la encuesta por la candidatura al gobierno de Puebla tardó pocos días para decantarse por aceptar la candidatura en primera fórmula al Senado de la República; mientras que, la segunda, quien quedó en el tercer sitio de la medición interna, se negó a las propuestas de “premio de consolación” y prolongó hasta los últimos días su participación en el proyecto de transformación hasta que aceptó la candidatura a diputada federal en el distrito de Tepeaca, una región controlada por Morena.
LA OPOSICIÓN Y EL ENTRAMADO DE SUS IMPOSICIONES
En la coalición Frente y Corazón por México, la definición de las candidaturas para el estado de Puebla se dio bajo una misma tónica, las imposiciones y los acomodos para cumplir los acuerdos con el grupo político en el poder: el Yunque liderado por Eduardo Rivera Pérez.
La muestra de ello es la lista plurinominal a la Cámara de Diputados y la de Senadores, donde el caso más polémico fue el de Liliana Ortiz Pérez, expresidenta del Sistema Municipal DIF en Puebla capital y esposa de Eduardo Rivera, quien fue colocada en la tercera posición de la lista de la Cuarta Circunscripción a San Lázaro, lo que le asegura el espacio para la siguiente legislatura, posición que se habla formó parte de un acuerdo para que el alcalde de Puebla aceptara ser el candidato a gobernador en esta elección.
En la lista de representación proporcional para la Cámara de Senadores, el Yunque también logró colocar a una de los suyos en el listado: Ana Teresa Aranda Orozco, quien estará en el lugar ocho de la lista, además de que está postulada en la segunda fórmula al Senado de la República, por lo que por ninguno de los contendientes cuenta con la posición amarrada en alguna de las cámaras del Congreso de la Unión.
Sin embargo, el nepotismo del PAN no se limita a las listas plurinominales para el Congreso de la Unión, pues en las candidaturas de mayoría relativa, también se registraron excesos de las diligencias y de los grupos políticos que controlan esta fuerza política.
El caso más evidente fue el de Humberto Aguilar Coronado, quien ha sido expuesto como uno de los diputados federales poblanos más improductivos, al tener solamente dos iniciativas de reforma propuestas en más de dos años y medio en la Cámara de Diputados, y que fue recompensado con la posibilidad de reelegirse como legislador federal en el distrito 10 de Cholula, demarcación en la que incluso se atrevió a postular a Natalia Aguilar Fernández, su hija, como su suplente a San Lázaro.
Otro de los casos donde se mostró el nepotismo del PAN es la candidatura de María Leonor Apolonia Popócatl Gutiérrez, un liderazgo del PAN y exdiputada local panista que ya contaba con varios años sin figurar en alguna de las candidaturas a cargos de elección popular. Por su cercanía a Eduardo Rivera se hizo de la postulación en el Distrito Federal 13 de Atlixco, pero llevó consigo a Guadalupe Leonor Pérez Popócatl, su hija, como suplente para el cargo.
Por otra parte, otro escándalo que le reventó al blanquiazul para la postulación de candidatos fue el caso de Mónica Rodríguez Della Vecchia, quien por propuesta del Comité Ejecutivo Nacional fue postulada a la Diputación Federal en el distrito 09 en la ciudad de Puebla, pero a menos de una semana de que hiciera la campaña electoral, decidió renunciar a la campaña.
Aunque la legisladora local señaló que su desistimiento se debió a cuestiones personales y familiares, trascendió que detrás de ella influyó la solicitud del candidato a gobernador Eduardo Rivera para que ella, junto con su compañero de bancada, Nancy Jiménez Morales, dejaran la bancada panista en el Congreso local y se adhirieran a la del PRI, para evitar que su aliado desaparezca en el Poder Legislativo de Puebla, petición a la que se negaron ambas diputadas, y por ende, Mónica Rodríguez declinara a la candidatura a la diputación federal. En su lugar llegó Blanca Jiménez Castillo, consejera estatal del partido y cercana a los dirigentes.
En tanto, en el distrito 15 con cabecera en Tehuacán, el partido designó a un perfil “ciudadano” debido a que no contaba con un amplio historial político en el estado. Se trata de Martín Cueto, quien, a pesar de no contar con experiencia dentro del PAN, fue nombrado delegado del partido en la región, y en su primer encargo le designaron destrabar el conflicto político electoral que había en el municipio de Tehuacán para la definición de dicha candidatura.
EL DESMANTELAMIENTO DEL PRI
En cuanto al PRI, ha sido el partido de alianza que más convulsiones ha encontrado dentro de este proceso electoral en el que apenas entrarán al periodo de campaña, comenzando por su candidato al Senado de la República, Néstor Camarillo Medina, quien sin importarle las consecuencias que habría dentro del tricolor la candidatura en primera fórmula a la Cámara de Senadores.
Jorge Estefan Chidiac, quien hasta inicios de febrero era coordinador de la bancada del PRI, exhibió que fue por las presiones del PAN ante la dirigencia nacional del tricolor, que le fue negada a la candidatura en primera fórmula a la Cámara de Senadores, razón por la cual Néstor Camarillo aceptó dicha posición para este proceso electoral.
Su decisión provocó que seis de los siete diputados que integraban el grupo legislativo en el Congreso del estado, anunciaran su renuncia a la bancada y a su militancia, lo que dejó al partido con sólo una representación legislativa, lo cual no sucedía desde hace más de 70 años de existencia en Puebla, lo que ha cimbrado hasta los cimientos del tricolor que antes era considerado como el partidazo.
Sin embargo, esas no fueron las únicas muestras de hambre de poder dentro de los restos del PRI del PRI, pues la repartición de diputaciones federales, también evidenció la ambición de los dirigentes del partido.
Un ejemplo muy claro de eso fue la secretaria general del comité directivo estatal, Delfina Pozos Herrera, quien tal vez no tenga una candidatura en este proceso electoral pero sí logró que sus familiares tengan espacios en esta elección.
La dirigente priista que cuenta con un cacicazgo en la región de Libres, no se conformó con quedarse con la dirigencia del partido una vez que Néstor Camarillo se fuese a campaña, pues logró asegurar candidaturas a sus familiares.
En los distritos 02 y 04 con cabecera distrital en Zacatlán y Libres, respectivamente, de las siete candidaturas que se le dejó al tricolor para las diputaciones federales la secretaría general del PRI logró colocar a Víctor Herrera Pozos y Fernanda Pozos Ramírez, quienes son nada más y nada menos que sobrinos de la dirigente priista, quien, además, como parte del ajedrez tricolor, puso a su esposo Francisco Javier Rodríguez Rivero como candidato a la alcaldía de Libres.
DESVALIJADO POR TODOS LADOS
A pesar de contar con siete posiciones para esta elección a la Cámara de Diputados, el PRI de Puebla se dio una de sus candidaturas de mayor relativa al partido Pacto Social de Integración (PSI), el cual logró colar entre los candidatos del tricolor a Ricardo Georgetown Garay, quien hasta mediados de 2023 era representante ante el Instituto Electoral del Estado (IEE) del partido y que ahora será su candidato a la diputación federal en el distrito 08, con cabecera en Ciudad Serdán.
Dentro de los acuerdos que la coalición formalizó con el PSI, el tricolor se vio como el partido sacrificado para mantener contento a los partidos de la alianza, pues además de ser de la bancada priista en la Cámara de Senadores, el Comité Ejecutivo Nacional del PRI le concedió la posición tres a la Cámara de Diputados a Nadia Navarro Acevedo, representante del partido político local e hija del dirigente Carlos Navarro Corro.
Asimismo, a falta de cuadros propios en la capital del estado para competir con los de Morena y sus aliados, el PRI recurrió a uno de los perfiles más polémicos de la política poblana: el exmorenista, José Juan Espinosa Torres.
El expresidente municipal de San Pedro Cholula, que en 2017 se sumó a las filas de Morena para la elección de 2018, fue postulado por el Partido del Trabajo y en 2021 rompió por completo con esta alianza para escapar del estado por un proceso judicial en su contra relacionado con el posible delito de peculado y desvío de recursos, fue registrado como candidato a diputado federal en el distrito 11, de la ciudad de Puebla.
RECICLAJE PARA SOBREVIVIR
Por lo que hace al PRD, este partido tuvo que recurrir a desconocidos y viejos cuadros de su militancia, e incluso hizo mano de perfiles de los partidos de la alianza para completar las cuatro candidaturas que fueron conseguidas en la alianza.
Uno de sus destacados perfiles, Julián Rendón Tapia, quien ocupa la presidencia del comité directivo municipal, en la ciudad de Puebla, fue beneficiado con la candidatura a la diputación federal en el distrito 06, zona que en las últimas dos elecciones ha sido dominada por Morena.
No obstante, la candidatura que se robó los focos fue la del distrito 07, con cabecera en Tepeaca, donde el sol azteca hizo exhibición de su falta de cuadros y liderazgos y recurrió a la diputada federal Genoveva Huerta Villegas, quien ya fue dirigente del PAN y actualmente es diputada federal por esta fuerza política, que ahora será su candidata en la región.
MORENA Y EL ACOMODO DE SUS CUADROS TRAS LAS ENCUESTAS
En la coalición Sigamos Haciendo Historia, los resultados de las encuestas para definir tanto al candidato a la gobernatura del Estado como a la presidencia municipal de Puebla. Fueron los que determinaron cómo se conformarían las listas a diputados federales por mayor relativa y al Senado de la República.
El caso más evidente fue el de Ignacio Mier Velazco, quien después de quedar en segundo lugar en la encuesta por la candidatura al gobierno de Puebla, se tuvo que conformar con encabezar la primera fórmula al Senado de la República en la alianza.
Dentro de toda la carambola de candidaturas a las diputaciones federales, el alcalde de Tecamachalco, Ignacio Mier Bañuelos, quien es hijo del coordinador de la bancada de Morena en San Lázaro, se hizo con la candidatura a diputado federal en el distrito 08, con cabecera en Ciudad Serdán.
La segunda que quedó en mejor posición detrás de Alejandro Armenta para la candidatura al gobierno del Estado fue Claudia Rivera Vivanco, quien tras no ser beneficiada con dicha candidatura, emprendió una estrategia para buscar alguna posición, igual de importante, ya sea hacia la Cámara de Senadores o en la capital del estado.
La expresidenta municipal de Puebla se inscribió en el proceso para determinar las dos fórmulas de candidatos al Senado de la República, además de buscar encabezar la candidatura a la alcaldía de la capital poblana. En ambos casos perdió la encuesta interna del partido y llevó hasta los últimos días del registro de candidatos su definición, pues se terminó conformando con la candidatura a la diputación federal en el distrito 07 de Tepeaca.
EL COBRO DE CUOTAS
Lizeth Sánchez García, al no verse beneficiada en búsqueda de la candidatura al gobierno de Puebla, fue impulsada por la dirigencia nacional del Partido del Trabajo como su cuota para la fórmula al Senado de la República, la cual tras semanas de negociación terminó obteniendo.
Otro cobro de cuotas por parte del PT al partido obradorista fue la postulación de Antonio López Ruiz y Nora Merino Escamilla, diputados locales en la capital del estado, quienes al no verse ganadores en la encuesta por la candidatura a la alcaldía de Puebla fueron colocados en las candidaturas a diputados federales en los distritos 11 y 13, respectivamente.
El Partido Verde Ecologista de México también se cobró las cuotas que le correspondían dentro de la colección, y sin dudarlo, determinó que se candidato a diputado federal en el distrito 09 fuera Antonio Gali López, exdiputado local e hijo del exgobernador Antonio Gali Fayad, el cual se registró en los procesos internos para determinar el candidato al gobierno del Estado y a la presidencia municipal de Puebla, aunque en ambas convocatorias terminó desistiendo para mantener la unidad del partido en dicho proceso.
En el distrito 01 de Huauchinango, la dirigencia nacional morenista se vio obligada a hacer un cambio, ya que de último momento designó a Gissel Santander Sofi como su candidata a diputada federal, una consejera estatal del partido que es parte del equipo de Rodrigo Abdala Dartigues, aspirante a la candidatura al gobierno de Puebla y alcaldía poblana, quien ahora es el coordinador de la campaña de Alejandro Armenta.
El Partido Verde también negoció hasta las últimas instancias. Considerando como candidato en el distrito de Izúcar de Matamoros al expriista Jorge Estefan Chidiac, pero tras declinar la invitación y aceptar la propuesta de sumarse al gobierno de Puebla, el instituto político mantuvo su posición en el distrito 16 de Ajalpan y candidateó al también expriista Adolfo Alatriste Cantú.
En el distrito 13 de Izúcar de Matamoros, el grupo político de Alejandro Armenta logró impulsar a uno de los suyos, el presidente del congreso del Estado, Eduardo Castillo López, quien fue registrado en esa posición.
Por otra parte, el grupo más cercano del gobernador Miguel Barbosa Huerta no se podía quedar sin ninguna posición a un cargo federal, por lo que la candidatura en el distrito 15 con cabecera en Tehuacán fue concedida a Rosario Orozco Caballero, viuda del exmandatario que falleció el 13 de diciembre de 2022.
MC APUESTA POR DESCONOCIDOS
Asimismo, Movimiento Ciudadano se aventó una jugada que podría ser considerada como una apuesta liberal o un auténtico suicidio político, al solamente registrar perfiles ciudadanos en esta contienda electoral.
La única posición en la que figuraba algún perfil con relativo conocimiento entre el electorado era Ramón Fernández Solana, quien contaba con un pasado en la administración estatal de un gobierno del PRI, pero desde hace más de seis años se desmarcó de dicha fuerza política y comenzó a trabajar en proyectos separados del tricolor.
Ramón Fernández era candidato en primera fórmula al Senado de la República, sin embargo, de último minuto, la dirigencia estatal y la nacional de MC lo sustituyó por la comunicadora Sofía Pezzat Said, quien no cuenta con pasado político alguno, por lo que el partido naranja no cuenta con un perfil que los arrastre mediáticamente para esta elección.