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viernes, abril 19, 2024

Los rastros del lavado de dinero

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El equipo especial que el gobierno del estado creó para seguir las huellas del lavado de dinero en el que se encuentra involucrados muchos personajes -entre ellos Daniel Tavera Ramos, así como la familia Corona-Villalba-Tabe– ha permitido detectar solo en el interinato el uso de empresas fantasma para la comprobación de más de 200 millones de pesos del erario. Esta situación ha llevado a realizar una auditoría a profundidad para determinar quiénes participaron y cómo es que se distribuyó el dinero. Estamos frente a un auténtico robo en despoblado que pensaron nunca sería investigado ni castigado. En la actual administración estatal hay, además, una auditoría para determinar quiénes fueron los responsables de la contratación de factureros para solventar el destino de 25 millones de pesos. No habrá impunidad. Pero el asunto se torna más complejo. Resulta que el equipo especial de investigación también tiene la mira puesta en la gestión del micro gobernador José Antonio Gali Fayad. Se estima habrá un auténtico cochinero, pero las investigaciones llegarán hasta 2011, es decir, cuando Rafael Moreno Valle Rosas asumió el poder. Estos casi 10 años de gobiernos panistas y un interinato se creó una nueva clase social ligada precisamente al lavado de dinero en el que se encuentran involucrados muchísimos empresarios y fifís que vieron la oportunidad para evadir impunemente la ley. Más de uno deberá estar preocupado. Van por ellos.

 

El destape de “altura”

A toro pasado, el panismo recalcitrante y los duros del yunque que se dieron cita en el informe de Eduardo Rivera Pérez (el tercero en menos de un año y todos a costa del erario) están lejos de entender la zarandeada que el gobernador Miguel Barbosa Huerta le dio al munícipe por la sarta de mentiras que dijo en su intervención. Hábil político como es, el mandatario deshojó la margarita ante un auditorio que le aplaudía y reía con sus comentarios pese a que muchos de ellos eran con evidente ironía y/o reprobación. A la sesión acudieron los dirigentes nacionales del PRD y el PAN, Jesús Zambrano Grijalva y Marko Cortés Mendoza, respectivamente, quienes escucharon las palabras del inquilino de Casa Aguayo. A pesar de la tunda, el líder panista se fue extasiado por el acto del alcalde y hasta se atrevió a calificarlo como “un destape de altura”. Ahí quedó demostrado que Cortés Mendoza no entiende que no entiende o, por decirlo de otra forma, su nivel es pequeñito, el mismo que el resto de los yunquistas de la aldea. En el caso de Zambrano, nos dicen que salió hecho una furia, ya que logró entender el bajo nivel de los invitados del munícipe. A tal grado llegó el enojo de don Chucho que le tuvieron que llevar un pan con sal para que no le diera la chiripiorca.

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