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jueves, noviembre 21, 2024

Mentiras y desatinos de Mario Riestra

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El candidato a la alcaldía de Puebla por la coalición Mejor Rumbo para Puebla, Mario Riestra Piña, decidió escalar el nivel de la confrontación en este proceso electoral y dejó en claro que está dispuesto a romper la liga de la civilidad, aunque carezca de argumentos suficientes.

Según la versión del propio panista, en una entrevista que concedió a Telediario, el programa de noticias locales del Canal 6, el domingo efectuó un mitin en el zócalo de la junta auxiliar de San Francisco Totimehuacan, al filo de las 17:30 horas, al que asistieron entre mil 500 y dos mil personas, quienes también acudieron a escuchar al candidato de la gubernatura del PRIAN, Eduardo Rivera Pérez.

Al finalizar la reunión, Mario Riestra decidió tomarse fotos con todos aquellos que se lo solicitaban. “En ese momento, cuando estábamos tomándonos las fotos, se acerca un sujeto, me toma del cuello, aparentemente para tomarse una foto, me jala hacia él y cuando estábamos cerca me repite en dos ocasiones: ‘Tu cabeza vale 15 mil pesos’”, relató.

El sujeto, de acuerdo con las propias palabras del candidato, lo siguió jalando del cuello, pero logró zafarse y, en ese momento, intervino el “dispositivo de seguridad y lo separan”. La agresión lo llevó a presentar una denuncia ante la Fiscalía General del Estado por el delito de amenazas. Riestra Piña aprovechó para responsabilizar al gobierno del estado de lo que pudiera ocurrir a él y a su familia y demandó a la gestión morenista “sacar las manos del proceso electoral”. Incluso, fue más allá y aseguró que en la entidad existe un clima de confrontación social y política que no ha querido atenderse.

Hasta ahí sus dichos, pero quedan más dudas que certezas.

De entrada, resulta muy sospechoso que desde el momento de la agresión -ocurrida posterior al mitin, efectuado a las 17:30 horas- y cuando Mario Riestra subió un video dando a conocer que había presentado su denuncia -a las 0:34 horas del lunes- no se dijo absolutamente nada sobre el suceso.

No hubo una sola palabra, un tuit o una condena por parte de los partidos de la coalición o los candidatos a diferentes cargos que se encuentran en la capital poblana y zona conurbada.

Lo que sí hubo fue un Mario Riestra que solicitó una investigación por lo que ocurrió, pero que ya tenía al autor intelectual y casi casi material del hecho: el gobierno del estado.

Por menos que esa situación -ahí está el caso de la candidata Carolina Beauregard-, los panistas han armado un escándalo, pero ahora que a uno de sus abanderados más importantes en esta elección lo amenazan de muerte y lo zarandean, ¡nadie dice nada!

También resulta extremadamente falaz que la agresión ocurriera cuando el candidato se tomaba fotos con sus simpatizantes, pero ni el abanderado ni los partidos que lo apoyan presentaran videos del momento en que el sujeto lo tomaba del cuello y amenaza. Vivimos en una época en que todo es grabado, no hay teléfono que no capte algún momento de nuestra vida y resulta que entre los miles que dicen que asistieron, ninguno haya subido a sus redes sociales lo que ocurrió.

Lo que es peor: El propio Riestra aseguró que, al lograrse zafar del agresor, entró en marcha el “dispositivo de seguridad” que lo acompaña a fin de separarlos, pero el sujeto logró “escabullirse”. Desde el 4 de abril, el panista cuenta con dos escoltas de la Policía Estatal Preventiva precisamente para garantizar su seguridad. ¿A poco ninguno fue capaz de someter al tipo? Ese simple hecho habla más de las carencias de seguridad que tiene a consecuencia de su propio equipo de campaña que de una violencia externa.

Este asunto resulta todavía más complejo debido a que la seguridad pública y de los candidatos en la capital poblana es responsabilidad inicial del Ayuntamiento de Puebla, que es gobernado por el PAN. ¿Será por eso que no quisieron hacer tanta alaraca, ya que el tema terminaría por perjudicar a la Comuna y, por ende, a todos los abanderados del PRIAN en la zona metropolitana? ¿Fue por eso que mejor montaron un video a la media noche y le echaron la culpa al gobierno del estado? ¿Estamos ante un caso de controlar la narrativa porque los hechos en sí mismos terminarían por generar el efecto boomerang?

Al involucrar al gobierno del estado, Mario Riestra cometió una de las más graves irresponsabilidades, pues no presentó prueba alguna que justificara su acusación. La agresión pudo haber sido totalmente real, pero eso ya ni siquiera es el tema central de la discusión, pues el panista decidió montarse en un argumento con evidente lucro político y electoral.

En la entrevista con Telediario, el reportero Alberto Rueda hace un cuestionamiento muy interesante sobre la vinculación que Riestra hace del gobierno estatal.

“¿Por qué relacionas la amenaza con el gobierno del estado?

¿Por qué infieres en que hay una injerencia del gobierno y por eso viene esta amenaza?”, inquiere el reportero al abanderado.

La respuesta no tiene pierde: “Hemos venido señalando que hay grupos de choque que se están acercando al partido oficialista, es un tema que incluso se ha venido mediatizando en redes sociales, a raíz de comentarios de periodistas y, bueno, tenemos conocimiento de que gente cercana a Morena está reclutando a este tipo de grupos. Lo he señalado, lo señalé en mi registro ante el Instituto Estatal Electoral, lo hemos señalado en ruedas de prensa y por eso reiteramos el llamado una vez más”.

¿Y la participación del gobierno del estado? ¿El partido Morena es el gobierno del estado? ¿Dónde está la prueba de la vinculación? ¿Cuándo habla de Morena se refiere al comité estatal, municipal o seccional y eso qué tiene que ver con el gobierno del estado?

Quien esto escribe ha sido uno de los principales encargados de refutar la falsa narrativa que pretende imponer la coalición opositora sobre la violencia en Puebla. Las denuncias que han hecho sobre agresiones a sus candidatos han ocurrido en un territorio gobernado por el PRIAN, lo que significa que hay una incapacidad manifiesta del alcalde suplente, Adán Domínguez Sánchez, para garantizar la seguridad de los propios abanderados de su partido.

Una de las principales demandas de los ciudadanos es que los políticos tengan altura de miras. Elevar el debate es indispensable para todos. Resulta irónico que Riestra denuncie que exista un clima de encono social y político, pero sus propias acciones están orientadas a generar precisamente eso: irritabilidad.

Puebla demanda una oposición inteligente. Todos los ciudadanos le exigimos a ese sector que actúe con madurez y responsabilidad.

El asunto también toma otro cariz cuando el candidato a la alcaldía pretende subir al ring electoral al gobernador del estado, pese a que el municipio que pretende gobernar tiene una gestión surgida de su propio partido y es allí donde está el quid de su debate y propuestas.

Que un candidato a la capital de su estado quiera ponerse al tú por tú con el gobernador de ese mismo lugar es un sinsentido por una sola cosa: Significa que no hay abanderado a la gubernatura que encabece esa discusión.

La oposición está obligada a actuar como tal, pero solo se les pide un poco más de inteligencia.

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